El drama de la migración en la frontera sur sigue siendo drama también en septiembre
- Con el inicio del curso, ningún político se lanza a estrechar manos de migrantes ni argumenta “razones humanitarias” para acoger a cientos de personas abandonadas a su suerte en el Mediterráneo
Aunque no lo parezca, miles de personas se siguen jugando la vida, y a veces la pierden, en el Estrecho de Gibraltar o en el Mar de Alborán. La polémica llegada del Aquarius a mediados de junio, el incesante goteo de pateras en julio y agosto, la escasez de plazas para menores no acompañados en los centros andaluces, la saturación de los recursos de asistencia humanitaria en los puertos o la incapacidad espacial de los CIE dieron paso en septiembre al inicio del curso escolar y político. Y el foco social y mediático, como cada verano que pasa, se alejó de la costa.
Pero en realidad todo sigue igual. Los migrantes siguen queriendo alcanzar suelo europeo. Cientos de ellos durante el último fin de semana del mes pasado. De hecho, según fuentes oficiales de Salvamento Marítimo, en agosto de 2018, en la zona de Andalucía, Salvamento Marítimo rescató a 5.687 personas, de las cuales dos fallecieron o desaparecieron, provenientes de 195 pateras. Mientras que en este recién pasado mes de septiembre, Salvamento Marítimo rescató a 5.829 personas, de las cuales siete murieron o desaparecieron, provenientes de 185 pateras. Eso sí, ya nadie se lanza a estrechar manos de migrantes ni argumenta “razones humanitarias” para acoger a cientos de personas abandonadas a su suerte en el Mediterráneo.
Del caos en la gestión de la cuestión migratoria a un repentino silenciamiento mediático. El drama sigue siendo drama también en septiembre aunque la atención política, pasadas las vacaciones, se centre principalmente en otros asuntos. “Hay determinadas prioridades políticas que tienen en cuenta a colectivos vulnerables como simple munición y como herramienta para presionar políticamente al adversario”, sentencia Carlos Arce, coordinador de Migraciones de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA).
En opinión de Arce, “se le da relevancia mediática a la lucha partidista pero, si los vientos cambian, la munición se moja y ya no sirve, pero la violación de los derechos humanos sigue siendo la misma aunque ahora no esté en el candelero”. Para el doctor en Derecho e investigador universitario, “debería hacernos reflexionar por qué estas cuestiones pasan a ser socialmente o mediáticamente inadvertidas”.
“No hemos avanzado mucho”
A su juicio, el interés se ha de centrar en cómo se pueden solucionar estas cuestiones, para que se pueda circular de forma legal y segura. “Es estructural”, señala, “y podemos preguntarnos si se trata de falta de voluntad política para revertir la situación o voluntad política para que se mantenga la situación”.
Acerca del aumento de fallecimientos en las migraciones, Arce considera la muerte “inaceptable” en cualquier sentido si bien “añade gravedad” el hecho de que sigan produciéndose incluso en mayor medida respecto a los meses en que estas cuestiones están en el primero plano mediático.
Para Elena Tajuelo, presidenta de Andalucía Acoge, es cierto que “la inmigración ha entrado de lleno en la agenda política en los últimos meses con el nuevo Gobierno” pese a que “hubo intentos por parte de algunos políticos de iniciar un asedio a las propuestas socialistas”, y se asistió “todos los días a cruces de opiniones sobre cómo entender los movimientos migratorios”.
Pese al aumento de llegadas en verano, “ahora está bajando ese ritmo de información en general y se está produciendo una especie de silencio en la frontera sur, como dice Helena Maleno”. Tajuelo valora las “buenas directrices” del Gobierno socialista, por ejemplo en la recuperación de la sanidad universal, “pero seguimos insistiendo en que las estrategias a nivel europeo y de España no están cumpliendo con los derechos humanos para con las personas que salen de su país por los motivos que sean, sin empatía hacia ellas”.
“La migración no es un delito”
También recuerda Tajuelo que, en el ámbito de menores extranjeros, Andalucía ha venido ampliando la oferta de plazas pero con “falta de previsión”. “No se puede seguir parcheando”, pidiendo “corresponsabilidad” en dicha cuestión. La presidenta de Acoge insiste en que “la migración no es un delito” y critica “discursos xenófobos de algunos políticos que hablan de efecto llamada”. Tajuelo insiste que existe “el derecho internacional de socorrer a las personas que están en el mar” pero “se está criminalizando a las personas”. “No hemos avanzado mucho en este sentido, más bien al contrario, hemos retrocedido”, concluye.
Para Sylvia Konecki, de Granada Acoge, “parece una clara una intención mediática” el hecho de que haya “grandes noticias que pueden llegar a justificar una serie de medidas”, advirtiendo una especie de “eje” entre la externalización del problema hacia las fronteras y favorecer las expulsiones “frente a lo que debería ser una acogida digna”.
Según señala ha podido haber “una necesidad de mostrar una situación de desborde” respecto a la llegada de migrantes pero con “las mismas deficiencias en la acogida”. “Los menores no se están atendiendo adecuadamente” por una “falta de gestión absoluta” por parte de la Junta, detalla. En general, comenta Konecki, “hay ahora una intención política de acallar el problema y que no haya una situación de emergencia”, apuntando en ese sentido que “se acerca un periodo electoral importante” y puede que no sea un momento para airear esas cuestiones.