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Bilbao perderá 27.509 habitantes en los próximo 27 años y hasta 2024 no volverá a atraer “población de fuera”

Bilbao perderá 27.509 habitantes en los próximo 27 años y hasta 2024 no volverá a atraer "población de fuera"

EUROPA PRESS

BILBAO —

Bilbao contará con 32.360 habitantes en 2030, lo que significará perder 27.509 personas desde 2013, y hasta 2014 no volverá a ser una ciudad que atraiga población extranjera y del resto de la comunidad autónoma o del Estado, según un estudio de proyección demográfica elaborado por el Ayuntamiento bilbaíno y la Universidad del País Vasco (UPV/EHU).

El coordinador de Política Económica del Ayuntamiento de Bilbao, Andoni Aldekoa, y el profesor y doctor en Sociología por la Universidad del País Vasco Unai Martín, han presentado este martes el estudio “Bilbao 2030. Proyecciones demográficas para la ciudad de Bilbao y sus distritos”.

En el estudio se recoge que, en 2030 Bilbao, contará con un total de 322.360 habitantes, lo que supone un descenso respecto a 2013 del 7,9%. Tras unos años de estabilidad al comienzo del siglo, el descenso poblacional de Bilbao se inició ya en 2010 y los próximos años supondrán una aceleración del mismo.

Así, las mayores pérdidas de población se producirán durante la segunda parte de la década actual en la que la población descenderá a un ritmo anual del 0,8-0,9%. En las décadas siguientes, el descenso de la población será menor hasta llegar a una situación de cierta estabilidad a finales de la década de 2020.

La pérdida de la población estimada para Bilbao es ligeramente mayor que la estimada para Bizkaia, ya que mientras que en el periodo 2013-2026 Bilbao perderá el 7,7% de su población, Bizkaia perderá un 5,6%.

Tal y como muestran las pirámides de población, Bilbao será en 2030 una población con más población mayor y con menos población en edades intermedias y jóvenes.

En el caso de la población mayor, en 2030 el número de personas de 65 y más años que vivirá en Bilbao aumentará en 14.985 personas, es decir un 18,9%. El aumento será especialmente relevante en las personas de mayor edad, ya que los habitantes de Bilbao de 85 y más años crecerán un 37,6%, es decir, aumentarán en 4.774 personas.

La población menor de 65 años descenderá, principalmente los adultos jóvenes. El número de habitantes de 30 a 49 años bajará un 30,2%, lo que significa que habrá 32.400 personas menos. La población de 0 a 4 años también disminuirá de manera importante, reduciendo su número en 2.782 personas, un 19,1%. Asimismo, bajará la población de 5 a 14 años, un 13,3% (3.729 personas) y en menor medida (7,8% y 3.761 personas) la de 15 a 29.

El cambio en el tamaño de los grupos de edad provocará una modificación del peso de los mismos en el total de la población. De esta forma, mientras que en 2013, de cada 100 personas residentes en Bilbao, 23 tenían 65 o más años, en 2030 serán 29. El colectivo de personas mayores de 85 años pasará de representar el 3,6% a representar el 5,4% de la población.

En el caso de la población menor, su peso en el conjunto de población se reducirá levemente. Las personas de 0 a 4 años pasarán de representar el 4,2% al 3,6%, mientras que la población de 5 a 14 años pasará del 8,0% al 7,6%. El mayor descenso en su peso relativo se producirá en la población de 30 a 49 años que pasarán, de ser casi 31 personas de cada 100 habitantes de Bilbao, a ser 23 de cada 100.

La disminución de la población joven y el aumento de la población mayor provocarán un descenso en la tasa de reposición de la población en edad activa, es decir, un número cada vez menor de personas en edad de incorporarse al mercado laboral (20-24 años) respecto a las que lo abandonan (60-64 años), lo que atraerá a “población de fuera”.

Así, en el conjunto de Bilbao, mientras que en 2001 por cada 100 personas que estaban en edad de abandonar el mercado laboral había 130 en edad de incorporarse, en 2013 las personas en edad de comenzar su vida laboral serán 74 y, en 2022, 54. A partir de ahí, el número se estabilizará con una tendencia ligeramente ascendente.

En el conjunto de la ciudad, el descenso de la población previsto para el periodo 2013-2030 se producirá tanto a causa de un crecimiento natural negativo (mayor número de defunciones respecto a nacimientos) como a causa de un saldo migratorio negativo (mayor número de emigrantes que inmigrantes).

Durante este siglo, y hasta el final de la primera década, el saldo migratorio positivo había conseguido compensar el mayor número de fallecidos, respecto al de nacimientos. Sin embargo, en el periodo de 2009 a 2024 el saldo migratorio comienza a ser negativo (llegan menos inmigrantes que las personas que abandonan la ciudad), lo que unido a un crecimiento natural cada vez más negativo, provoca que hasta 2028 la ciudad de Bilbao vaya a perder población.

En 2024 se estima que el saldo migratorio volverá a ser positivo y crecerá progresivamente hasta compensar, en 2028, la pérdida de población provocada por el crecimiento natural negativo.

En cuanto al crecimiento natural, es decir la diferencia entre nacimientos y defunciones, se acentuará, durante el periodo estudiado, la tendencia descendente ya iniciada en 2008. Este aumento de la pérdida poblacional se debe principalmente al descenso de los nacimientos ya que las defunciones mostrarán una tendencia más constante.

En 2025 nacerán en Bilbao algo menos de 2.300 niños, lo que supone 948 nacimientos menos que en 2008, es decir, un descenso del 29%.

El saldo migratorio también acentuará su tendencia descendente durante los próximos años debido a la caída en la llegada de inmigrantes. Este saldo se prevé comience a ser positivo a principios de la década de 2020.

RETOS

Aldekoa ha considerado que Bilbao tiene como “dos grandisimos retos, la economía y conseguir viabilidad económica para el futuro de la ciudad, y atender todo lo que supone el cambio demográfico a medio largo plazo”.

Tras señalar que “es evidente que hay una tendencia preocupante de envejecimiento de la ciudad”, ha advertido de la necesidad de realizar políticas públicas para “cambiar esa tendencia o, de lo contrario, tendremos serios problemas de viabilidad de cara al futuro”.

Aldekoa ha señalado la necesidad de llevar a cabo políticas para hacer que esa población envejecida “viva con una mayor calidad de vida” y, en ese sentido, ha dicho que va a ser “muy importante toda la política de accesibilidad interna en las viviendas de Bilbao”, así como “todas las políticas de accesibilidad a los barrios”.

MAGNETISMO

Asimismo, ha considerado preciso seguir trabajando en el “magnetismo” de la ciudad para atraer universidades, inversiones, y turistas, con el objetivo de ser “una ciudad interesante, en la que guste vivir, y que nos permita cambiar las tendencias”.

Para Alddekoa, es “fundamental en el futuro” de Bilbao que la ciudad haga “una apuesta fortísima” por la universidad, “porque la universidad es gente joven y preparada y puede ser un elemento de atracción importante de personas que pasen a formar parte de nuestra sociedad”.

También ha considerado necesario “un cambio de actitud”. “La ciudad tiene que tener un cambio de actitud si quiere afrontar de verdad el problema del envejecimiento, la ciudad se tiene que abrir a nuevas personas, actividades y formas de hacer las cosas”, ha advertido, para añadir que, “si seguimos haciendo las cosas como ahora, además de una ciudad envejecida, Bilbao va a ser una ciudad vieja”.

Tras afirmar que en Bilbao “cada vez hay más intolerancia a las actividades, a lo desconocido y a todo lo que supone rejuvenecer la ciudad”, Aldekoa ha dicho que la población de Bilbao “tiene que estar dispuesta a acoger nueva población, nuevas actividades, nuevos hábitos y nuevas dinámicas, porque si rechazamos todo lo nuevo que nos viene a la ciudad, no nos va a permitir afrontar el futuro. O abrimos espacio a nuevas actitudes, nuevas dinámicas y nuevas personas en Bilbao, o no vamos a poder afrontar esto”, ha concluido.

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