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La huella de los primeros centros de datos en Aragón: hasta 4.500 empleos directos, pero un consumo de agua disparado

El consultor Óscar Lobera, autor del estudio, en presencia de Jorge Azcón y del presidente de la Fundación Basilio Paraíso, Jorge Villarroya.

Luis Faci

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La explosión de centros de datos en Aragón, y especialmente en el entorno de Zaragoza capital, empieza a traducirse en proyecciones de datos, aunque el impacto final está lejos de conocerse. La Fundación Basilio Paraíso ha llevado a cabo un estudio sobre las primeras once granjas de servidores anunciadas en la comunidad y la huella que van a dejar será muy sensible, tanto en lo positivo como en lo negativo.

Y eso que estas son solo una tercera parte de las instalaciones que promotores privados aspiran a poner en marcha en pocos años en la comunidad. De hecho, los 'data centers' incluidos en el informe son los once con la Declaración de Interés General (DIGA) aprobada por el Gobierno de Jorge Azcón –que ha querido acudir a la presentación este miércoles del estudio– hasta el mes pasado. Es decir, que el documento se basa únicamente en los datos trasladados por las empresas a la Administración.

Los once centros de datos analizados suman más de 47.000 millones de euros de inversión conjunta. Según el presidente de la Fundación, Jorge Villarroya, esto “supondría situar a Aragón como el tercer mayor mercado de data center en Europa y entre los principales del mundo”, superando a mercados consolidados como París o Dublín.

Respecto a la aportación a la economía aragonesa, hay dos fases diferenciadas y con intensidad distinta: la de construcción y la de operación.

La primera de ellas, que se desarrollará en el próximo decenio, generará una riqueza nueva –medida en valor añadido bruto (VAB)– en Aragón de entre 7.900 y 10.800 millones de euros, según el estudio de la Fundación Basilio Paraíso, obra de consultor Óscar Lobera. La mayor parte de este volumen se concentrará en el primer tramo, con 21.000 empleos directos en sectores como la construcción, los servicios de reparación e instalación de equipos, la ingeniería y la industria de materiales. El informe contempla que, en su tope en 2028, la inversión equivalga al 16,8% del PIB actual de Aragón.

En cuanto a la fase de operación, estos once centros de datos crearán entre 3.150 y 4.500 empleos directos. A esto se suma que por cada empleo directo se generará casi un puesto más de manera indirecta.

Uso intensivo de recursos

Frente a estos datos, también serán enormemente significativos los relativos al uso intensivo de recursos energéticos y naturales, y más en concreto la demanda de electricidad y el consumo de agua.

En el primer caso, el consumo eléctrico puede llegar a duplicarse en Aragón solo con estos once centros de datos, con lo que la proyección es mucho mayor al tener en cuenta la treintena de instalaciones que se proyectan. El estudio recuerda, en todo caso, que “Aragón ya produce casi el doble de la energía que consume y es una potencia exportadora de renovables”. Así, el “cuello de botella” se sitúa en la planificación y la ejecución de las infraestructuras de transporte eléctrico, un ámbito crítico para la viabilidad de los proyectos.

Aunque el estudio concluye que la demanda eléctrica de estos once centros de datos “no supone que 'quiten' energía a los ciudadanos o a la industria actual” sino que “apuntala el modelo energético de Aragón”, sí menciona ejemplos de zonas con gran proliferación de estas industrias que han tenido que poner trabas a su instalación. Por ejemplo, Irlanda, donde “se tuvo que responder con moratorias a las nuevas conexiones” de centros de datos “por insuficiente capacidad existente en la red eléctrica”. O en Virginia del Norte (Estados Unidos), donde “se ha planteado la creación de una nueva clase tarifaria diseñada específicamente para usuarios de alta energía”.

Respecto al impacto hídrico, el consumo de agua puede alcanzar los 14 hectómetros cúbicos anuales; es decir, más de un 10% de lo que consume toda la comunidad. Eso, con los datos transmitidos por las empresas promotoras al Gobierno de Aragón. El informe de la Fundación Basilio Paraíso menciona que será fundamental el impulso “de forma decidida” del uso de agua regenerada.

Pese a esta magnitud de consumo, el presidente aragonés, Jorge Azcón, ha calificado de “imperceptible” las necesidades hídricas de los once centros de datos.

Junto a esto, el estudio también hace un análisis sobre el impacto fiscal de la actividad de estos once centros de datos. La recaudación proyectada en los próximos diez años oscila entre los 3.000 y los 4.300 millones de euros para todas las administraciones, con la estatal como la más beneficiada debido a las cotizaciones sociales y el IRPF generado. La autonómica y las locales se quedarían en torno a un tercio de estas cifras.

El jefe del Ejecutivo autonómico ha sacado pecho por las cifras reflejadas en el estudio. “Quién nos iba a decir que en Aragón podíamos superar a sectores tan importantes en tecnología como Dublín o París. Ya están detrás de Aragón, y ahora miramos a Fráncfort o Londres”, ha apuntado. Y ha añadido que “dentro de muy poco” la comunidad se situará por delante del núcleo financiero alemán.

Azcón ha puesto como ejemplo, respecto al impacto en el empleo que van a tener las granjas de servidores, que un sector como el de la construcción va a registrar “incrementos de entre el 20% y el 30% en tres o cuatro años”.

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