Investigados por no recoger la manguera: nuevos expedientes tensan el conflicto con los bomberos de Málaga
El enfrentamiento entre los bomberos de Málaga y la jefatura, a la que apoya el equipo de gobierno, sigue lejos de una solución. Los bomberos han sumado en los últimos días un nuevo motivo de agravio, según explican. La jefatura ha abierto expediente a cuatro de ellos por un accidente con una autoescala mientras apagaban un incendio, lo que puede acabar en una suspensión de empleo. Los sindicatos denuncian que la jefatura y el ayuntamiento tratan de amedrentarlos por el conflicto abierto desde comienzos de año. Entre tanto, el consistorio anunciaba este lunes que reformará íntegramente el parque central y este martes el sindicato SAB denunció ante alcaldía al jefe de bomberos por, según SAB, cobrar sábados y festivos sin trabajar.
Los expedientes se abrieron por un “uso negligente al dejar material contra incendios colgando de los peldaños” al apagar un fuego en unas naves industriales, según la resolución de apertura, que no valora los daños. Ante el riesgo de que se propagara a otra nave, los bomberos movieron la escala sin recoger la boca de la manguera que habían tendido. El error provocó daños en el protector de la canasta, en el último escalón y en la rejilla del intermitente, que no impiden que el vehículo siga estando operativo. Los sindicatos explican que se trata de un accidente habitual en maniobras de extinción, y creen que los expedientes son una medida de presión.
“Es una maniobra inmediata, y a veces ocurre que se deja el material allí. Son hechos que ocurren en la vida profesional y se suelen dar en este tipo de siniestros. Si no se hace rápido hay riesgo de que el fuego se propague”, opina Ramón Triguero, delegado sindical de CCOO. “Aquí pegas un golpe con un camión y te abren expediente disciplinario”, lamenta Andrés Millán, delegado del SAB, molesto porque cree que la jefatura está dando a entender que esos percances son negligentes o intencionados: “Primero está la profesión y el ciudadano, así que que no venga ningún jefe a decirme que lo hago negligentemente o para romper lo que sea”.
Con estos cuatro, más otro que se notificó el jueves por un accidente leve, ya son 20 los expedientes disciplinarios abiertos. De los 15 anteriores, 11 se abrieron por las pintadas contra el jefe y el alcalde aparecidas en el parque y en algunos de los camiones, que siguen siendo visibles, y los otros cuatro por una parada irregular en el servicio durante una manifestación celebrada en abril.
Los expedientes han indignado a los bomberos, que llevan meses señalando al jefe José Cruz por considerarlo un instrumento del equipo de gobierno. Este martes, el sindicato SAB registró ante el ayuntamiento un escrito en el que se asegura que “desde Jefatura (...) se cobran pero no se trabajan” por conceptos retributivos complementarios, variables y sujetos a su realización efectiva. El sindicato denuncia que la jefatura cobra “desde hace años” por trabajar en sábados, domingos o festivos sin hacerlo realmente. Según el escrito de los bomberos, esas retribuciones no pueden desligarse de la efectiva prestación del servicio, por lo que se pide una investigación.
Huelga sin efectos
En las últimas semanas el Ayuntamiento ha deslizado en los medios locales que los bomberos están actuando con mala fe. El propio concejal de Seguridad Ciudadana, Mario Cortés, ya había denunciado públicamente la supuesta actitud desleal de los bomberos, que no acudieron a una llamada de emergencia cuando había cinco incendios simultáneos. Cortés aseguró que de los 61 bomberos a los que se llamó, 42 ni siquiera respondieron.
Triguero admite que eso ocurrió, pero lo justifica: “No tenemos la obligación de ir porque no tenemos la dedicación exclusiva y no cobramos por ello”. Según el delegado de CCOO, muchos de quienes fueron llamados estaban de vacaciones, en huelga, ilocalizables o no podían ir por cuestiones personales. “Es una forma de desacreditarnos. Hemos ido siempre voluntariamente, pero tenemos que ejercer nuestro derecho a huelga”.
Los bomberos realizan una huelga, hasta ahora sin efectos en el servicio, desde el pasado 14 de marzo. Mario Cortés la ha descrito en alguna ocasión como “formal, pero no real”. Según los sindicatos, no tiene efectos porque se trata de un servicio público esencial, de modo que los servicios mínimos son del 100%.
En pleno conflicto, el ayuntamiento anunció este lunes que iniciará próximamente la obra para la reforma integral del parque central de bomberos, en Martiricos. Las obras, que se ejecutarán en seis fases, supondrán la “renovación total” del equipamiento, según el equipo de gobierno, y se han adjudicado a Dragados por 3,2 millones de euros.
Sin avances en la negociación
El conflicto con los bomberos va camino de convertirse en una gran china en el zapato del alcalde durante esta legislatura. A la manifestación del 23 de abril, con Pablo Iglesias tras la pancarta, se añaden mociones que cuestionan la situación del Cuerpo casi en cada Pleno. En el Pleno de junio se sumaron dos nuevos motivos de protesta: de un lado, la supuesta intención del Ayuntamiento de suprimir la unidad médica; de otro, el hecho de que el Parque de Campanillas, finalizado en 2008, continúe cerrado y sólo con un uso parcial para almacenes de Cruz Roja.
La Unidad Médica Sanitaria de Intervención (UMSI), integrada por un médico, un enfermero y un conductor especialista, acude con los bomberos a los siniestros en los que hay riesgos para la vida. “Que yo recuerde, han salvado la vida de siete compañeros, y de decenas de vecinos. Si lo suprime, el alcalde se convertirá en verdugo”, denuncia Triguero. Las dos mociones (presentadas por el concejal no adscrito Juanjo Espinosa y por el PSOE, respectivamente) fueron aprobadas, pero su efectividad queda condicionada a las decisiones de la Junta de Gobierno Local, monopolizada por el equipo de Gobierno.
La constitución de una mesa técnica para negociar las principales reivindicaciones de los bomberos no ha servido para desenquistar la situación, encallada desde comienzos de año. Los bomberos piden un nuevo reglamento orgánico que sustituya al vigente, de 1959; una reclasificación de sus puestos de trabajo acorde con la que ya se ha hecho en ciudades de población similar; más personal (hasta cubrir los 390 puestos presupuestados) y una regularización de jornada porque hacen 75 guardias anuales.
El Ayuntamiento parece querer posponer estas negociaciones hasta el año que viene, cuando vence el convenio vigente. La mesa técnica sólo se ha reunido dos veces sin abordar aún los temas por los que protestan, aprobando en su lugar un nuevo reglamento de segunda actividad, un asunto que no estaba inicialmente en su agenda. La mesa técnica es, según Ramón Triguero, “una pantomima”.