Encuentro en la hemeroteca una noticia terrible. Que el 11 de abril de 2013 se suicidó una niña de 14 años en Gijón, en los acantilados del parque de La Providencia, víctima de un episodio de acoso escolar continuado. El mismo inspector que consideró que no había nada punible en el colegio donde se produjo el hostigamiento sistemático a la menor, que concluyó que ni la dirección del centro ni las acosadoras tenían ninguna responsabilidad en el luctuoso suceso (dos de ellas posteriormente sí serían condenadas por la justicia penal, al reabrirse el caso), es el que acaba de sentenciar a ocho meses de inhabilitación sin empleo ni sueldo a ese docente de Secundaria asturiano por poner dieces. Llamativa cuando menos la consideración punitiva de ambos hechos. No hay nombres, pero hay hemerotecas. Por fortuna.