Los bomberos forestales andaluces reactivan sus protestas laborales tras el peor agosto de incendios en España
La llama del descontento sigue prendida entre los bomberos forestales de Andalucía. Como ocurre con los de Castilla y León, Extremadura o Galicia, que este verano han estado en el foco mediático por enfrentarse a una campaña de incendios sin precedentes con condiciones laborales mediocres, los andaluces tampoco están en una situación mucho mejor. Sueldos congelados, retenes incompletos y medios materiales precarios dibujan un panorama por el que han decidido, como los bomberos de otras partes del país, movilizarse ante el Ejecutivo regional.
Movimiento Infoca, una plataforma que aglutina a estos profesionales en Andalucía, así como a todos los sindicatos, ha programado un calendario de protestas que este viernes llevará a cabo arranca en Granada. Se trata de una concentración en la que, salvo el sindicato UGT -que lleva su propio calendario-, pondrán en el foco reivindicaciones que ya empiezan a ser históricas y que, a la luz de lo que ocurre en otras partes de España, cobra especial relevancia por los incendios que han sucedido este verano y que han dejado al descubierto la mala planificación autonómica.
En esencia, los bomberos forestales de Andalucía basan sus reclamaciones en tres aspectos: la falta de medios materiales, que los retenes están incompletos incluso en el periodo de alto riesgo de incendios y, sobre todo, que sus salarios están congelados porque son los únicos trabajadores públicos andaluces que no perciben complemento de antigüedad desde hace ya 20 años.
A esta precariedad se suma un cambio de agencia que no ha mejorado las cosas. Desde enero, el Infoca está integrado en la Agencia de Seguridad y Gestión Integral de Emergencias de Andalucía (Asema), una entidad pública creada para aglutinar en ella a todos los cuerpos de emergencias (112 o Protección Civil) con el objetivo de mejorar la coordinación. La llegada de los más de 5.000 bomberos forestales del Infoca a esta nueva agencia se suponía que supondría una mejora de sus condiciones, pero a pie de retén, la realidad parece distinta.
“Se anunció un presupuesto histórico, pero a pie de campo no se está viendo ese dinero”, resume José Manuel Donaire, portavoz de Movimiento Infoca. El bombero forestal explica que la llegada de la Asema con más recursos prometidos apenas ha tenido impacto en las bases: “Nos han traído furgonetas que en los propios papeles pone que no son aptas para andar por vías no asfaltadas. Eso nos resta eficacia y seguridad”. La paradoja, dice, es que “se presume de récord de inversión mientras seguimos trabajando con vehículos viejos, torres de vigilancia cerradas y materiales que no llegan a tiempo”.
Salarios congelados
Los problemas de personal son otro de los puntos más críticos. A fecha de 1 de septiembre, cuando el operativo debería estar completo, hay retenes con solo cinco integrantes en vez de los siete previstos. “Eso nos obliga a asumir un riesgo muy grande”, advierte Donaire. “Un solo profesional tiene que conducir la autobomba, atender la emisora, controlar las presiones y, además, actuar en punta de lanza. Es imposible hacerlo todo a la vez sin ponerte en peligro. Lo hacemos porque somos profesionales y porque nuestro trabajo es vocacional, pero no debería pasar”.
El complemento de antigüedad sigue siendo la herida más profunda. Tras promesas incumplidas y pactos que no se reflejaron en los presupuestos, la Junta mantiene congelado un derecho que el resto del personal público sí percibe. “No nos quieren dar la antigüedad hasta que los más veteranos se hayan ido. Para ahorrarse dinero”, denuncia Donaire. “Es una injusticia muy grande que gente que lleva 30 o 40 años apagando incendios se jubile sin verlo. Y no solo afecta a ellos: también a quienes llevamos menos años, porque cada temporada que pasa seguimos perdiendo lo que nos corresponde por trayectoria y esfuerzo”.
El manifiesto que presentarán en Granada apunta también otras carencias que los bomberos forestales califican de básicas. Reclaman EPIs suficientes y adecuados, vehículos que garanticen seguridad, comunicaciones con cobertura real y un dispositivo operativo durante los doce meses del año, no solo en verano. Piden también que las torres de vigilancia estén al 100% y que la formación deje de ser un trámite teórico para convertirse en un aprendizaje práctico que responda a los riesgos reales del monte. “Se nos llena la boca de hablar de profesionalización”, dicen, “pero lo que recibimos es un curso online lleno de tecnicismos y sin ninguna utilidad real cuando estamos en el incendio”.
Para la Junta, “los mejores medios de la historia”
Mientras tanto, la Junta defiende justo lo contrario. El consejero de Presidencia, Antonio Sanz, sostiene que “el dispositivo del Plan Infoca cuenta esta campaña con los mejores medios y tecnología de la historia”. Remarca que el presupuesto de 2025 asciende a 257 millones de euros, un 6% más que el año anterior, y que se han renovado 282 vehículos de transporte y el 75% de las autobombas. “En 2019 encontramos una flota muy envejecida, técnicamente obsoleta y con exiguos sistemas de seguridad”, justifican desde la Consejería.
El Gobierno andaluz niega que falten efectivos, que haya carencia de EPIs o que los conductores de autobombas actúen en solitario. También asegura que ya está en marcha un concurso de traslado y promoción interna tras más de tres años sin convocarse. Sin embargo, omite deliberadamente la cuestión de la antigüedad, el elemento central de las protestas.
Los bomberos forestales insisten en que nada de esto se refleja en la realidad. “La Junta vive en una burbuja presupuestaria, pero que bajen a los retenes y pregunten allí si está todo completo”, desafía Donaire. Torres de vigilancia cerradas, formación deficiente, materiales inadecuados y conciliación imposible componen el día a día de un operativo que se sostiene gracias a la vocación de sus profesionales más que por la planificación de la administración. La plataforma, como tal, no puede negociar en la mesa sectorial, aunque los sindicatos afines sí. “No tenemos voz en la mesa de negociación, pero nos hacemos escuchar”, resume el portavoz.
El calendario de movilizaciones avanza y busca culminar en Sevilla con una gran manifestación que ponga la voz de todo el dispositivo sobre la mesa. “Estamos en todas las provincias, de Huelva a Almería. Esto no es un problema aislado, es un problema de Andalucía entera”, sentencia Donaire.
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