El obsequio secreto (Crítica suave de un evento menor)

El pasado jueves 19, los escritores de la ciudad de Murcia fuimos invitados a un cóctel de recepción a la Asociación de Críticos Literarios, quienes, reunidos en secreta deliberación, al día siguiente decidían los premios que llevan su nombre.

La recepción fue organizada por el Ayuntamiento y a ella asistieron el Alcalde de Murcia y Jesús Pacheco, concejal de Cultura y Turismo, que departió elegantemente con cada uno de los invitados, incluso conmigo, que portaba la camiseta del “Soterramiento ya” sobre un vestido de lentejuelas doradas.

Al finalizar el evento nos obsequiaron con una bolsita cuyo contenido resulta clave y compendio del acto, a la vez que símbolo de la política “popular” respecto al asunto del Arte y las Letras.

Dentro de la bolsita había un disco con las Cantigas de Alfonso X, interpretadas por el músico Eduardo Paniagua, y un libro de tamaño folio, de papel couché (hiper)satinado, que recogía...

¿Un selección de obra de los escritores invitados o al menos de los más representativos de la ciudad como Tristante, Lola López Mondéjar o Leo Cano?

¿Un libro de autor con imágenes y textos construidos ad hoc por los poetas del momento como Dionisia García (eterna candidata al Premio Nacional), Vega Cerezo o José Óscar López?

¿Una selección de los históricos recientes de Murcia como Gaya o María Cegarra?

No, hijos míos.

Era un libro turístico sobre los lugares de interés turístico de Murcia, agrupados en las consabidas secciones de “Dónde comer” “Lugares de interés” “Qué hacer” y “Shopping”. El libro que te regalan en los hoteles.

No les voy a comentar el tipo de diseño usado en la maquetación de dicho librito... por recomendación de mi médico.

Digo que es símbolo de la política “popular” con respecto a la cultura porque es un defecto que acumula ya más de veinte años, el error de juntar en la misma Concejalía la Cultura con el Turismo. Jesús Pacheco (un hombre joven y resuelto que seguramente estaría más cómodo en la Dirección General de Turismo que al frente de la complejísima tarea de tratar con artistas o escritores) obsequió a los invitados con un regalo comodín, algo que ya tenía a mano, y que versaba sobre (y solo sobre) los recursos de ocio y patrimonio del centro de la ciudad.

Dirán ustedes, hijos míos, que para estas ocasiones, también podría tener a mano los bellos libritos que edita el Museo Gaya (la reedición del “Velázquez, pájaro solitario” que se realizó hace ya unos años hubiera sido atesorada con pasión por estos críticos literarios) ...o alguna publicación en papel bueno que recogiera alguna obra de Pedro Cano o Miguel Fructuoso, unos textos de Diego Sánchez Aguilar (ganador del Rendibú y del Setenil), alguno de los bellos mini libros de Beatriz Miralles, o, por qué no, un CD con los sonidos que Raúl Frutos o Rocío Ramos experimentan cabe la huerta murciana (¡toma cultismo!).

Está claro que la sección Cultura cede fuerza y recursos ante la sección Turismo de nuestra ciudad. La creación, organización y gestión de artistas o de recursos de artistas (locales de ensayo, galerías, Ferias del Libro, ayudas a la creación, becas de residencia, ayudas a Asociaciones, contacto entre artistas de las distintas comunidades autónomas, etc...), son ignorados tradicionalmente por los sucesivos Gobiernos “populares”.

La reciente presencia de artistas murcianos de alto valor como Eduardo Balanza, Juanli Carrión, Nico Munuera, Sonia Navarro y Sergio Porlán en Beijín (antes Pekín) capital de China, es un síntoma de la utilización del hecho cultural o artístico como producto exportable, nunca como problemática de creación. Tatiana Abellán ha llegado a donde está sola, con pocas ayudas económicas. Una de las galerías que la apoyaba y donde normalmente exponían los más jóvenes de Murcia (Concha Martínez Barreto, La Mano Robada, etc.), la famosísima AB9, cerró sin sucesoras. Su hermana mayor, T20, sobrevive a base de la voluntad y la acumulación de trabajos sobre los hombros de Nacho y Carolina.

Otros locales culturales como El Quirófano, La Azotea o Espacio Pático, han sido dejados caer (a pesar de contar con una programación regular, gran afluencia de público y apoyo de marcas privadas) bajo la indiferencia de las Concejalías anteriores.

Bares y cafeterías donde habitualmente tocan los músicos independientes de todo el país no solo carecen de ayudas concretas para la gestión de este tipo de conciertos, sino que además han sido multados reiteradamente hasta lograr su cierre. Locales como La Sensacional, Itaca, o el flagrante caso del conocido Ocio (al que en una sola noche le llegaron a caer 4.000 euros de multa) sobreviven bajo condiciones draconianas a una administración que parece desear la aniquilación de la música o su conversión en festivalito diurno y alejado de la vida de los adolescentes.

Pero al Arte vuelve, vuelve siempre, como un fantasma recurrente de la conciencia de la ciudad sobre sí misma. El baile, la protesta, la Belleza y la reflexión se refugian en Youtube o en el garaje de las casas de las pedanías. Y desde allí vuelven cada noche.

Y pintan los muros, y besan en la boca, y despeinan a los niños, y son detenidos. Algunos mueren jóvenes. Otros lo escriben para la próxima generación.

El Arte es el obsequio secreto entre nosotros.