El accidente de Vigo aflora una vieja disputa entre el ayuntamiento y la Xunta por el control del entorno del puerto
Para la Autoridad Portuaria de Vigo, organismo que pertenece a los Puertos del Estado pero cuya dirección es escogida por la Xunta de Galicia, del PP, la responsabilidad del mantenimiento del muelle del puerto de la ciudad que el domingo se hundió provocando más de 200 heridos es del ayuntamiento de la ciudad. Lo considera así en virtud de un convenio suscrito en 1992 que estableció que era la administración local la encargada de la conservación del plan urbanístico 'Vigo al Mar' ejecutado a finales del siglo pasado. Para el consistorio, en manos del PSOE, el pantalán en el que se produjo el siniestro es claramente de competencia portuaria, porque el hormigón que lo sostenía era previo al citado plan urbanístico.
Prácticamente desde el mismo momento en el que se produjo el accidente, en plena celebración de un concierto del festival O Marisquiño, ambas administraciones se han cruzado todo tipo de reproches tratando de eludir sus responsabilidades en lo sucedido. Además, el siniestro dejaba entrever el viejo conflicto entre el ayuntamiento y la autoridad portuaria sobre el control del entorno del puerto de Vigo tras la renovación que tuvo lugar a principios de los años 90.
Parte de la disputa se debe a la inconcreción del convenio suscrito en 1992 por el consistorio, el puerto y el Consorcio de la Zona Franca. El texto reguló el posterior plan urbanístico que contempló “la creación de un área comercial y de ocio en el entorno de la estación marítima, la peatonalización de la avenida próxima al mar ampliando los jardines ya existentes, la construcción de dos túneles en los dos extremos que faciliten el tráfico rodado y la creación de una zona de oficinas en la entrada del puerto comercial”.
El acuerdo fijaba que el Consorcio realizaría y financiaría las obras, la autoridad portuaria aportaría “durante 50 años” los ingresos de la explotación económica de la zona para amortizar la deuda, y el ayuntamiento, además de facilitar la aprobación urbanística de la actuación, la conservaría “en perfecto estado” también durante medio siglo. Esta última mención es la que sirve de argumento a la dirección del puerto, presidida por el exsenador popular Enrique López Veiga, para responsabilizar al consistorio del mantenimiento del muelle siniestrado.
Un texto poco claro
Sin embargo, como el convenio no concreta si el pantalán al que durante esas obras solo se le añadió la plataforma de madera –el hormigón que lo sujetaba estaba ya previamente–, el ayuntamiento en manos de Abel Caballero considera que la conservación del mismo no le compete, sino que es responsabilidad de la autoridad portuaria.
Prácticamente desde la aprobación y puesta en marcha del citado plan urbanístico, la batalla entre ambas administraciones también se ha centrado en el control de los espacios reformados. La última escaramuza tuvo lugar en 2015. Entonces, ante la aprobación del Plan de Usos del puerto, el Ayuntamiento de Vigo solicitó a la Autoridad Portuaria la cesión de ciertos espacios próximos al siniestrado a la ciudad, petición que fue rechazada por la dirección de la terminal.
Fuentes del consistorio explican a eldiario.es que precisamente a raíz de ese Plan de Usos el muelle colapsado pertenece a una zona de uso portuario que fue objeto de concesión al Real Club Náutico. Ese texto también especifica, según el ayuntamiento, que la zona vinculada a la “interacción puerto-ciudad” es aquella asentada “en tierra firme”, es decir, el trozo de hormigón a la derecha del paseo siniestrado, y la zona de los jardines.
La reunión del 24 de julio
A pesar de los reproches mutuos de las últimas horas, ambas administraciones han explicado que la relación entre ellas ha sido correcta en los últimos años. Las dos aprobaron el plan de seguridad del festival semanas antes de que se celebrara en una reunión que tuvo lugar el 24 de julio en el propio puerto.
Tanto el consistorio como la Autoridad Portuaria, así como los mandos policiales como de Protección Civil de la ciudad participaron en el encuentro, convocado por los organizadores del evento para estudiar la idoneidad del festival y su instalación en zonas portuarias de la ciudad pontevedresa. Desde el ayuntamiento explican que “nadie” puso “ninguna objeción” a la ubicación de los conciertos, entre ellos el celebrado en el pantalán que cedió a última hora del domingo.