Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
La guerra entre PSOE y PP bloquea el acuerdo entre el Gobierno y las comunidades
Un año en derrocar a Al Asad: el líder del asalto militar sirio detalla la operación
Opinión - Un tercio de los españoles no entienden lo que leen. Por Rosa María Artal

Maichak Tamanaco: “Toda obra que ejerzamos desde la honestidad, la generosidad y la libertad se convierte inevitablemente en un acto de amor”

Autorretrato.

Javier Fernández Rubio

Santander —
22 de agosto de 2020 20:03 h

0

El fotógrafo y pintor Maichak Tamanaco (Santander, 1982) es tan humilde como parece y tan complejo como refleja su obra. Creador multidisciplinar que se define a sí mismo como autodidacta, ha participado con su obra en varias exposiciones individuales y colectivas, nacionales e internacionales, y en múltiples formatos. Tamanaco construye sus creaciones como si fueran un 'tableau vivant', con un componente teatral claro, controlando hasta el último detalle de sus puestas en escena, dotándolas de un artificio que pone al servicio de una idea y de una emoción. Su fotografía es pictorialista y tiene una deuda clara con los grandes clásicos de la imagen como Stieglitz o Frank Eugene, con una cálida paleta de color y una penetración psicológica que hace de su cámara, más que un artefacto de luz, un bisturí. El creador, que acaba de proporcionar la imagen de la última edición de la Feria del Libro Viejo de Santander, reflexiona en esta entrevista sobre el concepto y la forma, sobre la generosidad y la búsqueda, sobre la creación, en definitiva, como un acto de amor a los demás.

No puedo evitar preguntarle por su nombre. Sé que es de Santander, pero tengo una gran curiosidad por si en su DNI pone Maichak Tamanaco o  es un 'nom de guerre'.

Maichak Tamanaco es el nombre que me pusieron mis padres. Aunque nací en Santander, mi madre es de Venezuela y tanto Maichak como Tamanaco son dos nombres de la Amazonía, ambos a su manera guerrilleros que lucharon por la libertad de su pueblo, así que, podríamos decir que, aunque Maichak Tamanaco es mi nombre original, también es mi 'nom de guerre’. 

Ahora háblame de usted, como persona. ¿Cómo le explicaría a alguien que le preguntara quién es?

Aún no lo tengo del todo claro. Tendríamos que ir averiguándolo ambos, pero sin ánimo de parecer pretencioso y como respuesta, diría que soy buena gente. 

¿Y si le preguntase qué hace?

Durante una época de mi vida rehusaba ponerme yo a mí mismo el apelativo de “Artista” (su connotación para mi gusto tenía mucho que ver con la parte ególatra o sensacionalista, algo ajeno a lo que yo busco en el arte). Pero por razones más que evidentes, a día de hoy me parece acertado y también más cómodo decir que soy artista, en vez de responder que soy fotógrafo, pintor, escultor y demás menesteres. Esta vez, y aunque sea solo por comodidad, diré que soy artista.

¿Qué caminos le llevaron a la creación y a la creación fotográfica en concreto?

El arte en mí ha sido simple algo vocacional, pero recuerdo el instante de mi niñez en el que mis ojos se abren verdaderamente al arte y con esta visión se rompen los paradigmas de lo que hasta ese momento conformaba la realidad de un niño. Mi madre tuvo una gran aportación a este despertar. Nos grababa en nuestro viejo VHS el programa de televisión 'La Mandrágora', ya que lo daban de noche y tanto mis hermanos como yo éramos aun demasiado pequeños para quedarnos hasta esas horas. Recuerdo en uno de los programas (aunque suene arquetípico) ver al figura de Salvador Dalí, allí de pies con sus peculiar bigote y su aún más peculiar forma de hablar. En la escena, una mujer desnuda se mantenía como inerte al lado de aquel hombre tan extraño. Después de un discurso demasiado complicado para que un niño pudiera entenderlo, Dalí incrustaba (por llamarlo de alguna manera) un lienzo con su marco en la cabeza de la modelo, el lienzo quedaba roto y el marco se mantenía suspendido sobre los hombros de la ayudante como un collar. Dalí cogió sus pinceles y sin miramientos comenzó a pintar la cara de la modelo, como si ella misma fuese un cuadro viviente. Esa visión de un hombre adulto, ejerciendo una forma de libertad tan parecida a la manera que tienen de jugar los niños, tan cercana, divertida, estrambótica y a la vez tan incomprensible, desmontó todo lo que hasta ese momento un niño de Santander veía y creía como lo “común”, lo “cotidiano” y lo “real”. Después de años incorporando el arte a todo lo que hacía o podía, descubrí el mundo de la fotografía de manos de mi padre. Trabajamos muchos años juntos en un pequeño estudio en Santander, así pude ganar conocimientos y experiencia para empezar a afrontar la fotografía desde mi propia identidad, convirtiéndose con ello en mi medio de expresión más recurrente.   

¿Por qué crear?  

Sin la vertiente creadora, ya no solo a nivel de crecimiento interior, sino como especie, el ser humano perdería, por ejemplo, la capacidad de crecer, de evolucionar o de adaptarse al medio. La creatividad, como atributo casi único de nuestra especie, nos ha acompañado a través de las eras desde diferentes usos, manifestaciones, o instrumentos; ha dado soluciones y aportado claridad, o al menos aliviado el sufrimiento de los hombres. Incluso viéndolo desde el lado más pragmático, la creatividad ha sacado al humano de la caverna y lo ha enviado a la luna, nos muestra futuros inalcanzables y nos ofrece toda clase de herramientas para que los alcancemos. La faceta de creador del ser humano bien empleada, a mi entender, es la piedra angular de la que nacen todas sus virtudes, y debe ser cuidada y respetada. 

¿No está todo ya dicho o fotografiado? ¿Qué puede aportar? 

Todo está dicho y nada está dicho, no solo en la fotografía, sino en nuestras vidas en general. Es verdad que el momento que vivimos de renacimiento tecnológico nos brinda la oportunidad de ver miles de imágenes, miles de personas y sus millares de mundos, y muchas veces, incluso sin proponérnoslo, entramos en la comparación. Por eso tal vez parezca que todo se mezcla y se confunde en la misma cosa, dando la impresión de que todo discurso creativo, toda expresión artística y, por ende, todo pensamiento, aun siendo tan solo eso, un abstracto, está manido o carece de su propia identidad. Hasta cierto punto es verdad, pero es la verdad más débil de las miles de verdades que comparten un origen en común, y es que el artista o en este caso, llamémoslo el 'yo-original', esta ejerciendo una libertad muy concreta, la suya propia. Y por descontado, aunque sea de una manera muy sutil, diferente a la capacidad de libertad de su hermano más cercano. Por eso, bajo mi punto de vista, toda obra que ejerzamos desde la honestidad, la generosidad y la libertad, con nuestros hermanos y con nosotros mismos, se convierte inevitablemente en un acto de amor.  

¿No es una presunción ser artista y reclamar la atención de los demás?

Como todos sabemos, seas artista o regentes un restaurante, en este momento nuestra sociedad rinde culto a la vanidad, con herramientas muy especificas para alimentar nuestros egos, como por ejemplo, los horriblemente famosos 'likes'. Conozco a muchos artistas y puedes encontrar de todo, y donde verdaderamente reside la intención ofrecida en tu obra es en los actos y la manera de manifestar y sentir tu arte. La imagen del artista siempre ha ido asociada a personas con un ego enorme y no seré yo quien rompa este mito, porque puedo entender que existan artistas cuya meta sea ser famoso o algo similar, buscando alimentar su necesidad, sea esta cual sea. Por el contrario, conozco a muchísimos artistas con una humildad y una generosidad abrumadora, grandes maestros que ofrecen de una manera casi altruista su forma de ver la vida, sus conocimientos y su originalidad para que el resto podamos aprender, crecer o simplemente deleitarnos. De estos amigos, ejemplos de amor viviente, es de donde yo parto para comprender el arte, como lo que es, un acto de amor y de entrega.     

¿Se considera usted un narrador? Si es así, ¿qué busca en sus narraciones?

Todos somos narradores en nuestra historia, da igual que incluso no hagamos nada por narrarla, ella se cuenta por sí sola. Mi visión de los artistas como amantes de lo indeterminado, de la no idea y de lo que es imposible, les convierte directamente en narradores, ellos recogen del abstracto una idea y la manifiestan en este plano sensorial y físico, para que todo espectador pueda admirar algo que nunca existió. Llevan a sus espaldas, de una manera sutil e implícita, la renovación de los mitos, la creación de otros nuevos y la narración de sus propias vidas. Yo como artista hablo de los aspectos humanos desconocidos y a la vez arquetípicos, tan imprecisos y por el contrario, tan concretos, que siendo enigmáticos han anidado en nuestra psique y nos acompañan desde el principio de los tiempos. Yo hablo del ser humano.   

Entre el concepto y lo bello, ¿con qué se queda a la hora de trabajar?

Para mí no puede haber una disociación de ambas ideas: lo bello es el embalaje con el que envuelves un regalo, y es tan importante que en muchos casos puede parecer que en sí mismo es el regalo. Si nadie la toca, la propia caja con su papel de colores ya podría ser algo hermoso para adornar, pero debemos abrirla y buscar en su interior. El concepto es el regalo, es lo verdaderamente importante, bajo mi punto de vista. No podemos aspirar a completar una gran obra si su interior está vacío.   

¿Cuándo considera que un trabajo está terminado? ¿No es toda obra un palimpsesto inacabable, una tarea de Sísifo con la cámara?

Cualquiera de las obras que llevamos a cabo podría llevarnos toda una vida de estudio y mejora, podríamos dedicarle todo nuestro tiempo y consumirnos mientras la observamos, y probablemente, en el lecho de nuestra muerte, la sintiésemos inacabada. Esto ya nos lo ha puesto de ejemplo la historia muchas veces, y el arquetipo ya está más que conformado. Si no queremos que nuestra batalla acabe en una victoria pírrica, debemos compensar la idea, la intención, el esfuerzo y el tiempo, aunque a veces esta no sea la opción que prefiramos. Lo más importante para mí es que la idea esencial quede plasmada de la mejor manera posible, antes de que uno mismo se consuma en el esfuerzo.  

¿Por qué construye escenarios? ¿No te basta la realidad?

No es que la realidad no me baste, pero mi obra parte siempre de bocetos muy estudiados y concretos, y una vez definida la idea soy inamovible con la forma final,. En casi la totalidad de mi obra los escenarios son de una manera muy concreta, puesto que la idea también suele ser muy concreta; e irremediablemente he tenido que construirlos, al igual que construyo la idea sobre la que voy a trabajar. Aunque nunca me cierro a las posibilidades antes de haber encontrado la clave, es difícil traer a este plano mi obra si no puedo crearla desde cero.  

¿Hasta qué punto le influye el surrealismo u otros ismos en su trabajo?

Como puede quedar más que patente viendo mi obra, me siento muy influenciado por el modernismo pictórico y arquitectónico. También busco inspiración en la joyas de la fotografía de principios del siglo XX, retratos como los de Stieglitz, Eva Watson-Schütze, Frank Eugene, David Octavius Hill y, más recientes, como el fotógrafo Jan Saudek y los directores de cine Terry Gilliam y Jeane-Pierre Jeunet, por citar algunos ejemplos. 

¿Considera que el arte, no solo en tiempos de pandemia, tiene un valor que tiende a cero? ¿Se vive del arte?

Hablando tan solo de economía, los artistas casi por definición, y sin entrar a valorar esto como un absoluto, siempre han estado en la cuerda floja. Evidentemente, como la mayoría de personas que están sufriendo los innumerables problemas derivados de toda esta situación, y al igual que cualquier familia que tenga otros ámbitos laborales, la situación se presenta complicada y hasta cierto punto desalentadora. En el ámbito del arte, ya no solo artistas plásticos sino también músicos, técnicos de luces, técnicos de sonido, salas de teatro, salas de conciertos y un larguísimo numero de personas que conforman la maraña artística, están no solo deseando, sino necesitando que se pueda vivir del arte.  

Un larguísimo numero de personas que conforman la maraña artística está no solo deseando, sino necesitando que se pueda vivir del arte

Maichak Tamanaco Fotógrafo

¿Le dice algo la expresión 'ser profeta en tu tierra'?

¡Me ha parecido por un instante, que quiere decirme algo, aunque no sé muy bien el qué! Cuando lo ha dicho se me ha escapado una pequeña sonrisa. Ahora ya, dejando a un lado las bromas, tengo que reconocer que siempre me he sentido arropado por la gente de mi tierra. Sí que es verdad que, para que las cosas fuesen mejor, debería de dar a conocer más mi obra, pero esto no creo que sea un problema ajeno, sino mío propio. Tendré que emplear más esfuerzo hacia este ámbito, pero sin miedo, que todo se aprende con la práctica. 

En una cultura cada vez más visual, ¿siente que su trabajo tiene más repercusión?

Sí que creo que mi trabajo poquito a poco va viéndose y reconociéndose más. Tengo que recordar que al menos de momento no soy un artista de grandes masas, sino más bien de pequeños salones, ni tengo un gran escaparate abierto al publico. Podría decirse que aún mantengo, salvando las distancias, un poco de esencia 'underground'.   

¿Trabaja las redes sociales?

Es algo a lo que procuro no darle más atención de la necesaria, pero a la vez soy consciente de que debería desarrollar más esfuerzo hacia ese lado. Tengo muchos compañeros con este problema en común. Unos han conseguido equilibrarlo todo, el tiempo empleado en el taller creando, y el tiempo delante del teléfono o el ordenador. Otros han optado por que algún profesional le lleve las redes, y alguno que otro ahora está pendiente todo el tiempo de cuantos 'likes' tiene su cuenta. Yo aún no he dado con mi método.  

¿Hay que tener muchos amigos para salir adelante o deposita toda su confianza en su obra?

Cuando se refiere a 'amigos' supongo que lo hace con una doble lectura, y entiendo a qué se refiere. En determinados ambientes, tal vez sea una buena moneda de cambio, el que seas amigo de, o conocido por, supongo que siendo sinceros a pequeña escala esto también sucede, cuando consigues ciertos trabajos y pensándolo bien, no creo que sea justo, pero esa es la realidad que vivimos. Si tengo que hablar de mi forma de actuar, no es mi caso, deposito toda la confianza en mi obra y lucho con y para ella. Aunque dicho esto, una parte fundamental para que yo consiga salir adelante o no es por mis amigos, mi familia y la gente que me apoya. Sin ellos yo no podría ser yo (Perdóneme si aprovecho: desde estas lineas les mando ¡muchos quereres a todos!). 

¿Por qué parece haberse descubierto ahora el vínculo entre arte y emociones? ¿No ha existido siempre?

Bajo mi punto de vista, el arte y las emociones están tan ligados, y llevan además coexistiendo tanto tiempo que en muchos de los casos la linea divisoria desaparece, ya no solo para el creador sino también para el receptor. El arte es emoción viva, admirable y sanadora, que además se puede vivir de una manera individual y colectiva al mismo tiempo,. Creo que sin emoción no hay arte, y que la emoción se alimenta, se transforma, y se sublima a través del arte. Cualquier persona, con un poco de sensibilidad, en algún instante de su vida ha sentido, a través del arte, el florecimiento de las emociones. La tarea principal de todos los medios de expresión es justamente eso: liberar la presión de esas emociones que crecen en nuestro interior.  

¿Comparte cierta versión romántica del creador o piensa que crear es el infierno que uno construye a su medida?

Interpreto la faceta de creador desde la versión más romántica, añadiré: creador de uno mismo. Nuestra faceta de creadores nos enseña a eliminar los falsos juicios que tenemos hacia la realidad, la desmolda, nos brinda la oportunidad de trasformar lo 'físico' o lo 'real' en algo más maleable. Nos brinda la oportunidad de jugar con la vida, sin miedo, sabedores que siempre puede haber un problema, pero que el mismo problema trae una solución, nos da esperanza, empoderamiento e ilusión. Nos capacita para creer en nosotros mismos y en el resto de individuos de nuestra especie, hace que incluso lleguemos a conclusiones y estados que a día de hoy no podemos comprender del todo. Son como pequeños destellos en nuestro fuero interno que nos acercan a la divinidad,. Nuestra faceta de creadores es lo que ha esculpido nuestro presente y esculpirá nuestro futuro.    

¿Cree que el arte, si no cambiar el mundo, puede cambiar a las personas?

Absolutamente, como hemos hablado antes, y como conclusión final, creo en el arte como una prueba de libertad, de amor, y de entrega, y aunque vivamos en una realidad o sociedad conformada de una manera gris, hermética, que parece inamovible, y poco amable con el ser humano y su entorno, en nosotros mismos está el poder de transformar las cosas. Vivamos y experimentemos nuestra capacidad creadora y creativa, abramos las posibilidades. Y aunque el arte no sea el remedio que solucionará todos nuestros problemas, seguro será uno de los ingredientes principales de la cura.  

Etiquetas
stats