Feijóo se viste de progresista para replicar al debate de la nación de Pedro Sánchez
“Podía inspirarse en el Pablo Iglesias fundador del PSOE o en Pablo Iglesias fundador de Podemos. Ha optado claramente en parecerse al Pablo Iglesias fundador de Podemos”. Así ha resumido Alberto Núñez Feijóo este miércoles los anuncios realizados por Pedro Sánchez en el debate sobre el estado de la nación. La réplica del jefe de la oposición al presidente del Gobierno ha llegado casi 24 horas después, en el marco de los cursos de verano de la Universidad Complutense en San Lorenzo de El Escorial (Madrid). Ante una treintena de alumnos matriculados en el curso organizado por su partido, el líder del PP se ha erigido en portavoz de un “progresismo” que, ha dicho, no acepta la “podemización” de los socialistas.
No tocaba hablar de ETA, que acaparó buena parte de la intervención de la portavoz parlamentaria, Cuca Gamarra, el día anterior. Los dirigentes del PP que han acompañado a Feijóo en su primera visita a los cursos de verano de la UCM como presidente del partido se han esforzado en justificar la respuesta ofrecida el martes, y que estuvo dominada en buena parte por un terrorismo que depuso las armas hace ya cerca de 11 años.
Entre los presentes, el coordinador general, Elías Bendodo; el vicesecretario Institucional, Esteban González Pons; el de Economía, Juan Bravo; el de Organización, Miguel Tellado; la de Políticas Sociales, Carmen Navarro; o el portavoz en el Senado, Javier Maroto. Todos han defendido el discurso de su secretaria general en la coincidencia con la fecha del asesinato de Miguel Ángel Blanco. Pero también han reconocido que la gente el día después “habla de otra cosa” y que era necesario “un cambio de foco”.
Feijóo comenzó el viraje a primera hora, en una entrevista en Onda Cero en la que rechazó de forma genérica los impuestos extraordinarios a la banca y las energéticas comprometidos por Sánchez. Después, se montó en el coche oficial y se fue a San Lorenzo de El Escorial, donde le esperaba parte de su Comité de Dirección, además de cuadros medios y cargos municipales para arroparle en el arranque de las jornadas “Fortalecer Europa con una alternativa para la mayoría”.
A unos metros de donde se casaron hace ahora dos décadas Ana Aznar y Alejandro Agag, Feijóo insistió en la misma línea que ya había marcado unos minutos antes y que enmendaba en parte el discurso de Gamarra del día previo: “En el debate del estado de la nación quedó de relieve que una mayoría de los españoles que confiaron en el Gobierno ya no confían en el Gobierno. No es portavoz de la realidad ni de la moderación a la que se suman la mayoría de los españoles”.
Esa “moderación” sí la representa él mismo. Y a esa supuesta “España moderada” se ha dirigido en primer lugar. “Hay una España moderada que se ha ido alejando del señor Sánchez a medida que él se ha alejado de la moderación. En su huida hacia adelante, el Gobierno está centrado en cambiar el relato, pero no la realidad”.
Y, nuevamente, ha recuperado una acusación que el PP, y una parte del PSOE, han lanzado sistemáticamente a Sánchez ya desde 2016, cuando viró a la izquierda en la pelea de las primarias que le enfrentaron a Susana Díaz, Patxi López y el aparato del partido. “En su intento de parecerse cada vez más a Podemos acabará pareciéndose al expresidente Rodríguez Zapatero. Es doblemente preocupante”, ha expresado. ¿Y qué significa “podemizar el Gobierno”, según Feijóo?: “Activar el mayor populismo en política económica y fiscal de Europa” –pese a que hasta el BCE estudia limitar los beneficios extra de la banca– algo que “es un flaco favor al PSOE, a la moderación y al progresismo de nuestro país”, dice el líder del PP. Y sigue: “Esta España moderada en la que se incluye la mayoría de los españoles entienden que progresismo y moderación, progresismo y estabilidad, progresismo y política seria son compatibles y complementarias”. “Progresismo no es radicalismo, no es inestabilidad ni sobresalto permanente. Progresismo es trabajar por el bienestar y por el crecimiento frente a la miseria que vamos generando. Y progresismo es trabajar por el avance de la democracia frente al control de las instituciones que el Gobierno está practicando”.
Feijóo ha sostenido que el Gobierno está en una profunda “crisis”, lo que le impide “gobernar la crisis”, que “la división” en el seno del Ejecutivo “fue patente” en la primera jornada del estado de la nación. “Tenemos un conjunto de gobiernos de tres partidos que no son capaces de ponerse de acuerdo y compartir propuestas”, ha dicho, para arremeter contra la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, quien según el líder del PP “no disimuló que no conocía las propuestas”, lo que le lleva a sostener que “la situación interna es de descomposición”.
Pero, a la vez, Feijóo sostiene que las medidas anunciadas por Sánchez son las de Podemos, a quien el Gobierno “le ha copiado las propuestas económicas”, pese a que Podemos forma visiblemente parte del Ejecutivo. “Se da la paradoja de que no se las cuentan porque las quieren rentabilizar. Comprendo que Podemos esté enfadado de que le hayan plagiado sus propuestas”, ha zanjado.
Mapa y cantimplora para seguir al Gobierno
“Ayer esperaba algo más”, ha confesado Feijóo, quien asistió silente al duelo Sánchez-Gamarra, pese a poder utilizar las instalaciones del Congreso en tanto que senador. “Todavía me estoy preguntando cómo es posible que ante la mayor inflación en 40 años y el problema energético las propuestas estructurales fuesen ninguna. Y los planes y las reformas fueran ninguna”, ha añadido.
Tras sostener que el Gobierno no ofrece ninguna medida, Feijóo ha pasado a deslegitimar las planteadas por Sánchez al decir que va “de parche en parche”. Ha calificado el discurso del presidente de “rompecabezas” y ha reconocido que no sabe “muy bien cuáles son las medidas” porque “cada 15 días se traen medidas nuevas que enmiendan total o en parte las anteriores” con un objetivo: “Responder a los titulares de los medios o a los socios de Gobierno para mantener la coalición”.
Así, y pese a criticar de forma genérica el plan del Gobierno, ha evitado pronunciarse con precisión al no conocer los detalles. El PP lo hará cuando se sepa la letra pequeña “para no entrar en un juego que al Gobierno le interesa”, según ha apuntado Feijóo en una declaración posterior ante los periodistas. Eso sí, ha dejado una pista: “Ya anticipo que si la opinión es que los ciudadanos paguemos más a los bancos y las eléctricas, estaremos en contra”.
Ante los periodistas, en tono irónico, ha dicho necesitar “un mapa y una cantimplora” para seguir al Gobierno.
Y si quedaba alguna duda de cuáles son las intenciones de las grandes empresas del Ibex a las que van dirigidos los nuevos impuestos anunciados el martes por Sánchez, lo dejó claro la exministra de Trabajo Fátima Báñez, quien participó en el punto inmediatamente posterior al de Feijóo: “Retos del empleo y la fiscalidad en España”.
Las palabras de Báñez son interesantes no solo porque es una de las personas de referencia del PP de Feijóo, sino porque forma parte de la dirección de la CEOE y, además, cobra de Iberdrola, una de las empresas a las que afectará directamente el nuevo tributo a los beneficios extraordinarios de las eléctricas.
“Los impuestos a la carta desequilibran la salida de la crisis”, ha dicho Báñez, quien ha defendido el papel de las empresas como “solución” porque “generan riqueza y oportunidades”. En su opinión, “no hay que subir impuestos”, sino “apoyar que las empresas generen riqueza y empleo” para lo que ha reclamado “tomar medidas desde el consenso” y que incluyan “a todos los partidos”.
Báñez ha apostado por “el pacto de rentas” como “un pacto de país”. Y ha lanzado una advertencia, que entronca con lo dicho por su jefe, Antonio Garamendi: “Las medidas de ayer hacen perder a los ahorradores una parte muy sensible de los ahorros. Nos estamos jugando la creación de empleo de pasado mañana”. Dicho queda ante la plana mayor del PP.
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