Estudiante herida en Córdoba: “Queríamos hacer una sentada pacífica y que nos escuchasen”
“Nunca esperé que nos fuesen a pegar así”. Sara tiene 16 años, estudia 4º curso de la ESO en un instituto de Córdoba capital y participó en la jornada de huelga convocada en la educación para protestar contras las reválidas y la Lomce. Ella realizaba el recorrido previsto de la manifestación este pasado miércoles cuando, junto a un grupo de dos centenares de estudiantes, desviaron su camino y se encaminaron hacia la sede del PP en Córdoba, donde la Policía Nacional cargó contra ellos.
“Yo iba con intención de que nos escucharan y manifestar lo que queremos en nuestra educación”, relata a eldiario.es/andalucia la joven, que participaba en la protesta junto a compañeros de clase y amigos de otros institutos. “No esperaba que nos pegasen”, reitera.
Sara terminó la jornada en Urgencias de un centro sanitario cordobés, con el brazo en cabestrillo y contusiones en el codo y la cadera. Le alcanzaron los golpes de las defensas de la policía cuando el grupo de estudiantes se aproximó hasta la misma línea que dibujaban los agentes en la calzada en una calle aledaña a la sede del PP.
“Había un cordón de policías con sus motos impidiendo el paso”, -relata sobre lo sucedido. “Estuvimos un rato intentando avanzar, hasta que la primera fila siguió andando, muy despacio…y ahí los policías se pusieron los cascos y sacaron las porras”. Vídeos grabados por los propios estudiantes muestran lo sucedido, cómo efectivamente los estudiantes se acercaron al cordón policial y al llegar a él los agentes iniciaron la carga.
“Con las porras y pelotas de goma”, apunta la joven herida, que vio cómo otra chica era alcanzada en la cabeza y necesitó de puntos de sutura para cerrar la herida o cómo algunos de sus propios compañeros guardan la señal de haber sido golpeados en piernas y brazos.
Protestas organizadas
Fueron miembros del Comité Estudiantil de Resistencia (CER) quienes decidieron “llevar a la práctica la decisión adoptada durante la jornada anterior” y “poner rumbo hacia la sede del PP”, según relatan en su propio blog sobre la jornada de huelga.
“Nos encontramos con que los dos accesos a la calle donde se aloja dicha sede se encuentran totalmente blindados por decenas de policías y furgones. Lejos de asustarse, los estudiantes continúan avanzando hasta estar frente a frente con los cuerpos represivos, quienes al cabo de un rato comienzan a cargar brutal e indiscriminadamente contra el estudiantado aun estando presentes un gran número de menores de edad entre los manifestantes. Los porrazos y los disparos de balas de goma se suceden a una gran velocidad hasta conseguir hacer retroceder al enorme grupo. ¿El resultado? Heridas en la cabeza que han necesitado tres puntos de sutura, marcas y contusiones consecuencia de las porras en los cuerpos de decenas de estudiantes, codos inflamados…”, describen en su relato junto a fotografías de los jóvenes heridos.
Como respuesta a los hechos ocurridos, los estudiantes han convocado una segunda protesta para este viernes por la tarde en el mismo lugar, en las inmediaciones de la sede del PP “como medio para denunciar la violencia policial de la que han sido víctimas”, dicen.
En un mensaje difundido entre los estudiantes y en el blog del colectivo estudiantil, advierten que “esta vez no seremos unos cientos, esta vez seremos muchos más, para denunciar la brutalidad policial, para gritar a una sola voz que no vamos a volver a permitir esto” e invitan a todos los estudiantes a unirse a la protesta.
“En busca de preservar el orden público”
Por su parte, el Sindicato Unificado de Policía (SUP) ha emitido un comunicado sobre los hechos ocurridos en el que señala que la Policía Nacional “se vio obligada” a actuar para disolver la protesta de los estudiantes. Sobre la actuación policial, indican que, “una vez se acercaron estas personas (estudiantes) a la sede del PP, los mandos policiales montaron un dispositivo a fin de mantener el orden público”.
Y aseguran que los jóvenes, “desobedeciendo todas las advertencias e indicaciones policiales, acometieron en bloque contra el cordón” policial, de modo que, “siempre en busca de preservar el orden público, los agentes actuantes se vieron obligados a disolver a este grupo de personas con los medios menos lesivos a su disposición”.