Ha sido una víctima. Han querido que fuera un títere. Así se está presentando Julio Villarrubia, exsecretario general del PSOE en Castilla y León, en visitas que está haciendo a diferentes provincias. Se reúne con militantes del partido. Y allí les dice que ha sido defenestrado por los seguidores de Óscar López, hasta ahora número dos del PSOE nacional y portavoz socialista en las Cortes castellanas y leonesas.
Por el momento ha estado en Zamora, Salamanca y Tordesillas (Valladolid). Y allí, ante militantes que quieren conocer una versión de lo ocurrido el 30 de mayo, cuando más de la mitad de la Ejecutiva regional dimitió y dejó en minoría a Julio Villarrubia. Como consecuencia de aquel golpe de estado llegó una gestora, dirigida por el histórico socialista Jesús Quijano.
Las reuniones son prácticamente secretas. No se les da publicidad. Y apenas se publica la presencia de Villarrubia en esas provincias. Y allí suelta su discurso, una visión victimista, en la que se declara víctima de una teoría conspirativa, liderada por Óscar López.
Fuentes socialistas reconocen esas reuniones. Y revelan que Julio Villarrubia, conocido por su fuerte carácter y por maneras “un tanto bruscas” –que le han valido un apodo por el que ya es conocido entre sus compañeros de partido-, cuenta las miserias que ha sufrido desde el momento en el que accedió al puesto de secretario regional del PSOE en Castilla y León.
En ese momento, según las mismas fuentes, reconoce su principal y único error cometido: “me fié de las propuestas que me hicieron los secretarios provinciales para elaborar la ejecutiva regional”, apuntan militantes socialistas que han estado en una de las reuniones.
Es más, en otra provincia llegó a decir que cuando logró la secretaría regional “algunos pretendieron que fuera un títere”, en referencia a Óscar López, aunque “no lo han logrado”.
Ese sería, según su opinión, el origen de la división existente entre los dos mandatarios del PSOE en esta región. Dos formas de hacer política y dos maneras opuestas de gestionar el partido. Y los dos están a punto de salir de malas maneras del partido.
Villarrubia se presenta como un hombre “honrado”, que “no han permitido ser secretario regional”.
Y relata algunos de los hechos que pusieron de manifiesto la tensión con Óscar López: la negociación con la Junta de Castilla y León por la Ordenación del Territorio en la comunidad y la moción de censura de Ponferrada (León), en marzo de 2013 que hizo que el PSOE se apoyara en Ismael Álvarez, condenado por acoso sexual, para lograr la Alcaldía del municipio leonés. En este caso, Villarrubia arremete con fuerza contra Óscar López, aunque no cuenta la información que él mismo tenía sobre esa operación política.
Tampoco cuenta el exsecretario regional del PSOE, indican otras fuentes socialistas, las reuniones con la Junta de Castilla y León para un asunto “relacionado con beneficios fiscales a empresas de esta región”.
Ante las futuras primarias para elegir al responsable socialista en Castilla y León, Julio Villarrubia no ha concretado ante sus compañeros si va a presentarse o no, pero ha dejado claro que va a “trabajar para que Óscar López no represente al PSOE castellano y leonés”.
