La cúpula de IU entierra sus recelos hacia Podemos y avala a Teresa Rodríguez como su candidata en las andaluzas
Los comunistas han elegido a Teresa Rodríguez como su candidata a la Presidencia de la Junta en las próximas elecciones andaluzas, que se barruntan para este otoño. La cúpula de IU apoyó mayoritariamente este domingo la propuesta de su coordinador regional, Antonio Maíllo, para que la dirigente de la formación morada encabece el cartel electoral de la coalición con la que concurrirán juntos a las urnas: Adelante Andalucía. Maíllo ha aceptado ir de número dos.
Es una decisión sin precedentes por muchas razones: Es la primera vez en sus 34 años de vida que Izquierda Unida -definida como una formación feminista desde sus orígenes- elige a una mujer como candidata a presidenta de la Junta. IU tiene más de 6.000 militantes, de los que 4.000 mantienen la doble afiliación con el Partido Comunista Andaluz (PCA). El 75% de sus afiliados son hombres y el 25% mujeres, lo cual la convierte en una de las organizaciones políticas más masculinizadas del país. También es de las más longevas: el 60% de los militantes rebasa los 50 años, el 40% restante se sitúa en la franja de los 30 a los 50 años, según datos de la dirección regional.
Todos ellos están llamados ahora a votar a una joven de 36 años que abandonó IU cuando tenía 26 años para integrarse en la corriente crítica de Izquierda Anticapitalista, y más tarde en la dirección de una organización nueva -Podemos- que no se define estatutariamente como un partido de izquierdas. Esta imagen puede hacer pensar que el domingo, en la sede del PCA de Sevilla, los dirigentes de IU avalaron la candidatura de Teresa Rodríguez apretando los dientes. Pero no lo parecía. El resultado de la votación fue abrumadoramente favorable a la propuesta del líder de IU, como un año antes lo había sido su reelección en la última asamblea regional, en la que Maíllo presentó su candidatura como un plebiscito sobre el proyecto de confluencia con Podemos.
A pesar de todo, nadie desmiente la odisea que ha supuesto llegar hasta aquí. “Ha sido un parto complejo”, reconoce Maíllo. La consolidación de la confluencia que cristaliza finalmente en el proyecto Adelante Andalucía llega tras haber superado dos grandes fantasmas: el miedo de los más veteranos comunistas a verse desplazados o fagocitados por Podemos; y el temor de la dirección estatal de Podemos a una escisión andaluza pilotada por Anticapitalistas y Teresa Rodríguez.
Los dardos de Iglesias a IU
El nacimiento de Podemos surge, en parte, de la crisis de identidad de IU como fuerza alternativa al PSOE. Es algo común en toda España, pero especialmente significativo en Andalucía, puesto que dos meses antes de las elecciones autonómicas de 2015, IU formaba parte de un Gobierno de coalición con los socialistas liderado por Susana Díaz.
Podemos irrumpe en la escena política con una descarnada crítica al papel de IU, “subalterno del PSOE”, y contra la vieja guardia comunista, a los que acusa de vender sus valores “a cambio de sillones en el Consejo de Gobierno andaluz”. La crítica de los jóvenes dirigentes de Podemos -antigua cantera de IU- está cargada de rencor y rabia contra sus ex compañeros. Y continuaría así mucho tiempo: el primer documento oficial de la dirección de Teresa Rodríguez que sienta las bases para la confluencia con IU es un durísimo reproche a los comunistas, amén de una exigencia para que rompan todos los gobiernos de coalición que tuvieran con el PSOE en los ayuntamientos, como condición previa a formalizar su alianza. Una treintena de gobiernos locales en Andalucía sintió moverse el suelo bajo sus pies. Sus alcaldes se volvieron, agitados, hacia el líder regional de IU, y éste sentenció que “en ningún caso” iban a recibir órdenes de otra formación. Fue el momento más tenso de sus relaciones y se apaciguó tras la llamada a la calma y al “respeto mutuo” de Rodríguez.
De toda esa lluvia de reproches y críticas que Podemos lanzó contra IU, quedaron exonerados dos nuevos dirigentes que ya habían empezado a reformular la trayectoria de su partido y que, a la postre, facilitarían la reconciliación de “las fuerzas del cambio”. Esos dos políticos son Alberto Garzón, coordinador federal de IU, uno de los promotores de la coalición Unidos Podemos que concurrió a las generales; y Antonio Maíllo, líder andaluz de IU, y coautor junto a Teresa Rodríguez de la confluencia Adelante Andalucía.
La sintonía personal y política de Maíllo y Rodríguez es el pegamento fundamental de este proyecto, muy distinto en sus planteamientos al tándem que formaron Pablo Iglesias y Garzón para las generales. “El nuestro es un espacio horizontal, superador de lo que fue Unidos Podemos, como modelo a no repetir”, dice Maíllo, convencido de que la elaboración de la lista conjunta que encabezará Teresa Rodríguez respetará el equilibrio de poderes de todas las fuerzas que integran la coalición. “Nuestro acuerdo debe ser referente para otros territorios. Andalucía abrirá el ciclo electoral y lo que ocurra será determinante para el resto del Estado tanto en las municipales, europeas, el resto de autonómicas y las generales”, subraya el líder andaluz de IU, en claro guiño a Pablo Iglesias.
La crisis interna de Podemos
El respaldo abrumador que la cúpula andaluza de IU brindó el domingo a Rodríguez como su candidata en las andaluzas tiene mucho que ver con el modo con el que la gaditana ha peleado, junto a Maíllo, por el proyecto Adelante Andalucía. La coordinadora regional de Podemos ha librado una férrea batalla interna contra la dirección de su propio partido, para defender la autonomía política y orgánica de un proyecto que se negaba a subsumir a sus compañeros de viaje, y relegar a IU a un segundo plano.
Desde la elección del nombre de la candidatura -Adelante Andalucía, sin la preeminencia tipográfica de la palabra Podemos- hasta el reglamento para la elaboración de las listas electorales y la fórmula de unas primarias conjuntas. La crisis interna de Podemos ha contribuido para que los comunistas más escépticos terminen convenciéndose de que la alianza Maíllo-Rodríguez había creado un sujeto político nuevo, que trasciende la marca IU, pero también la marca Podemos.
También es la primera vez que un dirigente comunista y aspirante a la Presidencia del Gobierno andaluz en las últimas elecciones da un paso atrás para ceder la candidatura, después de que su formación lo hubiera ratificado como candidato.
51 votos a favor, 4 en contra
La coalición Podemos-IU despertó recelos desde el principio entre los dirigentes que pilotaban la organización de izquierdas antes de Maíllo, al que acusaban de haber permitido la “absorción” de una formación histórica como IU por parte de un partido nuevo, como Podemos. Esa tesis prácticamente se ha evaporado, a juzgar por la votación del informe de coyuntura que presentó el domingo a los miembros de la coordinadora regional: 51 votos a favor, cuatro en contra y dos abstenciones avalan la idea de concurrir a las autonómicas con “una candidatura unitaria” encabezada por una mujer.
El documento que ha votado la cúpula de IU no recoge explícitamente el nombre de Teresa Rodríguez como candidata de Adelante Andalucía a la Presidencia de la Junta. Fuentes de la dirección restan importancia a esto, aseguran que se trata de “un informe político, no ejecutivo”, y que el líder regional “no puso con absoluta claridad”[el nombre de Rodríguez] intencionadamente porque no quería que se difundiera antes de que los miembros de la coordinadora lo supiesen“. ”Se incorporará ahora“, advierten.
En su discurso a los miembros de la dirección regional, Maíllo fue más claro: habló del “tándem” que formarán él y Teresa Rodríguez al frente de Adelante Andalucía, y subrayó que está “orgulloso de que sea una mujer la candidata a presidir la Junta”, recogiendo así el mensaje “del 8 de marzo y el movimiento feminista”. Luego repitió hasta en cuatro ocasiones que la decisión de delegar la cabeza de cartel electoral a la líder regional de Podemos “no supone ninguna cesión” por parte de IU. “Aquí no hacemos cesiones, actuamos por convicción, para dar una respuesta histórica al momento que vivimos”, sentenció.