Gamarra critica que la Abogacía del Estado acusara a los líderes del procés por un delito de sedición que terminó aplicando el Supremo
La portavoz del Partido Popular en el Congreso, Cuca Gamarra, ha dedicado parte de su discurso en la investidura de Alberto Núñez Feijóo a criticar la acción penal del Gobierno contra el procés independentistas. Una de sus críticas ha sido “querer cambiar la posición de la Abogacía del Estado en el juicio del 1 de octubre”. La postura de la Abogacía fue, después de ese cambio de criterio, la que prevaleció en la sentencia del procés.
Edmundo Bal, ahora en la política y entonces en la Abogacía del Estado en representación de Hacienda, apostó por impulsar la acusación por rebelión cuando acabó la investigación del procés. En ese momento fue sustituido por Rosa María Seoane y la Abogacía del Estado acusó a los líderes del procés por sedición, no por rebelión como la Fiscalía, una teoría que terminó plasmando el Supremo en su sentencia al condenarles por ese delito.
Escribe Alberto Pozas