Estas son las actuaciones para restaurar el suelo afectado en el incendio “más grave” de Toledo
Menos de tres meses después del incendio forestal que se produjo en Montesión y San Bernardo, “el más grave” y el de “mayor envergadura” registrado en la ciudad de Toledo, según sentenció la alcaldesa, Milagros Tolón, ya hay un plan de emergencia definido para restaurar la zona afectada. El fuego arrasó un total de 1.227,44 hectáreas (ha), de las que más de 1.000 eran arboladas de monte mediterráneo consistente en encinas, enebros, cornicabras, espino negro y jazmín.
Ante esta situación, el Consejo de Ministros ratificó el pasado mes de agosto unas ayudas de 299.940, 24 euros para acometer dicho plan de emergencia, que contempla diversas actuaciones hidrológico-forestales que desarrollará la Consejería de Desarrollo Sostenible a través de la empresa Tragsa. Para ello, la Junta de Gobierno local del Ayuntamiento de Toledo aprobó hace unos días la disponibilidad de los terrenos para que se pueda llevar a cabo dicha actuación.
Según los informes técnicos, el incendio dañó una zona de interfaz urbano-forestal de gran valor paisajístico, cercana a la red fluvial del Tajo, que está vertebrada por un mosaico de vegetación mediterránea de gran importancia para las especies de fauna. Así, esta zona está incluida en el área crítica del águila perdicera, en las zonas de importancia de buitre negro y águila imperial y en las zonas de dispersión de águila imperial y águila perdicera.
La declaración de zona de actuación inmediata y la aprobación técnica del proyecto de actuaciones corrió a cargo de la dirección General de Desarrollo Rural, Innovación y Política Forestal del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. De su lado, la Memoria requerida para ejecutar estos trabajos de restauración ha sido elaborada por técnicos de la Consejería de Desarrollo Sostenible.
Según explican fuentes de dicha Consejería, el objeto principal del proyecto es la definición del conjunto de las primeras actuaciones a acometer para paliar los efectos negativos del fuego sobre el ecosistema y van orientadas, fundamentalmente, a fijar el suelo del área quemada, entendiéndose éste como el sustrato clave del ecosistema afectado.
Las actuaciones a llevar a cabo van encaminadas, por tanto, a dificultar su movimiento y frenar, en la medida de lo posible, su degradación. Estas actuaciones se concretan en el apeo de biomasa quemada, que servirá de base para la construcción de infraestructuras de acolchado o mulching, así como como barreras contra la erosión.
En concreto, el acolchado consistirá en la aplicación sobre el suelo de diverso material como astilla, corteza o paja de cereal. Por su parte, la creación de barreras se llevará a cabo a través de la construcción de fijanas (infraestructuras dispuestas según las curvas de nivel) y albarradas (estructuras transversales de correción de canales.
Requerimiento para limpiar parcelas a propietarios
Frente a estas actuaciones para restaurar la zona quemada tras el incendio, el Ayuntamiento de Toledo realizó, desde su sección de Disciplina Urbanística, un requerimiento a propietarios de terrenos en esta zona para mantener en condiciones de seguridad y salubridad las parcelas de este paraje.
Así lo solicitaba mediante una carta a cada propietario llevar a cabo esta actuación “dado el riesgo de incendio existente en las urbanizaciones y espacios forestales próximos a la ciudad de Toledo, y ante los efectos devastadores producidos tras el incendio ocurrido el pasado 28 de junio en una extensa superficie de esta zona, al objeto de evitar futuros daños”.
Citando la Ley de Ordenación del Territorio y de la Actividad Urbanística, esta misiva, fechada en el mes de julio, enumeraba una serie de actuaciones a llevar a cabo:
-Tareas de desbroce de la vegetación herbácea de la parcela mediante corte o siega a ras de superficie con retirada de restos a vertedero autorizado.
-Recogida y retirada de restos de toda índole que puedan existir en la superficie de los terrenos.
-Aplicación posterior de tratamientos herbicidas preventivos que eviten el crecimiento espontáneo posterior.
-Refuerzo y/o resposición de los vallados.
Para terminar, se advertía de “las responsabilidades que, en caso de incumplimiento, pudieran derivarse si hubiere daño a las personas o bienes”. No parece el verano la época más adecuada para llevar a cabo estas labores que requieren del uso de una maquinaria que podría conllevar, precisamente, riesgos de incendio.
Plan de emergencia municipal
Mientras tanto, sigue sin conocerse el Plan Territorial de Emergencia Municipal (PLATENUM Toledo), que se elaboró a raíz de la Orden de 27-01-2016 por la que se regula la planificación de emergencia de ámbito municipal, que tiene por objeto establecer estos planes, su procedimiento de elaboración, homologación y aprobación, así como fijar su estructura y contenido mínimo.
Entre los contenidos de dicho plan, se establecen varios tipos de riesgos: naturales, tecnológicos o antrópicos. En estos últimos se establecerían las zonas de la ciudad expuestas a sufrir incendios forestales y se establecerían los parámetros de actuación pertinentes de los servicios municipales ante una situación de estas características.
Según, resalta el Ayutamiento en su página web. este plan fue redactado, y se encuentra en proceso de homologación por la Junta de Comunidades. “En el momento en el que el mismo sea definitivamente aprobado, será difundido mediante esta página, con el fin de que sea conocido por toda la ciudadanía”, apunta.
