El conflicto sanitario en Aragón se enquista: cuatro días de huelga y ningún avance en la negociación
La huelga de médicos y facultativos en Aragón llega este viernes a su cuarto y último día con posiciones totalmente enfrentadas entre sindicatos y Administración. Aunque el Gobierno aragonés cifra el seguimiento en torno al 15%, las organizaciones convocantes, CESM Aragón y FASAMET, sostienen que la participación real supera ampliamente el 75% en hospitales.
Desde ambas organizaciones denuncian que el Ejecutivo está “distorsionando” los datos al computar como trabajadores en activo a médicos que están de servicios mínimos, de libranza o incluso en plazas vacantes.
La protesta, convocada simultáneamente en todo el país contra el borrador del nuevo Estatuto Marco del Sistema Nacional de Salud, tiene en Aragón un carácter doble. Además de las reivindicaciones nacionales, los facultativos reclaman cambios específicos al Gobierno de Aragón en materia salarial, organizativa y de condiciones laborales.
Mercedes Ortín, secretaria general de CESM Aragón, describe un deterioro “continuado” de las condiciones laborales durante los dos últimos años y medio, así como señala de manera directa al consejero de Sanidad de la DGA, José Luis Bancalero, porque “desde que llegó, no ha mejorado para nada las condiciones laborales de los médicos aragoneses”.
En este sentido, recuerda en una entrevista a elDiario.es que la legislatura comenzó con un intento de aprobar “un decretazo de primaria” que imponía a los facultativos urbanos jornadas que podían llegar “hasta las 48 horas semanales, que en la práctica muchas veces son 90 o 100”. Aquella medida, tal y como explica, ya generó una huelga y dos meses de negociación que acabaron en acuerdos que “ni siquiera están respetando”.
Desde entonces, asegura Ortín, la Consejería ha encadenado “ocurrencias” legislativas que han incrementado la tensión. Entre ellas, el decreto para fidelizar a residentes recién titulados con hasta 30.000 euros en tres años si ocupaban plazas de difícil cobertura. “Te puede imaginar que el que está allí, haciendo lo mismo, cobra un salario; y el fidelizado, 30.000 euros más”, denuncia.
Según la secretaria general de CESM, el resultado ha sido “un aumento preocupante” de médicos sin título de especialista: “Estamos ya cerca de 200 en Aragón”.
Otra medida que califican de “arbitraria” es el decreto legislativo que permite adjudicar por concurso de méritos plazas de facultativo especialista en hospitales de difícil cobertura. “Dos vías de entrada para el mismo puesto generan desigualdades brutales”, afirma, sobre lo que los sindicatos ya han anunciado recursos judiciales.
La gota que colmó el vaso llegó, a su juicio, cuando el Gobierno de Aragón publicó en el Boletín Oficial de Aragón un baremo para evaluar a jefes de servicio y sección: “Es poner las reglas del juego para cargarse al jefe que quieran”. También este decreto será impugnado.
Guardias obligatorias, más de 70 horas semanales y falta de conciliación: reivindicación nacional
En paralelo, el borrador del Estatuto Marco ha aglutinado en la huelga a miles de facultativos de toda España. Leandro Catalán, presidente de FASAMET Aragón, resume el rechazo: “Los médicos creemos que debemos tener un estatuto propio por la idiosincrasia de nuestro trabajo, la responsabilidad y la formación que requiere”.
El punto más polémico, sin embargo, es el régimen de guardias. El texto mantiene la obligatoriedad, consolida jornadas que pueden superar las 45 horas semanales y no reconoce estas horas ni su “penosa” cotización para la jubilación. “Hay veces que estás tres días fuera de casa”, apunta Catalán, al mismo tiempo que recuerda que Aragón está entre las seis comunidades que “peor pagan las guardias”.
Del mismo modo, los sindicatos reclaman también el reconocimiento del grupo profesional A1+ y que los periodos prolongados de descanso tras guardias cuenten para la conciliación.
Salarios congelados, carrera profesional bloqueada y acuerdos incumplidos: reivindicación autonómica
A nivel de Aragón, las reclamaciones se centran, sobre todo, en mejorar las retribuciones y recuperar los derechos recortados desde 2010.
Catalán detalla que los facultativos siguen perdiendo “al menos 1.000 euros al año” en pagas extraordinarias desde entonces, un acumulado de casi 2.000 euros por profesional. Por este motivo, los sindicatos y profesionales solicitan desbloquear el nivel IV de carrera profesional y aplicarla íntegramente al personal temporal, tal como marcan los tribunales.
A su vez, exigen que en 2026 se cumpla el compromiso de destinar el 25% del gasto sanitario a Atención Primaria, debido a que “seguimos en el 13%, prácticamente la mitad”.
Un seguimiento masivo según los sindicatos y muy reducido para la DGA
La diferencia entre los datos del Ejecutivo aragonés y la de los sindicatos es abismal. Mientras que desde el SALUD asegura que el seguimiento es del 15%, CESM y FASAMET Aragón sostienen que los hospitales superan el 75% y que, este jueves, la participación ha alcanzado el 80%.
“Para Atención Primaria establecimos una huelga repartida en las diferentes zonas para disminuir las posibles afecciones que puedan haber en la población y así tampoco realizar cierres de consultas en los centros de salud”, detalla Catalán, quien remarca que “vamos en la misma línea que la población, queremos lo mejor”.
Ortín explica cómo calculan el seguimiento real: “Hay que considerar huelguistas a los mínimos y excluir a quienes están de vacaciones, libranza o en plazas sin cubrir”. Además, denuncia que el SALUD incluye incluso actividad realizada en “salas blancas”, como endoscopias, para “inflar el número de cirugías realizadas.
Los sindicatos subrayan que la actividad se ha reducido a “lo estrictamente indemorable”, lo que serían dos quirófanos funcionando en el Hospital Miguel Servet por fracturas y casos oncológicos, cuatro de 19 en el Hospital Clínico Lozano Blesa y un único quirófano en Teruel.
El Gobierno aragonés, por su parte, confirma 450 intervenciones suspendidas y 3.500 consultas aplazadas en dos días. Ante ello, la administración insiste en que “el origen del conflicto es el Ministerio de Sanidad” y pide retirar el borrador del Estatuto Marco.
Sin embargo, desde los sindicatos afirman que “no ha habido ninguna comunicación ni reunión más” desde que están de huelga, por lo que piden “una intervención directa del presidente Jorge Azcón” y que “dejen de echar balones fuera”, dice Catalán.
“Nosotros siempre hemos sido proclives a los pactos, pero esta situación demuestra la poca voluntad de la Administración sanitaria, tanto la nacional como la autonómica, de sentarse, intercambiar propuestas y alcanzar acuerdos”, considera.
El impacto en los pacientes
En los centros de especialidades, como el Inocencio Jiménez de Zaragoza, la huelga se vive con mezcla de confusión y comprensión. Lourdes Felipe, paciente con cita este miércoles en Cardiología, sostiene que ha tenido “suerte”: “Me han atendido y además me han dicho que está todo bien. Estoy feliz”.
Aunque reconoce un “cierto retraso”, indica que “no es nada nuevo” y que, aunque ella sí ha sido atendida, “ha habido varias personas de otras especialidades que sí fueron informadas de que sus médicos estaban en huelga y debían reprogramar la cita”. “Se entiende que quieran reivindicar sus condiciones laborales”, comenta Felipe, a pesar de lamentar las dificultades que pueden generarse para pacientes que viajan desde pueblos o deben pedir permiso en el trabajo.
En su caso, este día 12 de diciembre también tiene cita médica con su madre. Pese a desconocer sí las atenderán, ella remarca que “es normal que quieran reivindicar sus derechos” y “todos deberíamos entender lo que piden”.
Ortín afirma sobre la importancia que tiene que la ciudadanía conozca los motivos por lo que se convoca la huelga y se llega a esta situación “tan extrema”, haciendo alusión al “deterioro” del sistema y al “déficit de especialistas”.
“Lo que estamos haciendo ahora es para conseguir atraer, fidelizar y dignificar el puesto de trabajo de los médicos aragoneses para que ellos no tengan que soportar listas de espera infinitas y tengan la mejor calidad asistencial”, admite, para después reivindicar que “cuando los médicos vamos a la huelga es porque pasa algo muy gordo”.
En este sentido, Catalán coincide en que “debemos cuidar a quienes nos curan”, una afirmación que también acompaña los folletos repartidos en las consultas y que hablan de “luchas por una dignidad y por una seguridad en la sanidad pública de todos”.
Más huelga si no hay avances ni acuerdos
La movilización finaliza este viernes 12 de diciembre, pero el conflicto, si no hay reunión con los sindicatos, no parece tener final. CESM Aragón prevé reunirse la semana próxima para evaluar la “hoja de ruta”, mientras que a nivel nacional la negociación va a continuar.
Asimismo, Ortín es claro y directo: “Si consideramos que hay que convocar más días de huelga, lo vamos a hacer” porque “si en Aragón no hay avances, seguiremos pidiendo lo que es justo y nos pertenece”.
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