Google y Microsoft ganan menos pero ven premiada su carrera por la inteligencia artificial
Empieza la semana caliente de las tecnológicas, con sus primeros resultados trimestrales de 2023, también los primeros desde las series de despidos masivos y la confirmación de la apuesta total por la inteligencia artificial como en el sector. Este miércoles les ha tocado el turno a Microsoft y Alphabet (la matriz de Google y YouTube) que han revelado una caída de sus beneficios pese a lograr aumentos de su facturación. Sin embargo, los mercados ha reaccionado positivamente y sus acciones crecen en las operaciones tras el cierre de Wall Street, hasta un 8,5% en el caso de Microsoft.
La tecnológica estadounidense Microsoft ha anunciado un beneficio neto de 52.280 millones de dólares en los primeros nueve meses de su año fiscal, un 6,6% menos que en el mismo periodo del año anterior, pero superó las expectativas de los mercados gracias sobre todo a su negocio en la nube y su crecimiento en el último período. La compañía fundada por Bill Gates tuvo beneficio neto en el primer trimestre de 2023 de 18.299 millones, un 9% más interanual, y una facturación de 52.857 millones de dólares (7% más).
La tecnológica Alphabet, por su parte, ganó 15.051 millones de dólares (13.716 millones de euros) en el primer trimestre de 2023, un 8,4% menos interanual. La facturación de la empresa ascendió un 2,6% respecto al mismo periodo del ejercicio anterior y se situó en 69.787 millones de dólares, sobre todo gracias a su motor de búsqueda y a su negocio en la nube.
La compañía ha querido destacar en un comunicado que esta última división, Google Cloud, que rivaliza con los servicios líder de Amazon y Microsoft, arrojó por primera vez beneficios, de 191 millones de dólares, con unas ventas de 7.450 millones. Aparte de eso, Alphabet señaló que entre enero y marzo se ha anotado unos cargos de 2.600 millones por la reducción de su plantilla —en enero anunció 12.000 despidos— y de sus espacios de oficina.
Superan las expectativas apoyadas en la IA
Pese a la caída importante de algunas cifras, los resultados del trimestre comprendido entre enero y marzo de ambas tecnológicas superaron las expectativas de Wall Street. Los inversores siguen con nerviosismo los balances de estas empresas para conocer el impacto del entorno de los altos tipos de interés en el sector tecnológico, sumido ahora en planes de reducción de costes que han supuesto una ola de despidos en Estados Unidos.
Más allá de las cifras, los resultados permitieron conocer las prioridades de ambas empresas de boca de sus máximos ejecutivos, Satya Nadella (Microsoft) y Sundar Pichai (Alphabet), que al participar en conferencias para analizar las cuentas acabaron repitiendo numerosas veces las mismas dos palabras: inteligencia artificial (IA).
En ese ámbito, Microsoft parece encabezar la revolución con su apuesta de miles de millones de dólares —no se conoce la cantidad— por la empresa OpenAI, creadora del chat predictivo ChatGPT, pero Nadella abundó que la tecnológica está trabajando en innovar para que “cualquiera pueda automatizar su trabajo”. El ejecutivo, que aseguró que Microsoft tiene “la infraestructura de IA más poderosa”, adelantó que podría hacer más inversiones y que no va a ser “tímido” a la hora de “hacerse con la oportunidad” de tener cuota de mercado, sobre todo en un “periodo de transición” como el actual.
“Creemos que tenemos un buen liderazgo y una oferta diferenciada a lo largo de nuestra cartera” de productos y servicios, agregó, señalando como en otras ocasiones que todas las aplicaciones acabarán eventualmente siendo potenciadas por la IA.
Pichai dijo, en paralelo, que la IA ha sido importante para el negocio de publicidad de Alphabet desde hace años y señaló que ahora el objetivo es el progreso en esta tecnología y la búsqueda de oportunidades para su motor de búsqueda, asuntos que pueden ir de la mano y favorecer su “optimización”. En ese sentido, ha comparado el desarrollo de la IA con una “transformación de éxito como la que hicimos desde la computación de escritorio hacia la celular hace una década”, y reveló que su respuesta a ChatGPT, Bard, incorpora herramientas de desarrollo de software y programación.
La empresa anunció la semana pasada que uniría su conocido como “equipo Cerebro”, Google Research, y su subsidiaria de investigación en IA, DeepMind, para “acelerar de forma significativa” su participación en esta carrera.
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