El Ayuntamiento de León borra en pocas horas el homenaje a los presos del campo franquista de San Marcos
Terminó por ser un homenaje efímero. Herminia García, Manuel Díez, José Crespo, Arsenio Martín. Son algunos de los nombres que el sábado 12 de septiembre fueron escritos en el suelo frente al Parador de San Marcos de León. El edificio fue utilizado como campo de concentración desde 1936 y la lista fue una forma de homenajear a los miles de presos republicanos que fueron recluidos allí.
Sin embargo, no duraron mucho. Unas horas después de la iniciativa, que formaba parte de una representación artística sobre la memoria histórica, los operarios de limpieza del Ayuntamiento de León, gobernado por el Partido Popular, borraron con mangueras el resultado.
“La orden hizo que el personal del servicio municipal de limpieza comenzara a borrar los nombres a las 12 de la noche”, denuncia Emilio Silva, presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica que se encontraba ese día en la ciudad para participar en el homenaje. Desde el consistorio aseguran que son labores que se realizan habitualmente y niegan cualquier tipo de intencionalidad. Antonio Silván, alcalde de la localidad, sostiene que “la apertura del Ayuntamiento a cualquier iniciativa está sobre la mesa”. “Soy el alcalde de todos los leoneses, también de los responsables y representantes de la memoria histórica”, afirma.
Sin embargo, varias personas que se acercaron a esas horas a la plaza han contado a eldiario.es cómo los propios operarios de limpieza confirmaron que se trataba de algo excepcional y que “ellos cumplían órdenes y hacían su trabajo”. “Además solo estaban limpiando las zonas del suelo donde había nombres”, comenta Israel, vecino de la localidad que presenció los hechos. “Uno de los trabajadores le decía a otro en qué partes se mantenía la tiza para que la limpiase”, dice Elena, que también estaba allí. La candidatura ciudadana León en Común, que cuenta con dos concejales, ha pedido explicaciones al Ayuntamiento por “la rapidez nunca antes demostrada” por los servicios de limpieza y denuncia que se ha eliminado el resultado de la acción “como si fuera basura”.
“De poco tacto y poca humanidad”
Frente a la imponente fachada del edificio de San Marcos, hoy convertido en un lujoso Parador, decenas de voluntarios y familiares de presos fueron escribiendo con tiza durante todo el día del sábado los nombres de los más de 6.000 hombres y 300 mujeres que en los tiempos de máxima ocupación fueron recluidos en el campo de concentración por el bando franquista. El objetivo de la acción, llamada Los Nombres e impulsada por el artista Luis Melón, era destacar la historia del Parador y hacer un llamamiento a las instituciones para que se cumpla la Ley de la Memoria Histórica. El Ejecutivo de Mariano Rajoy ha dejado de financiarla y ha completado una legislatura de abandono económico a las víctimas del franquismo.
En el documento de permiso gestionado por los promotores de la iniciativa y el Ayuntamiento se especifica que “después de la acción los nombres pueden ser borrados o limpiados por los servicios de limpieza”. Sin embargo, Melón, que lo califica como “un malentendido” y prefiere recordar el “éxito de la convocatoria”, condena “la urgencia de hacerlo el mismo día” y considera “de poco tacto y de poca humanidad el ordenarlo a escasas horas de haberlo concluido”. La idea era utilizar tiza para que las letras fueran borradas y pisadas con el paso del tiempo, “un símil de la actual desidia del Gobierno y las instituciones con los represaliados”, sostiene.
En opinión de Emilio Silva, la acción del Ayuntamiento “fue totalmente premeditada” porque “les molesta que en un sitio tan emblemático como San Marcos, tan lujoso e importante para el turismo, se recuerde a las víctimas del franquismo”. Melón, por su parte, ha aprovechado la polémica para volver a reclamar al consistorio “que se comprometa a hacer algo más tangible que unos nombres en tiza”. Una idea que podría traducirse en “unas placas conmemorativas en la plaza y que se permita habilitar en el interior un aula de interpretación y una sede digna para la Asociación de Estudios sobre la Represión en León”.
Indignación de los vecinos
El borrado de los nombres desató una gran indignación entre los vecinos y las personas que los habían escrito, que se quejaron en redes sociales de la actuación del Ayuntamiento. “Borrar los nombres de represaliados no solo es un acto contra la memoria colectiva, es que hiere la sensibilidad de los familiares directos que habían estado haciendo el homenaje”, comenta Elena, que considera que el consistorio leonés “no tiene ningún respeto por la memoria histórica, de ahí la falta de apoyo a las asociaciones para la recuperación de la memoria histórica”.
El campo de concentración de San Marcos destacó por su especial dureza. Las condiciones infrahumanas en las que fueron obligadas a vivir miles de personas han sido relatadas por varios de los presos que sobrevivieron a su encarcelamiento: hambre, falta de higiene, hacinamiento y palizas constantes. El símbolo de la represión en León “fue una jaula de tortura que llegó a ser uno de los establecimientos más severos y saturados de la España franquista” que costó 791 fusilados, 1.563 paseados y 598 fallecidos sin asignar, según se recoge en el libro “San Marcos, el campo de concentración desconocido”, elaborado por la Asociación de Estudios de la Represión en León.