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Machistas de izquierdas

Barbijaputa

Cuando las feministas decimos que “nada se parece más a un machista de derechas que un machista de izquierdas” no lo hacemos a la ligera. Máxime si tenemos en cuenta que el feminismo es un movimiento de izquierdas, ya que esto hace que el machismo nos duela más cuando viene de una persona de tu misma ideología.

Me escriben –cada vez con más frecuencia– feministas contándome enfrentamientos que tienen con compañeros de partido o con amigos y familiares de izquierdas a cuenta del feminismo. Esta semana he recibido este mensaje de una chica: “Últimamente tengo muchos debates con hombres que se definen de izquierdas en cuanto a clase y feminismo, y me preguntan si defendería antes a una mujer burguesa o a un hombre trabajador”.

El machista de izquierdas, como muchas ya habéis comprobado, es también tan creativo para las hipótesis y excusas machunas como cualquier machista de derechas. Estaréis ya acostumbradas a que os pongan en escenarios absurdos para que hagáis cortocircuito ante falacias y así pensar que han ganado el debate. Ese debate que consiste siempre en lo mismo: la lucha de clases es más importante / va primero / es la vía adecuada, o inventos como que si tumbamos el capitalismo acabaremos con el patriarcado. Suelen escudarse en que el machismo es culpa del capitalismo, y que hay que aunar fuerzas contra uno para eliminar los dos (antes del capitalismo se ve que nosotras vivíamos genial). 

Para empezar, esa hipótesis de “mujer de clase media vs hombre obrero” es un falso dilema, básicamente porque no tenemos que elegir a uno u otra, no son excluyentes, como no lo son la lucha de clases y el feminismo. Son complementarios y no se entienden el uno sin el otro. Asombra bastante que, desde la izquierda, preocupada por el bien común y enemiga del individualismo, vengan estos argumentos sobre casos hipotéticos precisamente con individuos... pero aún tomando esa disyuntiva por buena, es tan fácil como estar con ambos: con la mujer de clase alta si ha sido agredida sexualmente y con el obrero si ha sido explotado laboralmente.

En el caso de que la disyuntiva incluya a ambos individuos, es tan fácil como apoyar al obrero si está siendo explotado por una mujer de clase alta y de parte de ella si es él quien la ha acosado sexualmente. Porque, ¿desde cuándo en la izquierda hay que elegir por una lucha que defender? ¿Desde cuándo las opresiones van por orden? 

La lucha de clases pelea por las personas trabajadoras y el feminismo lo hace por la liberación de las mujeres, la única diferencia entre movimientos es que en el feminismo tenemos clara la lucha de clases, pero en ésta, el feminismo es visto por muchísimos hombres como una amenaza. Amenaza porque nuestros esfuerzos están puestos en algo que para ellos es secundario, y lo es porque ellos son hombres, claro. 

Todavía no he visto a una feminista reprocharle a un hombre que luche contra la desigualdad entre clases, y tampoco he oído nunca algo como “estás perdiendo el foco, lo importante es la liberación de la mujer primero, y las clases después”. Nosotras sí nosotras estamos hartas de oír que estamos dividiendo la lucha de clases. Dividiendo, ojo. Ni siquiera notan que argumentan como los anticomunistas cuando dicen “los comunistas están dividiendo a la sociedad enfrentándola en dos clases”. Como si las clases fueran un invento.

Si ambas luchas se hacen por separado, la lucha de clases peleará por todas las personas que forman parte de la clase trabajadora aunque éstas sean machistas y estén generando violencia contra las mujeres, y si el feminismo defendiera sólo la liberación de todas las mujeres sin tener en cuenta la clase, se verían beneficiadas también las mujeres de clase alta, porque seguiría existiendo la clase alta. Sólo entendiendo ambas luchas como una sola conseguiremos una sociedad sin machistas y sin ricos/pobres.

Si el feminismo no se encontrara con tantos obstáculos entre los hombres de izquierdas, el feminismo ya estaría asumido como irrenunciable dentro de la lucha de clases como elemento imprescindible, de la misma forma que en la liberación de la mujer está como elemento indiscutible la lucha obrera. Cualquier feminismo que no abogue por la liberación de todas las mujeres y sólo se centre en las mujeres de clase media-alta no es feminismo, y si tenemos eso claro, ¿cómo se llama entonces la lucha de clases que practican estos izquierdistas que sólo quieren eliminar las cadenas que conlleva ser de clase obrera pero no las que traen el género?

El feminismo no está despistado, ni ha perdido el norte, ni está “desperdiciando” ningún esfuerzo, pero sí está solo, precisamente por el machismo reinante dentro de la propia izquierda que dice luchar por los oprimidos. Porque de igual forma –y hasta con los mismos argumentos– que la derecha ridiculiza y relativiza a los que quieren eliminar la oligarquía y las clases sociales, los machistas de izquierdas intentan banalizar y ningunear a las que queremos abolir el patriarcado.

Parece mentira que tengamos que estar a la gresca entre los que sufrimos opresiones y no entendamos la interseccionalidad de sus módulos. O aún peor: que los machistas de izquierda pequen de lo mismo que los de clase sociales privilegiadas: negar sus privilegios. Deberían, quizá, leer a más mujeres referentes de la izquierda y no sólo a Gramsci, como por ejemplo a Flora Tristán, que como les recuerda en 'Clase y Género': “El hombre más oprimido puede oprimir a otro ser, que es su mujer. La mujer es la proletaria del proletario”.

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