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“Si se aprueba esa subida del 525% el Conservatorio se quedará sin alumnos”

Alumnas del Conservatorio de Danza de Vitoria durante una de sus actuaciones.
Vitoria-Gasteiz —

Se oyen tambores de guerra en el Conservatorio José Uruñuela de Vitoria. La noticia sobre la propuesta de subida desorbitada de cuotas plateada por el PP de cara al curso 2014-2015 ha puesto en alerta a los padres de los alumnos afectados y a los propios trabajadores del centro educativo. Ambos colectivos consideran que el incremento de las tarifas, cercano a un 525% en el caso de los estudios de grado profesional, pone en serio riesgo la continuidad de los estudios de la única escuela profesional de danza de Euskadi porque no los usuarios no podrán hacer frente a esos precios.

Desde el AMPA declarán incluso que detrás de esta medida se esconde la intención del PP de dejar morir el centro. “Se trara de un cierre encubierto en toda regla. Si aprueban esa subida, las familias no podremos asumir esos pagos y el Conservatorio se quedará sin alumnos, que parece que es lo que busca el PP para deshacerse del centro”, manifestaba la portavoz del AMPA de José Uruñuela, Edurne Andueza. La representante lamentaba la reacción del concejal de Hacienda Manu Uriarte, al que hicieron llegar sus quejas el pasado miércoles en la presentación de los presuespuestos en el centro cívico Ibaiondo y cuya respuesta fue muy tibia, según relata la portavoz. “Cuando le expusimos nuestra problemática nos respondió que 'sería una pena'. Es lamentable que se haya ceñido a ese único comentario. Si lo que quieren es que sea el Gobierno vasco quien se haga cargo de estos estudios es su problema y no deben trasladarlo a las familias porque no den con la solución”, añadía en referencia al pulso que mantiene ambas instituciones sobre esta cuestión. Maroto ha responsabilizado al Gobierno vasco por este posible aumento de precios. El Gobierno popular espera que sea el departamento de Educación quien sufrague los ciclos superiores, ya que sostiene que no son «competencia» del Consistorio, una responsabilidad que el ejecutivo de Ínigo Urkullu no parece estar dispuesto a aceptar.

Entre los alumnos del grado profesional la noticia ha caído como una jarro de agua fría. Se repiten los comentarios antes de entrar a las salas de ensayo entorno a la subida de precios. “Llevo casi ocho años, desde que era pequeña y me quedan otros cinco para acabar el ciclo de profesional. No me planteo otra salida que no sea esta ya que le he dedicado mucho tiempo y tengo la firme determinación de continuar esta carrera”, confiesa Naomi Valle, alumna de primero del ciclo profesional. A su lado su madre se pregunta si podrá cumplir el deseo de su hija. “Ella querría seguir pero esas tasas son abusivas, ¿quién puede hacer frente a eso, de pagar 120 al mes a 630 y pico. Nosotros no”, lamenta.

María Blanco, madre de otras dos alumnas del Conservatorio, comparte la misma opinión y se muestra dispuesta a iniciar las acciones reivindicativas y movilizaciones que sean necesarias para evitar el temido desenlace. “A mi me parece muy mal. Todos los alumnos tiene derecho a empezar y a acabar lo que comienzan. A mi hija le quedan cinco años de estudios. Está en primero de profesional y siente verdadera pasión, no contempla su vida sin el Conservatorio. Si desaparece le quitan su razón de vivir. Me dice que si no sigue con esto, no va a estudir otra cosa. Se acaba su sueño. Ha volcado todos sus esfuerzos y sacrifica muchas horas de vida por compaginar estudios y danza”, revela Blanco. “En esta lucha se tiene que implicar toda la ciudadanía. El centro es de todo el País Vasco, tenemos derecho a él todos los ciudadanos vascos. Hoy empiezan por el Conservatorio de Danza, mañana igual toca el de Música. la cultura siempre la final de las prioridades. Es de vergüenza” denuncia.

“A mi hija le quitan su razón de vivir”

Por su parte el claustro de profesores y otros profesionales del centro improvisaron a primera hora de la tarde de ayer una reunión de urgencia para analizar la situación. “Estamos muy preocupados por el futuro del Conservatorio. Lo primero tenemos que analizar con detenimiento lo que sucede y solicitar al concejal de área correspondiente que acuda al centro a darnos las explicaciones pertinenentes”, manifestaba Ana María Lebrero, una de las profesoras. Los trabajadores del centro prefieren ser prudentes y guardar silencio ante los medios hasta contar con la confirmación oficial del Ayuntamiento sobre la propuesta de Maroto. “Se nos hace extraño que los mismo que apostaron por este centro e impulsaron en su día el grado de estudios profesionales implanten esta medida que no va a provocar sino su desaparición. Y si no ofertamos ese ciclo, el resto, no tendrá sentido porque no hay posibilidad de continuar los estudios”, advertían.

Ambos colectivos, padres de alumnos y profesores, se reunirán en el Consejo Escolar Extraordinario que se celebrará mañana para acordar una línea de actuación conjunta en defensa de las enseñanzas elementales y profesionales de ballet.

Por su parte, el PSE presentará una enmienda en el Ayuntamiento para que la subida de precios no supere el IPC, de tal manera que se pueda garantizar la continuidad del centro y de sus más de 160 alumnos y alumnas. “Hay que tener en cuenta que las tasas del PP son invitación al cierre del conservatorio. Están exigiendo a las familias el pago de 5.000 euros más al año, y eso es inasumible. Quiere que saquen a sus hijos e hijas del centro”, denuncia la concejala socialista Maite Berrocal. “Al PP le molesta la cultura y a Maroto, como miembro del partido, también. Es el Atila de la cultura en Vitoria. Está haciendo un daño inmenso difícil de reparar, con el agravante de que en este caso quiere utilizar a las familias como moneda de cambio en sus disputas con el Gobierno Vasco. Es lamentable” concluía.

El Conservatorio de Danza, ubicado en el polideportivo del antiguo centro de Educación Infantil y Primaria Valle Inclán, dispone de un aula de maquillaje, seis de danza de 105 metros cuadrados cada una, una polivalente de 150 metros, una sala de proyecciones, una de música y una teórica donde se imparte lenguaje musical. Oferta estudios de predanza y grado elemental y también de grado profesional gracias al que se forjan los bailarines autóctonos que antes debían desplazarse a Madrid, Barcelona o Sevilla. En la actualidad hay un total de 161 alumnos matriculados, 42 de ellos en enseñanza superior. La enseñanza elemental comienza a los ocho años con cuatro horas semanales. A los 12, los alumnos inician el grado profesional, que se extiende hasta los 17 y 18 años, cuando el baile ocupa todo el día y se compagina con el bachillerato a distancia o nocturno.

Son numerosas las bailarinas que han salido de las aulas del José Uruñuela y ahora brillan como solistas. Las alumnas aventajadas han sido, por ejemplo, Aiara Iturrioz, quien se incorporará al Ballet de Stuttgart, junto a Alicia Amatriain, primera bailarina de esta compañía y Oihane Herrero, primera solista; Laura Pérez, Raquel Santamarta y Leyre Cabrera, incorporadas a la compañía de Ángel Corella, y Ane Anza, miembro de la compañía Dantza.

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