Piedras de papel es un blog en el que un grupo de sociólogos y politólogos tratamos de dar una visión rigurosa sobre las cuestiones de actualidad. Nuestras herramientas son el análisis de datos, los hechos contrastados y los argumentos abiertos a la crítica.
Seis meses parece un período de tiempo demasiado breve como para esperar grandes cambios en el comportamiento electoral. Pero en tiempos de aceleración política y alta volatilidad, seis meses pueden ser una eternidad. Y, por ello, cabe preguntarse en qué medida el clima de opinión en la antesala de estos nuevos comicios generales ha cambiado respecto al que precedió a las elecciones de diciembre.
La comparación de las encuestas preelectorales (2015 y 2016) del CIS nos permite ver qué en qué medida las posiciones de los votantes ante el 26-J han cambiado respecto al 20-D. De ese análisis comparado cabe destacar las siguientes conclusiones:
1. Al contrario que en la antesala del 20-D, ahora los ciudadanos valoran peor la situación política, que la económica.
Respecto a los comicios del 20-D, se ha acentuado la percepción negativa que tienen los ciudadanos de la situación económica y, especialmente, de la situación política. A diferencia de lo que ocurría hace seis meses, ahora la valoración negativa que tienen los ciudadanos de la situación política es peor que la que tienen de la situación económica.
2. Aunque los ciudadanos están más insatisfechos con la situación política, no ha disminuido el interés por la política, sino todo lo contrario.
El aumento del pesimismo sobre la situación política no parece haber repercutido en el interés que sienten los ciudadanos por la política. Incluso éste ha aumentado, pues si bien es cierto que una mayoría social sigue sin sentir interés por la política, en los últimos seis meses el porcentaje de los ciudadanos que están mucho o bastantes interesados en la política ha crecido ligeramente y el de los que están poco o nada interesados ha disminuido.
3. Ha crecido el porcentaje de ciudadanos que no sienten simpatía por ningún partido político
Al igual que hace seis meses, la respuesta predominante cuando se pregunta a los ciudadanos por el partido hacia el que sienten más simpatía es “ninguno”. Pero ahora esa opinión es más acentuada, pues si en la antesala del 20-D, 1 de cada 5 ciudadanos no se identificaba con ninguna formación, ahora es 1 de cada 4.
4. Hay menos indecisos y se concentran en el electorado de Ciudadanos y del PSOE
En el debate público y mediático se está insistiendo mucho en que hay ahora una cuantiosa bolsa de indecisos. Y así parecer ser: casi un tercio de los electores que tienen pensado ir a las urnas declaraban antes del comienzo de la campaña electoral no tener decidido su voto. Sin embargo, en comparación con las elecciones del 20 de diciembre, hay menos indecisos, pues haces seis meses casi un 42% reconocía no tener decidido su voto, frente a un 57,7% que sí lo tenía decidido.
Esta tendencia también quedaría reflejada en el indicador de intención directa de voto, en el que se pregunta a los electores a qué partido votarían en caso de que se celebraran elecciones. Si antes del 20-D un 19,1% respondía “no sabe” a esa pregunta, ahora esa cifra se reduce al 14,7%.
Son ahora los votantes de Ciudadanos y del PSOE los que de forma más acusada declaran no tener decidido su voto. Aunque, por edad, ideología y género, siguen siendo los electores más jóvenes (18-24 años), los votantes de centroizquierda y las mujeres, los grupos que en mayor medida afirman no tener decidido su voto. En otro extremo, el de los votantes que en mayor proporción tienen decidido su voto, encontramos a los electores de mayor edad (de 55 a 64 años y de 65 y más años); los que se sitúan más a la derecha y a la izquierda de la escala ideológica; y los electores del PP y de Podemos.
5. Menor predisposición a acudir a las urnas
El porcentaje de electores que señala que probablemente o con toda seguridad no acudirá a votar es mayor ahora, mientras se ha reducido ligeramente el porcentaje de los que declaran que irán a votar con toda seguridad o probablemente el próximo 26 de junio. Los electores de centroizquierda se hallan entre los grupos potencialmente más abstencionistas.
6. En mayor medida que en la antesala del 20 de diciembre se percibe al PP como el partido ganador
Antes de las elecciones de diciembre, el 52,4% de los ciudadanos consideraba que el PP iba a ganar las elecciones. Ahora ese porcentaje se eleva hasta el 67,4%, con la puntualización de que en el cuestionario del CIS se ha cambiado ligeramente el enunciado de la pregunta y en lugar de preguntar a los entrevistados por “qué partido cree Ud. que va a ganar”, se les ha preguntado “qué partido cree Ud. que va a tener más votos”.
7. A diferencia del 20-D, ahora el PP adelanta al PSOE entre las mujeres
Hace seis meses, el PSOE aventajaba, aunque por una pequeñísima diferencia que rozaba el empate, al PP como el partido más votado por las mujeres. Ahora se han invertido las tornas y es el PP el que mayor apoyo potencial parece cosechar en el electorado femenino.
Está por ver cuál será el impacto que tenga la campaña electoral en este clima de opinión que difiere en muchos aspectos al del 20-D. Las respuesta la tendremos cuando, una vez celebrados los comicios, podamos analizar la encuesta postelectoral.
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