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Los diputados cántabros cobraron sus dietas durante el parón de la actividad parlamentaria por la pandemia

Minuto de silencio en el pleno extraordinario por el coronavirus. | JOAQUÍN GÓMEZ SASTRE

Blanca Sáinz / Laro García

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Ninguno de los 35 diputados autonómicos que integran el Parlamento de Cantabria en representación de PRC, PP, PSOE, Ciudadanos y Vox renunció ante la Cámara a la dieta mensual que les corresponde en concepto de “indemnización por gastos” inherentes a su actividad política, un complemento mensual de 1.099,69 euros que han seguido cobrando pese al parón de la actividad parlamentaria que se ha producido como consecuencia de la pandemia del coronavirus.

Por situarlo cronológicamente, el último pleno pre-COVID celebrado en la Cámara autonómica se llevó a cabo el lunes 9 de marzo, mientras que un día posterior, el martes 10 de marzo, tuvo lugar una comisión de Sanidad protagonizada por el consejero del área, Miguel Rodríguez (PSOE), en la que se abordó específicamente la situación de la comunidad autónoma en relación a la pandemia que comenzaba a golpear en España.

Fue a lo largo de esa misma semana, poco antes de que el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez (PSOE), declarara definitivamente el estado de alarma que obligó al confinamiento de la población, cuando la Mesa del Parlamento de Cantabria decidió suspender la actividad de la institución inicialmente durante dos semanas, en consonancia con las medidas preventivas que estaban aconsejando en aquel momento las autoridades sanitarias.

La medida, acordada ese viernes 13 de marzo por el órgano de gobierno parlamentario, imponía que no se celebraran plenos, ni comisiones, ni ninguna otra actividad cultural o divulgativa y se imponía el teletrabajo siempre que fuera posible, aunque sí estaba previsto que la Mesa y la Junta de Portavoces mantuvieran su actividad principalmente de forma telemática.

A pesar de que la comunicación inicial hablaba de 15 días de parón parlamentario, en consonancia con el primer periodo del estado de alarma, las consiguientes prórrogas aprobadas en el Congreso de los Diputados prolongaron esta interrupción en el normal funcionamiento de la Cámara cántabra hasta que el 6 de abril se celebró un pleno extraordinario semipresencial con la comparecencia del presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla (PRC), y del consejero de Sanidad, a petición propia, a fin de informar sobre la COVID-19, en una sesión rodeada de estrictas medidas de seguridad y a la que solo pudieron asistir los portavoces y los miembros de la Mesa.

Es a partir del 17 de abril cuando, a pesar de estar paralizada la actividad ordinaria, se desarrollan un total de 13 sesiones de la comisión no permanente para el estudio y seguimiento de la situación derivada de la crisis del coronavirus que han llevado al Parlamento, entre otros, a los representantes de patronal y sindicatos o del sector hostelero y turístico, además de a especialistas en epidemiología, de las residencias de ancianos o del Servicio Cántabro de Salud.

Esta comisión especial, con una intensa agenda de trabajo, se ha llevado a cabo siempre en el hemiciclo para mantener la distancia social entre los participantes y con un aforo reducido, ya que tan solo han participado diez diputados: cuatro del PRC, dos del PP, dos del PSOE, uno de Ciudadanos y uno del Grupo Mixto-Vox, y ha concluido con la aprobación por unanimidad de más de un centenar de propuestas de todos los grupos políticos.

Donaciones particulares

Pese a que hasta este pasado 2 de junio no se han retomado los plenos semipresenciales, todavía con limitación de aforo y voto telemático, todos los grupos políticos reconocen que sus diputados han seguido percibiendo durante el confinamiento las dietas en concepto de indemnización por gastos inherentes a su actividad todos los meses, una aportación económica extra a la cantidad de salario que cobran los parlamentarios en función de su dedicación o responsabilidad.

Sobre la posibilidad de que los representantes no hubiesen podido renunciar a estas dietas aunque hubiesen querido, cabe destacar que esta opción sí que existe en la Asamblea autonómica. Y es que según fuentes jurídicas del Parlamento, “en el Reglamento no existen impedimentos para hacerlo, pero nadie lo ha preguntado”.

En cualquier caso, y a pesar de que todos los diputados han continuado cobrando esas dietas, cada grupo parlamentario presenta su propia situación particular. Comenzando por el grupo más numeroso del hemiciclo, el del PRC, admite que ha habido dos semanas de parón para los diputados, “pero en cuanto empezó a funcionar la comisión de la COVID-19, todos los parlamentarios regionalistas han estado trabajando de forma permanente”, indica su portavoz, Pedro Hernando, que insiste en que lo que hicieron fue “recomendar” a sus representantes realizar donaciones: “Eso sí, lo que cada uno considere”.

Siguiendo por su socio en el bipartito, desde el PSOE señalan que no renunciaron a las dietas pero muchos de sus diputados donaron la totalidad del dinero cobrado durante este periodo de parón. En concreto, cuatro de sus siete representantes lo hicieron así, e incluso algunos de ellos han prolongado las donaciones hasta el mes de mayo. Tal y como explica la portavoz socialista, Noelia Cobo, esos donativos han ido a la cuenta de la COVID-19 del Gobierno de Cantabria. “Después, individualmente, cada diputado ha donado a Cruz Roja, Cáritas e incluso al Instituto Carlos III, a través de la cuenta federal del partido”, puntualiza.

Ya en la oposición, el portavoz popular, Íñigo Fernández, considera que estas dietas “al no estar vinculadas a alojamientos, ni nada por el estilo”, no tenían por qué dejar de cobrarse. “Algunos diputados hemos trabajado más que nunca”, asegura. Pese a eso, el diputado del Partido Popular indica que los cargos públicos de su organización han donado parte de su sueldo -dependiendo de lo que se ingrese- a una cuenta gestionada por Génova para “atender a las demandas del coronavirus”.

Algo parecido a lo que ha ocurrido con Ciudadanos, ya que el grupo naranja tampoco ha renunciado a sus dietas, pero sí que ha realizado donaciones. “Fuimos los primeros diputados de Cantabria y de España en donar, y lo hemos hecho directamente a una ONG como Cruz Roja”, advierte el portavoz del Grupo, Félix Álvarez. “Pero no se han hecho donaciones a través del partido ni de forma impuesta”, concluye.

Una versión bien distinta expone el portavoz de Vox, Cristóbal Palacio, que al igual que su compañero, Armando Blanco, tampoco ha renunciado, pero considera que “las dietas de los parlamentarios son parte de su salario pero sin retenciones de Hacienda, lo cual me parece irregular”. De igual manera, confiesa que las donaciones en su partido se han realizado de forma individual y por recomendación, pero no por imposición. “El escándalo es que el Parlamento elude el pago del IRPF de una parte del sueldo de los parlamentarios, y esa cotización sí que beneficia a todos los españoles”, finaliza.

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