Un barco procedente de Israel prevé descargar fertilizante el martes en Cartagena tras hacer escala en Barcelona
El buque Chemical Master, que partió el 30 de octubre del puerto Ashdod (Israel), tiene previsto descargar el próximo martes 11 de noviembre en la dársena de Escombreras del puerto de Cartagena un total de 1.500 toneladas de ácido fosfórico, tal y como figura en el registro de la web de la Autoridad Portuaria de Cartagena. La carga química irá a parar a la filial de la multinacional israelí ICL ubicada en la propia ciudad murciana, donde se fabrica fertilizante. El barco hará previamente escala, en la tarde de este mismo miércoles, en el puerto de Barcelona.
Se trata del segundo barco cargado con ácido fosfórico procedente directamente de Israel que descargará el material en Cartagena en el último mes y medio, después de que lo hiciera el pasado 14 de septiembre el carguero Trans Tind. La situación ha propiciado, como en septiembre, una denuncia de la organización Boicot, Sanciones y Desinversiones (BDS) Murcia. El colectivo apunta a que tanto la carga química que lleva ahora el Chemical Master y como la llevaba en su día el Trans Tind viene directamente de territorios ocupados por el ejército israelí en el Mar Muerto.
El colectivo hace referencia, asimismo, a la petición de la Corte Internacional de Justicia para que los países adopten “medidas que impidan relaciones comerciales y de inversión que contribuyan” a la ocupación israelí y al Real Decreto-Ley aprobado por el Gobierno de España el 23 de septiembre, que prohíbe el comercio con los territorios palestinos ocupados.
“Son ya once buques, a razón de uno al mes, los que solo este año han transportado productos químicos a Cartagena desde Ashdod (Israel) de forma directa, descargando en su puerto nitrato de potasa y cloruro potásico, además del ácido fosfórico”, detalla BDS en un comunicado.
Fuentes de la Delegación del Gobierno en la Región de Murcia consultadas por este diario aseguran que el carguero “todavía no ha solicitado hacer escala en Cartagena”. “Si lo hace, se le pedirá la documentación y se aplicará el protocolo”. En el caso de que la carga estuviera contemplada dentro del “decreto de medidas urgentes contra el genocidio en Gaza”, añaden, “se actuaría en consecuencia”.
En septiembre, el Servicio de Vigilancia Aduanera del Ejecutivo retuvo e inspeccionó la carga de ácido fosfórico del Trans Tind y detalló, tras la inspección, que se prolongó durante varias horas, que esta era para “uso agrícola”. No impidió la escala ni canceló la transacción.
Programa “apadrina a un soldado”
En el puerto industrial de Cartagena se encuentra una de las sedes que ICL tiene en España. La descarga del ácido fosfórico alojado en el interior del Chemical Master será facilitada, según consta en la información pública de la Autoridad Portuaria, por la mercantil Fomento y Desarrollo Agrícola S.L., cuya propietaria es también es la multinacional israelí.
BDS Murcia recuerda en su escrito que ICL “aprovecha la ocupación militar en la zona del Mar Muerto y aumenta sus beneficios derivados de la extracción de recursos como la roca de fosfatos”. “Estos recursos”, prosigue, “son luego exportados a puertos como el de Cartagena, haciendo de la ocupación militar un lucrativo negocio”. Según el portal de investigación Who Profits, la empresa tiene una concesión hasta el año 2030 para la explotación de recursos como sal, potasa y bromuro de la cuenca norte del Mar Muerto, ubicada en la Cisjordania ocupada.
ICL, además, colabora con el Ejército israelí en el programa “Apadrina a un soldado”, tal y como puede comprobarse en su página web, “destinando”, añaden desde BDS Murcia, “beneficios empresariales para el sostén de programas que retroalimentan la acción genocida de Israel” perpetrada en Gaza.
La actividad productiva de la filial de ICL en España, incluida la fábrica de Cartagena hacia la que el Chemical Master trae el ácido fosfórico, pero donde se encuentran también otras sedes sitas en Catalunya, Valencia o Mallorca, ha sido asimismo catalogada por el Observatorio de Derechos Humanos y Empresas del Mediterráneo como cómplice con la ocupación y el genocidio en curso.
“Hasta la fecha, y pese a algunos cambios en las relaciones comerciales y diplomáticas entre los Gobiernos de España e Israel, el beneficio económico en favor de las empresas israelíes vinculadas al genocidio no se ha visto mermado. Pese a la aprobación del Real Decreto-Ley de embargo a Israel, y su ratificación en el Congreso, que limita el comercio de productos procedentes de los territorios ocupados, la llegada de barcos como el Chemical Master demuestran que por el momento no existe un control real sobre el negocio que nutre la maquinaria bélica israelí”, concluye el escrito de denuncia.
La organización pacifista solicita al Ejecutivo que reformule el “Real Decreto-Ley para convertirlo en un embargo integral sin excepciones que incluya compra, venta y tránsito”.
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