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El movimiento de Juanma Moreno que amortigua la batalla por el PP cordobés

Adolfo Molina y Rosario Alarcón, candidatos a presidir el PP de Córdoba.

Carmen Reina

La decisión de la dirección nacional del PP de impedir que el actual presidente de los populares en Córdoba, José Antonio Nieto, se presentase a la reelección por su incompatibilidad al ocupar también el cargo de secretario de Estado de Seguridad, pilló por sorpresa al partido en la provincia cordobesa. No había aparecido ningún otro nombre de cara al próximo congreso del 3 de junio y, muy al contrario, cargos y militantes del PP cordobés habían lanzado una campaña en Twitter en apoyo al liderazgo de Nieto, pero el partido se encontró, de un día para otro, descolocado.

Así las cosas, el paréntesis de la Semana Santa les sirvió para encauzar a toda prisa la situación a la que se vio abocado el partido de manera inesperada, pero no para presentar una candidatura de consenso. Finalmente, serán dos las personas que se postulen para ocupar la presidencia del PP cordobés a partir de junio: Adolfo Molina -actual secretario general de la formación en Córdoba y parlamentario andaluz, que cuenta con los apoyos trasladados desde el sector oficial que antes apostaba por Nieto-, y Rosario Alarcón, parlamentaria andaluza y número 1 por Córdoba en las elecciones de 2015, que precisamente con su silencio se desmarcó con anterioridad del apoyo al actual presidente del PP cordobés.

La balanza, a primera vista y a falta del recorrido que pueda darse en los días de campaña interna que comienzan este 27 de abril, está claramente del lado de Adolfo Molina. Ha sido señalado como sucesor ‘natural’ directamente por Nieto y cuenta con la riada de apoyos de cargos públicos y orgánicos que aunaba la dirección saliente. Y eso se ha visto ya en la recogida de avales que los dos candidatos han presentado esta semana para hacer oficial su candidatura a la presidencia del partido: 1.759 han logrado reunir Molina por los 333 que ha sumado Alarcón. Si esos datos se traducen como el apoyo que cada candidato tiene realmente entre la militancia, la batalla puede darse por descafeinada de antemano.

Cada uno de ellos, a través de las redes sociales, ha valorado este primer round de cara a la presidencia del partido. Molina daba las gracias “de corazón a los más de 1.700 afiliados de toda la provincia que me han apoyado para presidir el PP de Córdoba”. Y mientras, Rosario Alarcón se mostraba “muy satisfecha” por “el resultado que hemos obtenido en un tiempo récord”, aunque pedía “disculpas” por no haber podido recoger más avales por “falta de medios técnicos”.

Salvaguardar la unidad

Pero la batalla de los apoyos internos de cada uno de los candidatos ha sufrido una variación crucial en los últimos días. Y es que, si hasta ahora se había enmarcado a Rosario Alarcón en el sector del PP que cuenta con el apoyo del presidente de los populares en Andalucía, Juanma Moreno Bonilla, éste ha mostrado su adhesión a la candidatura de Adolfo Molina, convirtiéndolo en el candidato oficialista tanto de la dirección del PP cordobés como de los populares andaluces.

Moreno Bonilla expresó su apoyo a Molina en la Ejecutiva Regional del PP celebrada el pasado día 20 de abril, donde apostó por él y tomó la palabra para incidir en el mensaje de unidad que viene defendiendo desde hace meses. Y esa necesidad de unidad ha hecho variar el juego de equilibrios entre los dos candidatos cordobeses, para que uno de ellos cuente con el máximo número de votos posible.

Así, esta adhesión rebaja las expectativas de Rosario Alarcón para hacerse con la presidencia del PP cordobés, pues contaba como baza que podía recibir todo el apoyo de Moreno Bonilla, de quien había recibido la confianza para ser portavoz adjunta de su grupo en el Parlamento de Andalucía y al que se considera responsable de que José Antonio Nieto no pueda seguir en el cargo de presidente del partido en Córdoba.

Este movimiento ha descolocado la candidatura de Alarcón que, con ello y el reducido número de avales recogidos frente a su adversario, ve menguar sus posibilidades de éxito. Sus apoyos –una vez que los oficialistas se llevan los de los cargos públicos y orgánicos del PP- pasan por la militancia e incluso por algún nombre histórico del PP cordobés, como el expresidente provincial Enrique Bellido, que hace 15 años fue desbancado de su cargo y sustituido por una gestora.

A partir de ahora, se abren diez días de campaña electoral interna para Adolfo Molina y Rosario Alarcón. Los militantes están llamados a votación el 8 de mayo para mostrar su apoyo a una u otra candidatura. Quien gane -al conseguir más del 50% de las adhesiones habiendo solo dos candidaturas-, será designado candidato para ser proclamado nuevo presidente del PP cordobés en el congreso del 3 de junio.

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