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Unos 300 empleados de Nissan Barcelona protestan en la fábrica cántabra frente a un amplio despliegue policial: “Somos obreros, no terroristas”

Trabajadores de Nissan en Barcelona se manifiestan en la fábrica de Los Corrales de Buelna. | JOAQUÍN GÓMEZ SASTRE

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Tal y como estaba anunciado desde hace días, alrededor de 300 trabajadores de Nissan Barcelona se han concentrado este miércoles en la fábrica de la compañía nipona en Los Corrales de Buelna para protestar por el cierre de las plantas catalanas: “Venimos a Cantabria en son de paz, en busca de futuro”, han asegurado los manifestantes, que han protestado desde primera hora de la mañana frente a un amplio despliegue policial organizado en previsión de esta movilización laboral.

Y es que los empleados desplazados desde Cataluña han querido dejar claro que su intención no es la de buscar el enfrentamiento, criticando la masiva presencia policial: “Es una vergüenza”, se han quejado. “¡Somos obreros, no terroristas!”, han aclamado reiteradamente durante su protesta, al tiempo que mostraban pancartas en contra del cierre de sus centros de trabajo. “Cantabria, escucha, la Nissan está en lucha”, han exclamado como consigna.

Así pues, se han manifestado ante una gran expectación mediática y portando mascarillas dado el contexto de pandemia, hasta llegar a la puerta de la fábrica de Los Corrales, donde les esperaban varias hileras de agentes de antidisturbios de la Guardia Civil. Ante la negativa de estos de permitirles avanzar, los trabajadores han mantenido cortada la carretera en señal de protesta, donde han permanecido durante todo el día.

“Si no nos dejan manifestarnos frente a la fábrica, no vamos a movernos de la carretera”, han advertido, al tiempo que han insistido en que no buscan enfrentamientos, sino que están para defender sus puestos de trabajo, algo que harán en concentraciones en esta comunidad a lo largo de toda la semana -este jueves en Santander y posteriormente de nuevo en Los Corrales-, tras llegar desde Cataluña. “No vamos a rendirnos”, han asegurado.

Y es que, según ha explicado uno de los representantes sindicales de la plantilla, que ha portado un micrófono para dirigirse tanto a los medios de comunicación como al resto de manifestantes, la dirección de Nissan les ha engañado.“Son unos mentirosos”, ha señalado, aclamado por el resto de empleados, advirtiendo a los obreros de la fábrica cántabra, -que no han estado presentes de forma visible en la protesta-, que “no pueden fiarse porque mañana pueden ser ellos”.

En el caso de la planta de Los Corrales, la dirección y el comité de empresa llegaron el pasado viernes a un acuerdo para sacar adelante el plan de ultracompetitividad que remitirán a Japón para que obtenga luz verde por parte de la cúpula de la compañía nipona, asegurando así la viabilidad de la fábrica de la región. En este acuerdo, la plantilla aceptó una reducción de jornada y de salario del 5% y la compañía nipona se comprometió a una inversión de 40 millones en la planta, tras varias semanas de tensión y tira y afloja entre ambas partes.

Tras una mañana de cánticos y protestas, en un ambiente festivo y sin incidentes reseñables, miembros del comité de empresa de la planta cántabra han atravesado la línea de seguridad impuesta por la Guardia Civil para llevar algunos productos de refresco a sus compañeros y dirigir unas palabras de apoyo a los manifestantes. Ha sido ahí donde se han producido los mayores momentos de tensión, ya que la petición de calma de los sindicalistas cántabros ha provocado alguna reacción airada, abucheos y alguna descalificación por considerar que el apoyo mostrado no era suficiente.

Sin embargo, el cambio de turno de las 14.00 horas, cuando se esperaba un posible riesgo de enfrentamiento con los obreros que entraban o salían de la fábrica, ha servido para confraternizar de nuevo, ya que se ha producido un aplauso mutuo entre unos y otros que ha dado paso a una comida conjunta que ha tenido lugar frente a las mismas instalaciones de Nissan en Cantabria.

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