Cuenca retira más de 50 placas con simbología franquista tras años de quejas por “incumplimiento de la ley”
Después de más de siete años reclamándolo, con la intervención incluso del Defensor del Pueblo por medio, Cuenca ha sido despojada de elementos con simbología franquista.
El Ayuntamiento de la ciudad ha informado este viernes de la retirada de más de medio centenar de placas metálicas con emblemas franquista de diferentes edificios de la ciudad, además de eliminar estos símbolos del rótulo en piedra de la calle Nuestra Señora del Buen Suceso, a través de la empresa Imesa y en cumplimiento de la Ley de Memoria Democrática.
Se da cumplimiento así también a la moción que fue aprobada en Pleno en el año 2018 y que fue presentada por el Grupo Municipal Izquierda Unida a instancias de la asociación 'Ciudadanos por la República' de Cuenca, la cual recordaba que el Consistorio conquense había comenzado a retirar estas placas en 2014, pero que aún quedaban en distintas zonas de la ciudad.
El atraso provocó incluso la intervención del Defensor del Pueblo, que tuvo que recordar el “obligatorio cumplimiento” de los compromisos adquiridos por los ayuntamientos para proceder a la retirada de vestigios franquistas.
En un comunicado, el Ayuntamiento de Cuenca ha afirmado que la Ley de Memoria Democrática tiene como objetivo “fomentar el conocimiento de las etapas democráticas de la historia de España y de las figuras y movimientos que fueron construyendo los nexos de cultura democrática, así como preservar la memoria de las víctimas de la Guerra de España y la Dictadura franquista, incluyendo la retirada de los símbolos y elementos contrarios a la Memoria Democrática”.
“Cuenca es ahora más limpia, bonita y democrática”
Detrás de la petición de hace siete años para la retirada de estos restos está la asociación 'Ciudadanos por la República' de Cuenca, cuyo presidente, Rafael Priego, mostraba su satisfacción por la retirada de estos elementos con simbología franquista en declaraciones a elDiario.es Castilla-La Mancha.
“La simbología franquista en el espacio público es una aberración, una humillación para las víctimas, una agresión para todos los demócratas y una conculcación de las leyes de memoria”.
“Cuenca es ahora una ciudad más limpia, más bonita y más democrática”, concluía.
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