Ustedes tienen un problema...
…Y ese problema se llama 3%. Se lo dijo en 2005 Pasqual Maragall a Artur Mas. Diez años después, y a menos de un mes de las elecciones en Catalunya, las Fuerzas de Seguridad del Estado creen haber encontrado pruebas de la financiación ilegal de CDC. Comisiones a cambio de adjudicación de obras. Un clásico. La primera reacción del partido de Mas es sorprendente. Y no por novedosa, sino por todo lo contrario.
Lo primero que hizo Convergencia fue atribuir esta operación a una estrategia del Estado para frenar al independentismo, y esto sería gravísimo. Ciertamente, lo puede parecer. Las casualidades siempre nos invitan a la duda. Y podemos discutir sobre si somos un país bananero, claro. Sin embargo, me parece inadmisible poner el victimismo por delante del fondo de la cuestión. Esto ya lo hemos visto. Cómo no recordar la reacción de Rajoy en la oposición, cuando el PP estaba acosado por las sospechas de la trama Gürtel. El entonces líder de la oposición decidió un día dar la cara, arropado por todo su Comité Ejecutivo como si así nos pudiera impresionar, y declaró: “Esto no es una trama del PP, es una trama contra el PP”. En aquel momento, también consideró necesaria la comparecencia del Fiscal General del Estado. Ahora, en cambio, al Gobierno le parece lamentable que CDC dude de los tribunales y de las Fuerzas de Seguridad. Los que tenemos motivos para estar hartos somos nosotros, los ciudadanos. Yo, al menos, hasta el gorro.
Artur Mas comparecerá hoy. Ha tardado casi una semana en dar explicaciones. Es justo reconocer que todos los días ha salido en rueda de prensa alguien de Convergencia. Pero no el líder del partido; la persona que, llegado el caso, tiene que asumir la responsabilidad. Ahora mismo no vale ningún discurso que no pase por rebatir punto por punto todas las acusaciones, los papeles, la sospecha de que el extesorero mantenía despacho en la sede, la información de que la Fiscalía le pilló triturando documentos, la relación del partido con el empresario Sumarroca, la posible implicación de Jordi Pujol, las adjudicaciones que ahora mismo están bajo sospecha, el trasvase de dinero que –según la investigación- se hizo desde la Fundación de CDC hacia el partido… En definitiva, todo. Y con documentación. Si no, Artur Mas estará cayendo en los mismos errores que el enemigo al que dice combatir.
Luego ya, o incluso al mismo tiempo, podemos debatir si el PP acierta al cambiar la ley para que el TC pueda castigar a Mas. Es discutible, porque yo pensaba que los jueces tenían suficientes armas para reaccionar frente al incumplimiento de sus resoluciones. Y porque el PP, con este anuncio electoral, ha logrado que por un rato no hablemos solo del 3%. “Se acabó la broma”, ha dicho Albiol. A ver si es verdad, hombre, que el nivel es para llorar.