Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
Una denuncia de la extrema derecha lleva al límite al Gobierno de Sánchez
Crónica - El día que Sánchez se declaró humano. Por Esther Palomera
Opinión - El presidente Sánchez no puede ceder
Noticia de agencia

Noticia servida automáticamente por la Agencia EFE

Esta información es un teletipo de la Agencia EFE y se publica en nuestra web de manera automática como parte del servicio que nos ofrece esta agencia de noticias. No ha sido editado ni titulado por un periodista de eldiario.es.

Herman Koch continúa dibujando la burguesía europea en “Estimado señor M.”

Herman Koch continúa dibujando la burguesía europea en "Estimado señor M."

EFE

Barcelona (España) —

0

Célebre por “La cena”, inspirado en el asesinato de una mujer indigente en un cajero en Barcelona, el escritor holandés Herman Koch sigue describiendo la putrefacción de la clase media burguesa europea en su última novela, “Estimado señor M.”, en este caso un ejercicio de metaliteratura.

En una entrevista con Efe, Koch explica que recurre al protagonista de su novela para hablar de la vanidad de algunos escritores.

“Comencé esta novela -explica- con la idea de que cuando alguien ha hecho algo y es sospechoso y algún escritor escribe un libro sobre eso, aunque sea inocente es difícil defenderte contra esa sospecha, es una condena eterna”.

“Estimado señor M.” (Salamandra/Amsterdam) arranca con un narrador anónimo obsesionado con exponer en detalle los aspectos más íntimos de la vida de su vecino, el señor M., uno de los escritores más célebres del país, que cimentó su fama hace cuarenta años con la publicación de la novela “Ajuste de cuentas”, inspirada en una trágica historia ocurrida por entonces.

Si en “La cena” utilizó un hecho real para construir una ficción, se puede decir, admite Koch, que en “Estimado señor M.” hay “un guiño” al tipo de libro que ha escrito en el pasado.

Koch considera que “hacer metaliteratura es una buena opción”, si bien aclara que “no se trata de una sátira del mundillo literario”, porque no ha exagerado nada, no ha caricaturizado, sino que se ha “limitado a la realidad”.

“M. es un personaje tan conocido que no necesita todo el nombre”, justifica Koch, pero esa abreviatura de su nombre también emula esos casos judiciales en los que para garantizar el anonimato del acusado se le identifica únicamente con la primera letra.

Sobre la idea de que el escritor debe estar comprometido con su sociedad, Koch disiente en parte pues “solo debe escribir libros buenos” y él personalmente prefiere introducir las cuestiones sociales o políticas en sus novelas, pero prefiere estar “fuera de estos debates”.

“Un escritor puede ser comunista o facha (fascista) y a la vez escribir libros buenísimos, por tanto, las opiniones personales no importan tanto. Como escritor debes ser capaz de defender, sobre todo, las opiniones con las que no estás de acuerdo”, resume el escritor.

En “Estimado señor M.”, Koch sigue ocupándose de la clase burguesa europea, que piensa ha evolucionado poco: “Se autofelicitan de lo bien que viven y están convencidos de que sus normas valen para todo el mundo, hacen poco autocrítica, pero ahora se sienten más amenazados por la inmigración a gran escala de los últimos meses”.

La burguesía, la clase media que siempre se ha presentado como tolerante, añade, “en el momento en que se pone un centro de acogida de refugiados en su barrio son los primeros que protestan para que no siga adelante”.

La popularidad que vive Koch queda patente en su novela “La cena”, que tuvo una versión cinematográfica holandesa hace dos años, otra italiana, “I nostri ragazzi” y la norteamericana, “The dinner”, que ya se encuentra en fase de montaje, con Richard Gere, Steve Coogan, Laura Linney, Chloe Sevigny y Rebecca Hall como protagonistas, dirigidos por Oren Moverman.

“Me gusta dejar toda la libertad a un director de cine y a un guionista, pero además no me gusta repetir, releer mis propios libros para escribir un guión, prefiero escribir otro libro”, confiesa.

Etiquetas
stats