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“La música es una terapia de mantenimiento que necesitamos los humanos”

Iván Ferreiro.

Lara Expósito

Iván Ferreiro está de vuelta con 'Casa'. En este disco, el músico gallego da su visión, sin pelos en la lengua, de la libertad, la realidad y la soledad, aunque admite que nunca ha estado solo. En estos momentos, está de gira por el país y confiesa que se siente “de maravilla”.

Cantabria tiene la oportunidad de escuchar por primera vez en directo su último trabajo, publicado en octubre de 2016, y otras muchas canciones del recorrido del exintegrante del grupo Los Piratas. Este viernes 22 de julio, en el festival Música en Grande de Santander, el compositor, amante de los cómics y de la ciencia hará sentirse como en 'casa' al público e intentará que sus “mierdas” lleguen de nuevo a todos aquellos que quieran escucharle. Además, ese mismo día también actuará su amigo y compañero de profesión Leiva.

¿Está satisfecho con el resultado de 'Casa'?

Estoy más que satisfecho. Creo que estoy en uno de los mejores momentos de mi vida. La gente está contenta con el disco, por lo menos es lo que me dicen. Yo lo noto en los directos.

¿Qué significa el disco para usted?

Siempre tienen un significado. Cada disco que saco quiero que sea el mejor. Todos los álbumes tienen circunstancias diferentes porque mi vida ha ido cambiando y, gracias a dios, la vida nunca es igual. Con 'Casa' no esperaba más que con los demás discos, solo contar mis mierdas y que parezca que sean las mierdas de los demás. Me gusta hacer canciones en las que cuento lo que hago o lo que me pasa.

¿Qué significa la imagen de la portada del disco?

Es una representación de Laniakea, un cúmulo de galaxias donde está la vía láctea, un sitio gigantesco que es nuestra casa. Este año quería hacer una reflexión sobre lo que es el hogar, quiénes somos, quién soy yo y quién es mi casa. Además, la representación es muy bonita y resultaba muy estética. Tiene algo de abstracto y, sin embargo, es un sitio donde estamos realmente colocados.

En 'casa, ahora vivo aquí' dice “para volver había que cantar”. ¿Cantar le sirve como terapia?

Siempre lo ha sido y por eso tenemos trabajo los músicos. No es una terapia que cure a gente con problemas gordos, pero sí es una terapia de mantenimiento que necesitamos los humanos. Cantamos y escuchamos canciones para ir manteniendo la mente medio sana. No es una cura directa, como una especie de inyección, sino más bien algo que hace uno todos los días, como comer fruta o hacer ejercicio. En esa frase, en concreto, hago un juego con una serie que me gusta mucho, Leftovers, en la que pasa algo que tiene que ver con cantar y con vivir.

Leiva, su compañero y amigo, canta “anda llorando la libertad”. ¿Está sufriendo la libertad?

Sí, 'Casa' principalmente es un disco sobre la libertad y hay un análisis muy claro sobre lo que es la realidad y la libertad. Yo lo he enfocado desde el punto de vista personal y existencialista. Tenemos un problema de libertad muy gordo. Yo te llevaría a otra canción llamada 'En Busca del Mago' de otros amigos míos, Love of Lesbian. La canción dice que le enseñes a alguien que ejerciendo la libertad no cometa un crimen cruel, porque la libertad es cruel y salvaje.

Lo digo también porque una vez usted mencionó que falta mucha libertad, sobre todo en España.

Yo me refiero a la libertad personal pero a nivel social. Estamos en un momento en el que la gente juzga a toda hostia y todo el mundo se autocensura. Yo mismo lo hago todos los días y no digo ciertas cosas en Twitter, un sitio que servía para divertirse e informarse y ya no es nada de eso. Ahora tenemos la libertad de opinar y lo hacemos tan rápido que no tenemos ni puta idea de lo que decimos.

Se me ocurren dos ejemplos muy buenos y tienen que ver con cuando la libertad de los demás está reventando las libertades de otro. Un ejemplo sería lo que pasó con la campaña de Mahou, en la que cantaba el grupo de Los Desleales. De repente alguien protestó porque se habían “vendido” por cervezas. En ese caso, se opina a muerte y no se le da la libertad a un grupo de elegir su campaña, no opina y se queda sin una campaña que le venía cojonudo. Otro caso muy claro es el del festival Mad cool, hay un accidente y de repente la gente tiene esa libertad para opinar. Cuando leí la noticia pensé en la familia, y era gracioso ver a unas personas que pagaron una entrada y creen que tienen derecho a saber qué le ha ocurrido a esa persona antes que la propia familia. Aquí, la libertad lo que está haciendo es hacernos peores que los putos políticos y da mucho miedo.

Y no quiero meterme en política... como comentes algo político... Ahora estoy en una época dulce, de gira y no estoy para tener problemas ni discutir, pero tal y como van las cosas puede que dentro de seis meses empiece a poner tuits sobre el rey, sobre política o sobre grupos de música. Debería hacerlo, empezar a ejercer mi libertad y convertirme en el malo. De hecho, tengo tentaciones de mover una campaña en la que digamos cosas de la familia real, que nos tengan que multar a todos y todos vayamos a la puta cárcel. No podemos hablar del Rey por Twitter, pero puedo decir ahora mismo que Santi Balmes o Dani Martín son unos hijos de puta y unos ladrones. Ni siquiera puedo hacer un chiste al respecto, porque como me pase, no solo me cae una multa que te cagas, también voy al puto talego.

En la canción de 'La Otra Mitad' tiene cierta relación con este tema, tiene algo de política, ¿de qué habla exactamente?

Habla de esto mismo, de que habrá que ponerse de acuerdo. 'Mi Otra Mitad' en una ocasión dice: “Si quieres conservar la amistad, guarda tu mitad”. Hay parte de nuestras opiniones que deberíamos callarnos, buscar puentes y no machacar al otro. El mundo agresivo no lleva a ningún lado. Opinamos tanto que a veces no nos damos cuenta que hacemos daño, y yo me incluyo. Si alguien viene y no me gustan sus canciones, no se lo voy a decir. Eso es guardarse la otra mitad, lo que se llama ser educado. 

No hablo de que no haya que machacar a los políticos, esos están ahí por algo. No me importa ofenderles porque ellos, con su propia existencia, me resultan una ofensa y no puedo evitarlo. Hoy en día es muy difícil opinar, realmente me puedo meter en un lío por hacerlo. Y, además, estamos sometidos a la opinión de todos los demás muy rápido.

El machismo es un tema muy importante para usted, ¿por qué?

Es de los más graves que hay. Es un problema que está en las células, hasta el tuétano de la sociedad y es muy necesario que nos acordemos de eso todo el rato. La lucha feminista es muy importante y el machismo es tan bestia que hace creer a los demás que el feminismo es lo contrario del machismo cuando realmente son dos cosas diferentes. Hasta los que somos menos machistas, tenemos cosas de machistas todo el rato y ahí está el problema. Hay un montón de mujeres hablando sobre esto, tratando de sacarlo a la luz y se les llama feminazis, es muy heavy.

En el estilo musical que cubre, por ejemplo, se ven muy pocas mujeres.

No sé decir. Sí es cierto que en los locales de ensayo suele haber muchos más grupos con hombres que con mujeres, pero no sé si las compañías contratan menos mujeres. También tengo la sensación de que existe la discriminación positiva: hay mujeres que no son tan buenas como otros hombres y por ser mujeres están ahí delante. En realidad, es otro tipo de machismo. Pero, no creo que las bandas seamos especialmente machistas.

Me refiero a que, en general, se ven más caras masculinas que femeninas.

Sí, pero, insisto, por lo que yo recuerdo, no se acercan muchas mujeres diciendo: “Tengo un grupo, estoy haciendo algo”. A mí me entregan muchas más maquetas chicos que chicas. Se ve que a ellos les gusta más montar una pandilla y hacer un grupo. Pero hay un montón de mujeres maravillosas en la música española, ojalá haya más. No sé, a veces también me molesta que ya no puedas escribir cualquier canción.

¿En qué sentido?

Ahora, hay personas que me echan en cara que algunas de mis canciones son machistas. Pienso que las canciones, joder, son un espacio para expresarse. Es arte y fantasía. A veces es necesario contar cosas de mierda.

A parte de la lucha feminista, ¿qué otras causas sociales le preocupan?

Estoy preocupado por la educación. Tengo hijos, están creciendo y estoy preocupado por las cosas que voy viendo en el día a día.

¿A qué se refiere?

En general, de cómo es todo. A mí no me gusta nada el propio sistema educativo. Veo que hay niños que se acoplan muy bien y les va guay. Hay otros, como yo, que el sistema simplemente les expulsa. Yo lo pasé fatal de estudiante. Estaba hecho para otros, no para mí. Estudié ciencias puras y tuve que repetir COU por culpa de Lengua y vivo de escribir, me parece absurdo. Empecé a leer mis cosas a los 19 años, pero no literatura, porque nadie supo hacer que me fascinara. Vivo de escribir, pero no tengo ningún tipo de formación, sin embargo, sí sé hablarte de las leyes físicas. 

Le gusta mucho la ciencia.

Sí, porque intenta estudiar el mundo. Para mí, la música tiene de letras y de ciencias, todo junto. En general, estamos muy poco informados a nivel científico. Me preocupa que los homeópatas se crean médicos, que haya medicinas alternativas que son unos putos engañabobos y que se aprovechen de la gente. La ciencia no lo sabe todo, pero lo que sabe, lo sabe bien y admite que no lo sabe. Mientras, la religión no lo admite y los homeópatas dicen que diluyendo una mierda en 80 litros en agua se va a curar a alguien. Me preocupa la ignorancia de los demás y la mía propia.

¿Iván Ferreiro es un farsante?

Sí, soy un estafador. Soy el mayor estafador que existe. No sé. Solo hago canciones y hay mucha gente con mucho talento. 

Pero, ¿por qué no se valora en el mundo de la música?

No, porque me parece que en el fondo todo es una broma. Sí, valoro lo que hago. Que sea un farsante no significa que no sea digno de tener una vida y una profesión; he tenido mucha suerte en la vida y todos los que hemos tenido suerte en la vida creo que nos sentimos unos farsantes todo el rato. Yo me veo como un chaval de Vigo, sin las mínimas papeletas para estar donde estoy ahora mismo. Hay muchísima gente con mucho talento y muchas veces me pregunto porqué estoy yo aquí y no otro. He trabajado mucho, pero en algunos conciertos, cuando salgo a tocar, flipo bastante y digo: “Es increíble que sigan viniendo”.

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