Montero y Zapatero apelan a la épica del PSOE andaluz y apuestan por agrandar su espacio electoral por la izquierda
“Hoy y mañana serán los días más importantes de tu vida política, María Jesús”, le ha dicho el expresidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, a la protagonista del 15º Congreso Regional del PSOE de Andalucía. El cónclave de los socialistas, con sus 500 delegados y otro medio millar de invitados, ha arrancado con una sobredosis de optimismo. Fuera del pabellón de la Feria de Muestras de Armilla, en Granada, está lloviendo a plomo, pero este foro está pensado para ver la luz al final del túnel.
Todo aquí es verde y blanco: las paredes, los atriles, las columnas, las pantallas. Faltan unos días para el 28 de febrero, día de Andalucía, y el PSOE de María Jesús Montero se ha desvestido del rojo Ferraz para volver a cubrirse con la bandera autonómica. Sobre el plenario, una enorme foto de Rafael Escudero, presidente de la Andalucía preautonómica y primer presidente de la Junta de Andalucía, que ha excusado su ausencia por problemas de salud.
Desde este domingo será presidente de honor del PSOE andaluz, ha anunciado Montero, que en unos días volverá al Parlamento autonómico, como representante del Gobierno de España, para apretar la mano de su rival en las próximas elecciones, el presidente de la Junta y líder del PP-A, Juan Manuel Moreno. Hace tres días, los socialistas quisieron nombrar a Escudero “padre de la autonomía andaluza” llevando una iniciativa a la Cámara que exigía unanimidad para salir adelante, pero que fue rechazada por todas las fuerzas políticas.
Todo verde y blanco
El mensaje visual del 15ª Congreso Regional es que los socialistas han vuelto a Andalucía, nadie explica dónde se habían ido, donde han estado estos últimos seis años de gobierno del PP. Lo importante es que “el PSOE andaluz ha vuelto”.
El otro signo indiscutible es que la federación más numerosa de España, con algo más de 40.000 militantes, vuelve a estar comandada por una dirigente política que atesora más poder institucional que nunca: no es presidenta de la Junta de Andalucía, pero es vicepresidenta primera del Gobierno, ministra de Hacienda y vicesecretaria general del PSOE federal. “¡Ahora vamos a por todas!”, ha subrayado la portavoz de la ejecutiva regional y diputada onubense, María Márquez.
En el programa no estaba prevista su intervención, pero el nombre y el espacio que ocupa Márquez en este congreso de unidad ya anticipaba el protagonismo que Montero le ha cedido en su nueva ejecutiva. Viene de las Juventudes Socialistas, maneja los argumentarios, las consignas y las tradiciones de partido como el más veterano, pero representa un salto generacional que el PSOE andaluz no se ha atrevido a dar hasta hoy.
Victoria y unidad. Unidad y victoria. Es el binomio del 15ª Congreso Regional. Todos han repetido una y otra vez estas dos palabras, enlazadas, como un sintagma imprescindible para llegar armado y fuerte a las elecciones andaluzas de 2026. También los líderes de UGT y de CCOO exigieron unidad a los socialistas, señalando la tormenta que arrecia fuera: la violenta irrupción de Donald Trump, la guerra de Putin en Ucrania, el genocidio de Gaza, el ascenso progresivo de la ultraderecha en toda Europa, la polarización tóxica, los ataques a la socialdemocracia desde dentro, la ola reaccionaria...
“Necesitamos a la izquierda más unidad que nunca. Os necesitamos fuertes. Los trabajadores necesitamos políticas del PSOE”, ha remarcado Nuria López, líder regional de CCOO, agitando al plenario con un discurso muy mitinero que les ha puesto de pie. “Tenemos que sacudirnos los complejos. Si os llaman, socialcomunistas por subir el salario mínimo, que os lo llamen. Si os llaman woke por defender la igualdad, el medioambiente y a los inmigrantes, que os lo llamen. Siempre lo vamos a hacer mal para los poderosos y a la bestia no se la apacigua, se la combate”.
Montero ha sido breve y su discurso no se ha movido un milímetro del que lleva repitiendo desde que aceptó el encargo de Pedro Sánchez para tomar el control del PSOE andaluz, pese a todas sus recelos y reticencias. La nueva líder se pone delante, pero todos los militantes tienen que empujar, todos los agentes sociales son necesarios.
La escalada, de los 30 escaños actuales hasta romper la mayoría absoluta de Moreno, es un Himalaya que necesita muchos sherpas. “Este partido se abre al conjunto de la sociedad progresista para recibir aportaciones, mejorar, enriquecernos, ser más fuertes con otros que caminan con nosotros”, ha dicho.
El PSOE andaluz está en mínimos históricos de poder y representación institucional -en el Parlamento, en los ayuntamientos, en las diputaciones provinciales- y su gran reto es agrandar su base social en una región donde el PP de Moreno ocupa hoy el espacio político de centroizquierda que tradicionalmente representaban los socialistas.
Montero y el expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, han señalado el camino de la remontada: un andalucismo de izquierdas. Está por ver si a la izquierda del PSOE andaluz, donde otras formaciones pugnan entre sí por concurrir juntas o separadas a los próximos comicios, hay suficientes votos latentes como para ponerse a la altura del PP. Los de Moreno creen que Montero tiene difícil crecer por esas latitudes y tienen muy cercado el espacio de centro, con discursos, mensajes y estrategias que parecen un calco de las que usó el PSOE durante años. Esa, en todo caso, es la apuesta de este Congreso: todos a la izquierda.
Zapatero pide a Feijóo “lealtad” con Sánchez
Zapatero se ha subido al atril detrás de la protagonista y, nada más abrir la boca, ha puesto en pie a la militancia: “Estuve aquí en Armilla en 2002 y de aquí fui directo a la Moncloa, como vais a ir vosotros a San Telmo otra vez”.
Zapatero les ha contado que tiene la “convicción” de que “el ambiente de este 15º Congreso marcará una etapa de éxitos” para los socialistas andaluces y destacó la importancia de esta federación para el conjunto del partido. “Nunca el PSOE podrá agradecer en su historia a todos los andaluces, sobre todo a las andaluzas, por lo que han creído en el PSOE”, sentenció. Montero y él buscan esteroides anabolizantes emocionales para que el socialismo andaluz recupere un músculo que siempre tuvo cuando gobernó, durante 37 años, pero que se ha esfumado o está durmiente desde que perdió el gobierno de la Junta en 2018.
El expresidente también dedicó un momento de “reconocimiento” a los expresidentes Manuel Chaves, en primera fila, y José Antonio Griñán, ausente, a los que el partido ha recuperado tras diez años de ostracismo político por la condena del macrofraude de los ERE (anulada ahora por el Tribunal Constitucional).
Pero ha sido a Montero a quien más alabanzas ha hecho el expresidente: “Tenéis al frente del PSOE-A a María Jesús, que es todo trabajo, todo esfuerzo, todo lealtad, lealtad y lealtad a una idea, a un partido, a una tierra, Andalucía. Es lo que toca”.
Zapatero ha dedicado gran parte de su intervención a reivindicar al Gobierno de Pedro Sánchez y atacar duro al líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, a quien ha exigido “lealtad” con el presidente y con la agenda europeista frente a los ataques de Trump, del multimillonario Elon Musk y de las alianzas del PP con fuerzas ultraderechistas.
“Feijóo tiene un problema con Trump. Si está con Vox, que quiere acabar con la UE, en una coalición que será derrotada por la historia. El líder de la oposición se debe al país. ¡Apoye al presidente, apoye a la posición europeísta!”, sentenció, para terminar con un epígrafe muy aplaudido: “La legislatura va a durar hasta 2027, estad tranquilos”, ha dicho, dirigiéndose al ministro Bolaños.
También han asistido a este acto, entre otros, los expresidentes de la Junta Manuel Chaves y Susana Díaz, así como tres ministros --los de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños; de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, y de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant--, y el portavoz del PSOE en el Senado y exsecretario general del PSOE andaluz Juan Espadas.
El diputado jiennense Jacinto Viedma, secretario de Organización en la ejecutiva de Juan Espadas, es quien ha hecho el informe de gestión de la directiva saliente, que ha pasado de puntillas por las cuatro derrotas electorales que dejan tras de sí. Espadas se puso en pie para recibir una ovación de la platea. Este domingo se votará en el Congreso Regional la composición de los nuevos órganos de dirección del partido en Andalucía.
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