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Fin al bloqueo del puerto de Málaga entre críticas a su utilización por la derecha

Restos de la protesta, frente al Puerto de Málaga |N.C.

Néstor Cenizo

Málaga —

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Los agricultores que bloquearon durante toda la jornada del martes los accesos al Puerto de Málaga con unos 200 tractores han levantado el sitio el miércoles por la mañana. “Por desmoralización”, explica Juan Rubio, el último en retirar su tractor del Paseo Marítimo Antonio Machado y volverse a Casarabonela. Sin embargo, no cuesta atisbar otros motivos, entre ellos los síntomas de utilización partidista de la protesta y las multas. Además, el campo no espera, y muchos habían dejado tierras o explotaciones sin cuidado. El sábado está prevista una protesta de los transportistas, y Juan anuncia que volverá.

La tarde del martes, los agricultores, postrados junto a sus tractores en el acceso para camiones de mercancías del Puerto, bromeaban con seguir “por lo menos una semana”, mientras apuntaban a sus provisiones. Los boletines de la mañana aún daban por segura la continuidad de la protesta, y también contaba con ello la Policía. No fue el caso. Empezando por el corte en Alameda de Colón, hacia el oeste, los agricultores malagueños fueron retirando sus vehículos, dejando en algunos puntos rastro de la protesta, como naranjas y limones esparcidos por la carretera, puñados de maíz y troncos quemados con los que se han calentado durante la noche.

Los agricultores contaban con que la presión sería creciente, y el martes por la tarde habían empezado a llegar las multas. La concentración no tenía autorización de la subdelegación del Gobierno ni había sido comunicada. La Guardia Civil y la Policía Nacional han realizado unas 400 identificaciones, y el subdelegado del Gobierno, Javier Salas, ha anticipado la imposición de “cientos de sanciones” administrativas, advirtiendo de que “podrían ser penales si se dieran las circunstancias”. No se conocen incidentes violentos, y en varios casos el motivo de las actas de infracción es circular con los tractores por la Alameda Principal obstaculizando el tráfico.

También ha quedado normalizada la situación en el centro logístico de Antequera, desde el que se abastecen las grandes superficies. En otros puntos de Andalucía, las movilizaciones sí continúan este miércoles. Es el caso de Jerez, donde el tráfico sigue cortado en la A-4, también interrumpida a su paso por Las Cabezas de San Juan (Sevilla). Las incidencias se repetían esta mañana en la A-92.

Mensajes cercanos a Vox

El fin del bloqueo se explica por varios factores, y uno de ellos es el ideológico, condicionado por la sensación creciente de que la derecha y la extrema derecha se disponían a capitalizar las movilizaciones. Este martes por la tarde, personas ajenas a la protesta ya repartían panfletos con planteamientos cercanos a la ultraderecha que entran de lleno en el delirio conspiranoico: “No tendrás nada y serás feliz”, citaban como lema, entre advertencias sobre la destrucción de la familia, la “hipersexualización de niños”, el “comunismo global”, el “gobierno único mundial” y las “ciudades prisión”.

Los agricultores de Teba (3.678 habitantes) y Ardales (2.522), principalmente dedicados al cereal, fueron de los primeros en ir abandonando el bloqueo de Málaga. Son municipios del interior de Málaga, bastiones históricos de la izquierda, hasta el punto de resistir la ola azul del PP que barrió la provincia en las últimas elecciones municipales. A Teba algunos la llamaban la “Rusia chica” o la “pequeña Rusia” en los años del Frente Popular, y su identificación con el Partido Comunista aún pervive.  En ambos municipios, que son vecinos, arrasó la izquierda en 2023 con idéntica distribución de concejales: ocho para Con Andalucía, dos para el PSOE y uno para el PP. Ninguno para Vox.

Para muchos de estos agricultores del interior de Málaga, compartir consignas con Vox y, sobre todo, sentir que son utilizados por el partido de ultraderecha, es un grave inconveniente, y no es la primera vez que ocurre.

La mayoría tampoco estaban cómodos con la posibilidad de compartir protesta a partir del jueves con COAG, Asaja y UPA, asociaciones mayoritarias a las que acusan de poner poco celo en la defensa de sus intereses.

El PP plantea una declaración institucional y la oposición le acusa de “instrumentalizar”

Los agricultores recitan una amalgama de motivos para la protesta: el alto precio de los insumos (agua, cada vez más escasa, o fertilizantes), el bajo precio en origen (en contraste con el de supermercado), la competencia de productos procedentes de terceros países con una regulación mucho más laxa en materia laboral o de fertilizantes, y lo que perciben como un alineamiento de las administraciones (el ministerio y, sobre todo, la Comisión Europea) con unos intereses difusos (Marruecos, la “élite globalista”), que no son los suyos.

El martes, ninguna administración quiso oponerse frontalmente a sus reivindicaciones. El ministro Luis Planas dijo “respetar” el derecho a la manifestación y ofreció diálogo. La Junta de Andalucía fue más allá brindándoles su apoyo expreso. “El campo andaluz es el corazón de Andalucía y siempre nos tendrá a su lado para ayudar. Respetamos y apoyamos las reivindicaciones de nuestros agricultores y ganaderos”, escribió el presidente Juan Manuel Moreno, aprovechando también para hacer un guiño a su plan de simplificación administrativa, aprobado el mismo martes: “Defendemos como ellos precios justos, menos burocracia y que se respete el peso agrario andaluz en la PAC”.

Este miércoles, el PP ha remitido al resto de grupos una declaración institucional sobre el problema de la agricultura. “Se ha instalado un falso progresismo que demoniza al campo, que es el que le da de comer a Europa. La Andalucía de Juanma Moreno está con los agricultores”, ha dicho Toni Martín, portavoz del PP en el Parlamento Andaluz.

Para el PSOE, la declaración institucional es “una oda a Moreno”. La oposición de izquierdas acusa a la Junta de Andalucía de “instrumentalizar” las protestas de los agricultores, advirtiendo además de que algunas de las reivindicaciones que estos plantean (singularmente, la falta de agua para los cultivos malagueños) solo las puede resolver la Junta de Andalucía, que tiene la gestión de la cuenca mediterránea. 

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