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Guerra interna en el Club de los Viernes, el laboratorio de ideas de la extrema derecha española

Logo de la organización 'El Club de los Viernes'

Javier Martínez Mansilla

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Una “trinchera de libertad”. Así se autodefine el Club de los Viernes y así reza su manifiesto. “Nace fruto de la preocupación por la hegemonía de las ideas socialdemócratas en el ámbito intelectual y de los medios de comunicación durante las últimas 4 décadas y por el surgimiento de nuevas formas de comunismo que, bajo apariencias inofensivas y disimuladas, suponen un serio riesgo para el progreso y la libertad en nuestra nación”.

Esta organización dio sus primeros pasos en Oviedo a finales de 2014 con el lema “somos liberales”, la aspiración de convertirse en el think tank o laboratorio de ideas de la derecha española y acabar con “ese peligro que es totalmente real, aunque algunos no lo quieran ver”, como explica Javier Jové, uno de sus padres fundadores. Hoy se encuentra fragmentado por una de esas réplicas del terremoto que ha dividido a PP y Vox.

Refugio de la extrema derecha

Además de Javier Jové, antiguo presidente del Club y miembro del Comité Ejecutivo Provincial de Vox en Asturias, entre sus promotores resuenan otros nombres ligados al partido de Santiago Abascal como Ignacio Blanco, portavoz de la formación verde en la Junta General del Principado, aunque hoy fuera del Club. Pero no todo iban a ser afiliados de Vox. También los hay del Partido Popular y de Ciudadanos, además de exiliados de todos ellos.

Porque el Club de los Viernes “es una denominación original y evocadora”. “Procede de la asociación que a finales del s. XVIII constituyó John Locke con unas ideas similares a las nuestras y, posteriormente, Benjamin Franklin también creó una”, en palabras de Jové. Si FAES es el laboratorio del PP, el Club de los Viernes sería el de Vox.

¿Su discurso? Un azote a cualquier muestra de regulación social y protección laboral, de lenguaje inclusivo, de acciones en defensa de la oficialidad del asturiano o de todo tipo de regionalismo, de la igualdad de los derechos de los transexuales y de la televisión pública entre otros muchos frentes abiertos por el Club. La difusión de ideas y estrategias de guerra cultural de extrema derecha aparecen como alegato de esta plataforma muy activa en redes sociales, donde no huye del escándalo ni de dejarse ver en diferentes concentraciones y mítines de los partidos de la derecha española.

En estos momentos, como adelanta la Voz de Asturias, el Club de los Viernes está viviendo “una pequeña guerra civil con acusaciones cruzadas de gestión opaca de sus cuentas y que se ha saldado con la destitución de su vicepresidente y una batalla de spam en los correos electrónicos”. 

Un cisma entre el PP y Vox

Ricardo Parente acaba de ser destituido como vicepresidente por decisión unánime de la junta directiva del Club de los Viernes. La razón: “Acumular una deuda con el Club y una opacidad en las cuentas”, como recoge la Voz de Asturias. Además, diferentes miembros de la asociación afirman que su comportamiento con otros socios era “extremadamente hostil e incómodo”, lo que generaría un clima insoportable para la mayoría y que llevaría incluso a algunos fundadores a distanciarse.

El problema ahora, según afirma la directiva de la asociación, es que Parente conserva las claves de las cuentas del Club y se niega a darlas. Además, estaría usando la base de datos de los socios en su propio beneficio para hacer llegar su versión de los hechos.

Parente afirma que el fondo del asunto reside en un conflicto no resuelto, que la asociación arrastra desde julio de 2019. En ese momento se produce un cisma en la cúpula del Club de los Viernes, originado por el choque de posturas entre los partidarios de Vox y los del PP. Ante la acusación de su negativa a devolver las claves y los datos de los socios, el exvicepresidente se justifica. No entregará la información en su poder hasta que no se cumplan sus condiciones como empleado. En sus propias palabras: “hasta que se me abone como todo trabajador que cese, mi contrato mercantil y se me quite como responsable ante la agencia de protección de datos”. Además, Parente recuerda la dimisión en bloque hace año y medio de la anterior directiva y señala que su presidente por aquel entonces, Daniel Rodríguez Asensio, “trabaja en el gabinete de Ayuso”. Otra clave en este conflicto que, a su juicio, no se puede pasar por alto.

La espantá del tesorero

En junio se eligió la actual directiva del Club de los Viernes, pero los problemas económicos en su seno no tardarían en llegar, según explica Ricardo Parente. “En noviembre hay irregularidades en la tesorería, el tesorero da la 'espantá' como los toreros, y yo dimito de la Junta Directiva, por ese motivo y porque mi sistema del acceso por roles de claves no es admitido. Ese sistema lo propongo ante la petición de total acceso y por la situación covid, me podía poner enfermo y quedar inoperativo”. Así lo informa la Voz de Asturias.

El anterior vicepresidente quiere dejar claro que nunca tuvo acceso a las arcas de la asociación y que no aceptó conceder el acceso “total” que la nueva directiva le exigía sobre los datos de los socios. ¿Por qué no lo hizo? Para salvaguardar su privacidad y por la gravedad de las multas en la agencia de protección de datos, si estos se usasen mal. “Yo prefiero dormir bien”, sostiene Parente al respecto.

En relación a la reclamación de la indemnización antes de entregar las claves, el anterior vicepresidente afirma que había llegado a un acuerdo con la Junta Directiva tras su expulsión, pero se incumplieron los plazos y el ingreso no le llegó. Además, “incumplen el acuerdo con otro comunicado con graves calumnias hacia mi persona”, denuncia. Parente explica que, a pesar de que no hay ningún contrato ni indemnización de por medio, sí hay una relación mercantil y la deuda de una mensualidad. El Club de los Viernes se lo debe.

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