La posibilidad de que Rajoy dimita sobrevuela las horas previas a la moción de censura
La posibilidad de que Rajoy dimita se ha convertido en la cuestión del día en el Congreso en las horas previas al inicio del debate de la moción de censura. El presidente del Gobierno se ha enfrentado este miércoles a la que podría ser su última sesión de control. Las dos preguntas que ha tenido que contestar abordaban el mismo asunto: la situación creada tras la sentencia de Gürtel y la posibilidad de que el presidente asuma algún tipo de responsabilidad. El diputado de ERC, Gabriel Rufián ha sido directo en sus planteamientos y le ha preguntado a Rajoy si piensa dimitir. El líder del PP ha evadido una respuesta directa y ha contestado lo siguiente: “Mi intención es cumplir el mandato de los españoles”.
Los diputados del Partido Popular han recibido entre aplausos a Mariano Rajoy al inicio de la sesión y el presidente ha tenido que hacer un gesto con la mano para animar a sus compañeros a que ocupasen sus escaños y pusieran fin al improvisado homenaje.
El coordinador general del PP, Fernando Martínez Maillo, se ha referido a la posibilidad de un paso atrás de Rajoy y lo ha hecho con palabras ambigüas: “No se puede descartar lo que no se plantea”. A media tarde de este miércoles, fuentes de Génova consultadas por eldiario.es aseguran que Rajoy acudirá a la moción de censura con normalidad, sin que la posibilidad de una dimisión esté encima de la mesa.
El PNV mantiene la incógnita
Por el momento, la moción sigue contando con posibilidades. Sánchez cuenta con el voto del grupo de Unidos Podemos y también el de ERC. “Echar a ladrones y a carceleros de la Moncloa no es una opción, es una obligación”, aseguraba Rufián, provocando las quejas de la bancada del PP. Por lo dicho por el portavoz del PDeCat, Carles Campuzano, que ha apuntado a que harán lo mismo que sus socios republicanos, los nacionalistas catalanes también la respaldarán. Pero el PNV, que tiene en sus manos el éxito de la moción, sigue sin aclarar cuál es su postura. Consciente de la atención mediática que está generando en las últimas horas, el portavoz de los nacionalistas vascos en el Congreso explicaba sonriente a la entrada del Parlamento: “No hay novedades. No news”.
El presidente del Gobierno está viviendo una de las semanas más complicadas de su vida política. El jefe del Ejecutivo ha acusado a los de Sánchez de querer conformar un “Gobierno Frankestein” por tener como “acompañantes” a Podemos y al resto de grupos parlamentarios. A todos ellos, pero mirando a los ojos al que hasta la semana pasada era su socio primordial, el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, Rajoy ha dicho: “Les están chantajeando a todos ustedes”.
De los ERE a la casa de Iglesias y Montero
Otros miembros del Ejecutivo también han tratado como han podido de defenderse de las peticiones de dimisión planteadas por los diputados de PSOE, Unidos Podemos o ERC. La vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, se ha apoyado en el caso de los ERE de Andalucía. Ha considerado que “quien ha de reprender no puede tener falta” y por ello ha recordado que dos expresidentes socialistas, en alusión a Manuel Chaves y José Antonio Griñán están “en el banquillo” de los acusados. También ha acusado a los socialistas de querer “hacerse con el poder que no ganan en las urnas”.
El ministro de Justicia, Rafael Catalá, ha insistido, por su parte, en que la sentencia de la Gürtel “no condena por corrupción al PP”, sino que simplemente dice que el partido se benefició “a título lucrativo”. Si Sáenz de Santamaría utilizaba los ERE, Catalá optaba por la casa adquirida por el líder de Podemos, Pablo Iglesias, y la portavoz parlamentaria, Irene Montero. “Ustedes y el señor Sánchez tienen hipotecas chollo”.