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Javier Darío Restrepo, la dignidad del periodismo en tiempos difíciles

Mónica González y Javier Darío Restrepo durante el Festival Gabo en 2018.

Gumersindo Lafuente

Hay personas que dan lecciones (sobre todo entre los periodistas) y otras que enseñan. Javier Darío Restrepo era de estas últimas. Con su voz musical, serena y suave se hacía escuchar por sus alumnos, que éramos todos. El maestro colombiano de la ética murió el domingo a los 87 años, pocas horas después de regalarnos en Medellín, durante el Festival Gabo, sus últimos consejos, sus últimas sonrisas, sus últimos abrazos.

Periodista de larga trayectoria, primero en televisión como reportero y más tarde como columnista en El Colombiano, El Espectador, El Heraldo o El Tiempo, sus últimos años los dedicó a la ética periodística, de la que era un gran especialista. Desde el año 2000 dirigía el consultorio ético de la Fundación Gabo (antes FNPI). De ese intenso intercambio de inquietudes salieron los dos volúmenes de El Zumbido y el Moscardón.

Precisamente, el pasado viernes, en Medellín, presentó su último libro La constelación ética. Mónica González, veterana y maravillosa periodista chilena me dijo con amor y preocupación: “Está viejito Javier Darío”. Pero por la tarde le vi hablando con los estudiantes, afable y animado como siempre. Dejó por un momento su rústico bastón y nos dimos un abrazo.

Desde hace un año Mónica González, Alex Grijelmo, Jorge Cardona y yo mismo tuvimos la inmensa suerte de compartir nuestras opiniones sobre las dudas éticas que nos planteaban colegas de todo el mundo. Nosotros fallábamos alguna semana, él nunca. Siempre estaba disponible y certero.

En julio de este mismo año, en la Universidad Menéndez Pelayo, Javier Darío resumió en un delicioso discurso su búsqueda por lo ético, no se lo pierdan, lean esta maravilla.

“En la información periodística existe un potencial político desaprovechado, que no ha sido puesto al servicio de la sociedad. Prejuicios y temores aparte, y con plena conciencia del cambio que se está operando en nuestro presente, turbulento y enigmático, se puede esperar para el futuro un desarrollo de esta posibilidad, la del periodismo guía y líder en la sociedad, que será el desarrollo y aplicación del valor ético de la responsabilidad sobre el poder de la información”. Javier Darío siempre miró al futuro y bregó por la dignidad del oficio. Sus alumnos le debemos continuar su trabajo.

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