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La planta de Villaverde toma velocidad de crucero en la producción de los Citroën C4 y ë-C4

La planta de automóviles de Villaverde, Madrid, de PSA ensambla el nuevo Citroën C4.

Pedro Urteaga

De la histórica planta madrileña de Villaverde, hoy propiedad del Grupo PSA, han salido modelos de Barreiros, Chrysler, Talbot y Peugeot antes de que, en tiempos más recientes, se hicieran fuertes en ella los de la marca Citroën. Desde mediados de octubre, la línea de montaje ha dejado atrás el Citroën Cactus para centrarse en el nuevo C4 y su versión eléctrica ë-C4, que se producen para todo el mundo en la fábrica creada por Eduardo Barreiros en 1952.

El proyecto del C4, conocido internamente como C41 Madrid, fue comunicado a la factoría en abril de 2017 y ha requerido una inversión de 144 millones de euros que incluía la adopción de la plataforma CMP, gracias a la que es posible montar en la misma línea tanto vehículos térmicos como eléctricos. A Villaverde llega la plataforma dividida en dos partes que se ensamblan aquí, con el fin de abaratar costes logísticos, y las baterías de las variantes eléctricas proceden del centro de PSA en Vigo.

El proceso industrial completo, exceptuada la estampación -especialidad de la que carece Villaverde-, tiene lugar en un recinto de 80.000 metros cuadrados en el que trabajan 965 personas, el 23% de las cuales son mujeres. De la cadena de producción salen 30 coches cada hora, lo que supone que cada equipo despacha 224 vehículos por turno de trabajo. Actualmente, el porcentaje de versiones eléctricas es del 15%, aunque se prevé que pronto vaya acercándose al 20%. Cada día surten a la planta 65 camiones cargados en total con 445.000 piezas.

Después de seis semanas de rodaje, la producción de los C4 y ë-C4 está alcanzando una velocidad de crucero que colmará de actividad una fábrica que en los últimos años ha estado infrautilizada debido a la languideciente demanda del Cactus. Citroën confía más en el tirón del nuevo modelo, engalanado con una carrocería de estilo SUV muy a la moda, cargado de tecnología y con muchas posibilidades de personalización, como se demanda mucho también en los últimos tiempos.

Inspirado en materia de diseño en el señero GS y en el C4 Coupe, el C4 luce su misma caída del techo en el tramo final y una silueta en general atrevida y aerodinámica. Se ofrece con llantas de hasta 18 pulgadas, en siete colores de carrocería y 5 packs de color -hasta 31 posibilidades de personalización son posibles-, además de cinco ambientes interiores.

Como ya os adelantamos hace unos meses, el coche puede incorporar los conocidos asientos Advanced Comfort heredados de Cactus y C5 Aircross, con función de masaje en el acabado más alto, amortiguadores progresivos hidráulicos -de serie en los modelos con llanta de 18“-, pantalla central de 10”, head-up display y asistente de guiado automático en autopista, un dispositivo de conducción autónoma de nivel 2.

Para el interior se ha apostado por materiales suaves y cálidos y por soluciones ingeniosas como el Citroën Smart Pad Support, que no es otra cosa que un soporte extraíble que, situado justo encima de la guantera y desplegable con una simple presión, permite al copiloto colocar su móvil o su tableta. Existen bastidores específicos para dispositivos de Samsung y Apple y otros universales.

Las plazas traseras anuncian un espacio para las piernas de 198 milímetros, lo que sitúa al C4 como uno de los coches más amplios de la categoría, y sus ocupantes disponen, según versiones, de salidas de aire específicas y dos tomas USB. El maletero tiene 380 litros de capacidad -1.250 con los asientos posteriores abatidos-, a los que cabe añadir los 39 litros que suman los diferentes huecos repartidos por el habitáculo.

El primer Citroën C4 eléctrico

El modelo eléctrico embarca el grupo propulsor ya conocido de otros vehículos de PSA, consistente en un motor eléctrico de 136 caballos y 260 Nm de par motor máximo y una batería de 50 kWh que homologa en este caso 350 kilómetros, según el ciclo WLTP. Cuenta con una interfaz específica, llantas especiales, modo B de regeneración de energía, espacio para los cables de recarga y la posibilidad de preacondicionar la temperatura del habitáculo y programar y controlar la carga de forma remota.

El ë-C4 admite hasta 100 kW de potencia en recarga rápida, con la que la batería se recupera a un ritmo de 10 km cada 10 minutos y el 80% de la capacidad se alcanza en media hora. En casa, la operación lleva 7 horas y media en una toma de 7,4 kW y 5 horas en una de 11 kW. Ambos conectores son opcionales pues el cargador que se suministra de serie es el de 3,2 kW.

Las 20 ayudas a la conducción presentes en el modelo incluyen frenada automática de emergencia, alerta de vehículos en el ángulo muerto, control de velocidad adaptativo, asistente activo de cambio involuntario de carril, reconocimiento de señales, alerta de atención del conductor y de conveniencia de hacer una parada, cambio automático de luces cortas a largas y el citado asistente de conducción en autopista.

Entre las tecnologías de conectividad destacan el navegador conectado, la función Mirror Screen, que permite visualizar en la pantalla táctil las apps Android Auto y Apple CarPlay del smartphone del usuario, la recarga inalámbrica de teléfonos móviles y la Connected Cam que se instaló por primera vez en el C3.

La gama comprende tres acabados (Feel, Feel Pack y Shine), también para la versión 100% eléctrica eléctrica, y está comprendida entre los 20.800 y los 26.600 euros para los modelos de combustión. El ë-C4 cuesta 32.400 euros en terminación Feel, 33.800 euros en Feel Pack y 35.100 euros en Shine.

Financiado, el C4 sale por 195 euros mensuales con una entrada de unos 5.000 euros y un pago final de alrededor de 14.000. En modalidad de pago por uso dentro de la plataforma Free2Move, existe un abono mensual de 4,99 euros a pagar después de un año de utilización gratuita.

Fuera de la versión eléctrica, se ofrecen motores de gasolina de 100, 130 y 155 CV y dos diésel de 110 y 130 CV. Los modelos básicos llevan un cambio manual de seis velocidades y los más potentes, uno automático de ocho; el de gasolina de 130 CV puede asociarse a ambas transmisiones.  

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