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Las ilustraciones desbordadas de Sergio García conquistan The New York Times

Moby Dick, de Sergio García

José Antonio Barrionuevo

En la silueta de un lobo transcurre la historia de 'Caperucita Roja'. En la de un cadáver, la de 'Cuerpos del delito', y en una gran rama de espino, la de 'La Bella Durmiente'. Tres libros editados por Dibbuks en los que el granadino Sergio García desarrolla sus contenedores de historias. Unos contenedores de historias que viajan de Granada a EEUU de la mano de The New York Times.

“Cuando haces una cosa que tiene cierto carácter marginal dentro del mundo editorial, como es nuestro caso, pues entonces es muy difícil llegar a la gente. Y The New York Times nos da esa posibilidad. Son 1.450.000 lectores. Nosotros publicamos en la 'Book review', que es su revista literaria, que se edita como un suplemento. Lo mejor de todo es que me dejan carta blanca, me dan libertad. Respetan muchísimo al dibujante”, asegura Sergio García.

Concretamente trabaja en una sección que se llama 'Graphic Review', una sección dentro de la revista en la que se invita a dibujantes de cierto prestigio, como Art Spiegelman o Eleanor Davis, a los que invitan a hacer una revisión literaria de un libro. “Empezaron pidiéndome algo de mi infancia, pero que fuera un libro antiguo, no un libro contemporáneo. Entonces empecé con 'Rip Van Winkle', y realicé una ilustración conceptual. Luego vi que la gente dibujaba cómic y me dije, aquí yo puedo aprovechar. Y empecé a lanzarles propuestas, y han ido prosperando”. Después llegó su versión de 'Moby Dick', que mide dos metros por sesenta y tres centímetros, y está dividida en tres paneles.

Con 'Alicia en el país de las maravillas' ha ido más allá. Es circular, mide un metro y veintiséis centímetros de diámetro. La historia se desarrolla en un reloj inverso, empieza a contar a partir de las seis y no de las doce, y con sentido de lectura contrario al de las agujas del reloj. “Te da mucho prestigio a nivel profesional. Trabajar para The New York Times me abre una perspectiva nueva, en la que yo creía que no podía trabajar, el mundo del periodismo. No pensé jamás que pudiera ser accesible para mí, y me permite hacer cosas realmente muy interesantes. Y sobre todo plantearme la narración de una forma muy distinta, mucho más agresiva”.

Desbordando el libro

Sergio García es también profesor en la Universidad de Granada. “Dentro de la labor investigadora, hay muchas formas de investigar. En mi caso yo investigo dibujando. Es un hecho que se aleja un poco del rigor académico, pero que yo lo defiendo a capa y espada. Creo que el dibujante debe investigar dibujando. Y en mi campo yo creo que ética y moralmente, yo me veo obligado, y a parte porque me gusta, a desarrollar mi lenguaje, que nunca ha sido ni el lenguaje del cómic ni el de la ilustración, siempre ha tenido una suerte de campo híbrido entre los dos, que es el que me ha interesado, y por eso es tan difícil de catalogar nuestro trabajo”.

Con 'La Bella Durmiente', su publicación más reciente, “se sigue la tradición editorial de hacer segundas partes, y básicamente es la continuación de lo que ya se inició con Caperucita Roja -asegura Sergio García-. Lo que se quería era revisitar los cuentos infantiles y darle un punto de vista distinto a través de los textos de Lola Moral (su mujer, que trabaja con él en estas dos revisiones de los clásicos). Y sobre todo trabajar con el concepto de los contenedores de historias. Otra de mis obsesiones a nivel de investigación en el mundo de la narración gráfica, es intentar desbordar la forma de encuadernación tradicional, y cómo se presenta la información gráfica a los lectores en forma de libro. Entonces, desbordar el formato libro y trabajar en formatos alternativos”.

Donde empezó todo: 'Perdidos en Nueva York'

En una visita al Metropolitan de Nueva York, mientras preparaba el libro 'Perdidos en Nueva York' (que sería su primera incursión en el mercado de EE.UU.), vio en una exposición sobre indios americanos cómo reflejaban en las pieles la memoria de la tribu. “Todo esto tenía mucho que ver con lo que estaba haciendo en ese momento, pero conceptualmente lo vi claro ahí. Y a partir de ahí ha sido uno de los pilares de la narración. El primero fue la narración multilineal, con 'Los tres caminos', luego fue el formato expandido, con 'Mono y lobo', que fue cuando por primera vez desbordamos los límites de la página, y se vino a complementar con este tercer pilar que es el de los contenedores de historias”, asegura Sergio García.

'Perdidos en Nueva York' ('Lost in NYC'), con Nadja Spiegelman como guionista, “me permitió trabajar diferentes niveles de lenguaje gráfico y narrativo. Un nivel de cómic convencional, un nivel de ilustración también y otro de infografía, esquemática, como se aplica en el periodismo. Entonces podías dibujar un corte de la ciudad de Nueva York, y ver las diferentes capas del metro, dibujar el Empire State como si fuera un efecto de rayos X con los ascensores subiendo... Toda una serie de cosas que, en cierto modo, fueron las que me abrieron las puertas del mercado norteamericano, porque fue un libro muy experimental, que ha funcionado muy bien y ha recibido muchísimos premios”.

En la Biblioteca del Congreso de los EE.UU. todos los años hacen una reunión anual de todos los Estados, y cada uno aporta un libro. En 2016 el estado de Nueva York seleccionó 'Perdidos en Nueva York' para representar a su estado. “Eso fue un gran honor. Fue seleccionado también por la Society of Illustrators of New York para su exposición anual. Tras esa exposición, no sé si a raíz de ella, me llamaron de The New York Times para trabajar”.

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