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Luc Roux, el fotógrafo de las estrellas del cine francés al natural

Gerard Depardieu

Néstor Cenizo

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¿Cómo se retrata la esencia del que está acostumbrado a fingir? ¿Cómo se extrae la naturalidad de las personas más sofisticadas? ¿Cómo se llega al regalo que cubre el más bello envoltorio? El fotógrafo Luc Roux lleva 40 años fotografiando a las estrellas del cine francés, con un objetivo: mostrarlas tal y como son. Personas a veces frágiles, otras robustas, iracundas o tiernas, mucho más que la máscara tras la que se ocultan. Roux, que fue el principal fotógrafo de las revistas Première y Studio Magazine, que fundó en 1987 junto a Jean-Pierre Lavoignat, ha retratado a todas las figuras del cine francés de las últimas décadas, de Catherine Deneuve a Jean-Paul Belmondo, pasando por Charlotte Gaingsbourg o Isabelle Huppert. Muchos de esos retratos, así como fotografías de rodajes, se exponen ahora por primera vez en España en Le cinéma au coeur una muestra organizada por la Alianza Francesa de Málaga, que este viernes inaugura también la 27ª edición del Festival de Cine Francés.

La exposición, inaugurada este miércoles, funciona como un perfecto “quién es quién” del cine francés. Cuesta encontrar un intérprete reconocido del país galo que no haya pasado por delante del objetivo de Roux, que lleva algo muy a gala: nunca le ha pedido a nadie que sonría para la foto. “Nunca. No las hago posar o les digo que sonrían”. Quizá solo así se explique cómo ha sido capaz de extraer la autenticidad de tantas estrellas. Algunas, como Emmanuelle Beart, se parten de la risa delante del objetivo; otros, como Gerard Depardieu, cierran los ojos junto a la piscina después de un agotador día de promoción en Cannes; el fabuloso trío Noiret-Rochefort-Marielle parece contarse algún chascarrillo.

“La relación con los actores es distendida y de confianza, sobre todo con las actrices. Paso mucho tiempo con ellas. Nos tomamos un café, hablamos… Y cuando encontramos la luz perfecta y tenemos confianza, hago las fotos”, explica el fotógrafo, que ha acudido a Málaga junto a Lavoignat, comisario de la exposición. De esa forma, surgen escenas inéditas. Beart, jovencísima, se ríe porque ha sido advertida de que la falda se le ha subido tanto que deja intuir su ropa interior. Marion Cotillard tira de la cuerda mientras le enciende el cigarrillo del ahorcado Guillaume Canet, por entonces un desconocido y luego su marido. Phillipe Noiret pasea a su perro de agua, mientras observa al fotógrafo con esa mirada profunda y cansada que le define. Roux pasó tres días en su casa de campo en Midi antes de tomar la foto.

Catherine Deneuve: las mejores fotos pueden llegar por casualidad

Studio Magazine  y Première revolucionaron en los 80 la información cinematográfica. Hasta bien entrada la década de los 2000, se convirtieron en influencia principal de otras revistas cinematográficas europeas, gracias, en gran parte, a su cuidada apuesta por la imagen de los intérpretes, y un tratamiento de las estrellas sensible y benévolo, que les permitía alcanzar una gran complicidad e intimidad con ellos.

A veces, a Roux le tocaba retratar a quienes admiraba. De Fanny Ardant era un gran fan. Ella accedió a ser fotografiada en Cannes, con una condición: no se le debía reconocer. El resultado es una fotografía novelesca, llena de misterio, tomada en un oscuro muelle portuario. “El resultado le encantó”.

En la presentación a los medios, el fotógrafo y Lavoignat dieron alguna otra clave. Por ejemplo, que la mejor foto puede surgir en el último momento. Solo así se explica que el fantástico retrato de Catherine Deneuve que ilustra el cartel de la exposición se tomara en el hall de un hotel minutos antes de tomar un vuelo, tras pasar todo el día con ella. Solo entonces recordaron que estaban juntos para completar una sesión de fotos para un número especial de Studio Magazine en homenaje al cine francés. “Se hizo muy rápido, con luz natural y sin retoques”, recuerda Lavoignat. Años después, Roux y Lavoignat descubrieron que esa foto, recortada de la revista, presidía el escritorio de Yves Saint-Laurent.

A Deneuve cualquier cosa la parecía bien. También Monica Bellucci confió ciegamente en el fotógrafo. Otras, como Isabelle Huppert o Isabelle Adjani son más selectivas y revisaban con atención las fotos. Hoy, las estrellas manejan su imagen a través de agentes y de la promoción de marcas propias en redes sociales. “Las redes lo cambian todo. Una revista como Studio no podría tener hoy el impacto que tenía entonces. La comunicación tiene hoy más agentes, pero se pone menos en valor. Así son las cosas”, asume resignado Lavoignat.

En cualquier caso, Roux sigue trabajando al natural, sin retoques. Ni una sola de sus fotos ha pasado por el Photoshop. “Es un fenómeno que se ha agravado con el tiempo y que le resta naturalidad”, comenta.

Belmondo en el 27º Festival de Cine Francés de Málaga

Dice Lavoignat que ha sido difícil escoger una treintena de fotos de todas las que Roux realizó y publicó en 40 años de carrera. De entre todas, destaca también la de Jean-Paul Belmondo. El icónico intérprete de Al final de la escapada aparece momentos antes de embarcar en un avión que le debía llevar de un punto a otro de África, en el rodaje de Itinerario de un niño mimado. La fotografía refuerza la imagen de Belmondo como un pícaro aventurero y seductor.

Precisamente Belmondo, fallecido en septiembre, será homenajeado en la 27ª edición del Festival de Cine Francés de Málaga, con la proyección de la mítica Pierrot le fou (Jean Luc Godard, 1965) y el noir Les doulos (Jean-Pierre Meliville, 1962).

Del 15 al 22 de octubre, doce películas competirán en la sección oficial, entre ellas Aline, una ficción inspirada en la vida de Céline Dion. Aline se rodó en gran parte en la provincia de Málaga, en localizaciones como La Zagaleta (Benahavís), la plaza del Obispo, el Gran Hotel Miramar o el Casino de Torrequebrada. Estrenada ya en Cannes, llega a Málaga dos años después del rodaje, pandemia mediante. Dicen los organizadores que el festival es, también, una forma de pensar en un futuro “más colorido, más diverso y esperanzador” a través del cine francés y sus estrellas. 

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