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Focus Abengoa o las horas más inciertas de los valedores del barroco sevillano

Diego Velázquez en El Prado

Amalia Bulnes

A la aparente sensación de normalidad que quieren transmitir a los medios los portavoces de Abengoa y la Fundación Focus -la ramificación sociocultural de la compañía que tiene su sede en el Hospital de los Venerables de Sevilla-, hay que añadirle la celeridad con la que ha procedido una de las instituciones privadas con más predicamento internacional en la difusión de la pintura barroca española y sevillana en modificar sus órganos de gobierno. Ya en su página web figuraba ayer la nueva composición de su Patronato, que preside José Domínguez Abascal desde que fuera nombrado Consejero Delegado de Abengoa por la vía de urgencia a final de la semana pasada. Atrás ha quedado la presidencia compartida entre Felipe Benjumea y José B. Terceiro (que aparecen ya sólo en calidad de patronos), aunque se mantiene el resto del organigrama, con la vicepresidencia a cargo del ex ministro José Borrell y patronos de perfiles tan plurales como el nuevo duque de Alba, Carlos Fitz-James Stuart, o el ex presidente de la Junta de Andalucía, José Rodríguez de la Borbolla.

Esto indica, al menos, que algo está cambiando también en Focus -a pesar del secretismo con el que se están realizando sus movimientos-, cuestión que tiene en vilo al mundo de la cultura a nivel tanto andaluz como nacional, por cuanto la Fundación de Abengoa ha sido hasta la fecha estrecha colaboradora de instituciones como el Museo del Prado, el Bellas Artes de Sevilla o la Hispanic Society de Nueva York, en la conservación y difusión del patrimonio artístico del Barroco sevillano en el mundo.

El mantenimiento del Centro Velázquez -único en su especialidad, con quince obras de primera magnitud de autores barrocos de la talla del propio Velázquez, Herrera el Viejo, Murillo y Zurbarán-, la Escuela del Barroco, sus colecciones de estampas y arte contemporáneo, así como la convocatoria de galardones como su reputado Premio Internacional de Pintura (dotado con 24.000 euros) necesitó el año pasado de una inversión por parte de Abengoa de cerca de 7 millones de euros; en concreto, 6.780.980 euros según las últimas cifras publicadas en el Informe Anual de 2014, que contaba con una previsión de incremento del gasto en un 28% para este 2015 y que, a día de hoy, es una absoluta incógnita de cara al ejercicio de 2016.

La jugada maestra

Abengoa, gracias a estas inversiones, ha podido colocar su nombre no sólo en los circuitos empresariales y económicos de mayor peso en el mercado internacional, sino que se ha posicionado en los cenáculos académicos y culturales con mayor proyección e influencia internacional. A pesar de haber comenzado propiamente su actividad como Fundación en 1982, consiguiendo posicionarse en la ciudad desde la atalaya de enorme prestigio que supuso en 1991 su traslado al Hospital de los Venerables -una joya de la arquitectura barroca sevillana construida en el siglo XVII-, la Fundación Focus dio su salto definitivo al Olimpo de la cultura internacional en el año 2007, cuando concurre a una subasta de Sotheby's en Londres y adquiere, en medio de una impresionante expectación mediática y por un valor hoy prohibitivo de 12 millones de euros, uno de los escasos cinco cuadros de Velázquez que aún quedaban en manos privadas en el mundo en ese momento: una 'Santa Rufina' datada en torno a 1615, en los años sevillanos del autor de Las Meninas.

Gracias a esta jugada maestra de incuestionable éxito público, Abengoa, en colaboración con el Ayuntamiento de Sevilla en la última etapa de Alfredo Sánchez Monteseirín como alcalde, consigue levantar un pequeño pero dignísimo museo dedicado a la etapa sevillana de Velázquez (el maestro y sus principales pintores coetáneos), para lo que consiguió recibir en donación cuadros de la colección municipal sevillana de incuestionable valor que sólo pueden contemplarse previo pago de la entrada al Hospital de los Venerables (5,50 euros), a pesar de tratarse de un patrimonio público -propiedad del Ayuntamiento de Sevilla-, una cuestión que sigue levantando malestar y sobre la que se cierne una incertidumbre de futuro más que fundada.

En la actualidad, el Centro de Interpretación Diego Velázquez cuenta con una colección permanente de una quincena de obras, entre pinturas y esculturas, entre las que destacan tres cuadros del joven Velázquez, una temprana Inmaculada Concepción fechada hacia 1618, la Santa Rufina, ambas titularidad de la Fundación Focus-Abengoa, y la Imposición de la Casulla a san Ildefonso depositada por el Ayuntamiento de Sevilla, que muestran su original universo pictórico. Esta cabal representación de su obra juvenil convive con la de sus referentes artísticos más próximos, como el caravaggista italiano Bartolomeo Cavarozzi, que viajó a España entre 1617 y 1619, así como Francisco Herrera el Viejo y Francisco Pacheco, o el escultor Juan Martínez Montañés. Un diálogo que se cierra con otros pintores activos en Sevilla y relacionados con Velázquez como Francisco Varela, Francisco de Zurbarán o Bartolomé Esteban Murillo. Todas estas obras han ido siendo depositadas por prestigiosas instituciones como el Museo Nacional del Prado, el Ayuntamiento de Sevilla, el Arzobispado de Sevilla y The Hispanic Society of America de Nueva York, lo que ha servido para posicionar el nombre de Abengoa en los más importantes circuitos de la cultura internacional.

La primera prueba de fuego para comprobar la normalidad en la continuidad de la actividad en la Fundación Focus será, no obstante, la relacionada con el arte contemporáneo y su Premio Internacional de Pintura, cuyo plazo para la presentación de obras terminó el pasado 21 de noviembre. Según las bases del premio, el jurado deberá fallar el galardón antes del 31 de diciembre de 2015, y celebrará la entrega pública del reconocimiento, así como la exposición de sus finalistas, en enero de 2016. A los 24.000 euros del primer premio, hay que sumarle los 6.000 que la Fundación Focus ha entregado también, cada año, a un accésit del premio.

“Nuestro objetivo es poder garantizar la viabilidad y el futuro de Abengoa y, por supuesto, de su Fundación”, insisten desde la compañía.

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