'El canto de la reina' gana el III Festival de Cine del Foro de la Escuela Rural
EL cortometraje “El canto de la reina” dirigido por Inés Espinosa, realizadora alcarreña, fue el ganador de la III Edición del Festival de Cine del Foro de la Escuela Rural celebrado la noche del 23 de julio en Huetos (Guadalajara). En la fase final del evento se seleccionaron 5 trabajos que cumplían los requisitos principales: estar realizados por autores de Castilla-La Mancha, ser obras realizados en centros educativos y tener como escenario un pequeño pueblo.
Las condiciones impuestas en el evento pretenden destacar el valor de la riqueza patrimonial, natural y cultural de los entornos rurales y la necesidad de mantenerlos vivos, tal como señala la organización del evento. Los trabajos seleccionados fueron 'Así me lo contaron a mí' de Juan Luis Cabellos, protagonizado por alumnos del Centro Rural Agrupada Santa Lucía, y 'Nos gustan los gusanos', realizado por los alumnos del CEIP La Purísima de Beniardà (Alicante). También llegaron trabajos de jóvenes cineastas alcarreños como 'Qualcosa di piú' (Algo más) de Marta Cortina y 'Tocando Fondo', corto desarrollado por jóvenes de Trillo y Cifuentes dentro del proyecto 'Camarateando'.
La elección del cortometraje ganador se realizó mediante votación popular entre el público asistente, y en el evento se proyectó también una selección de cortos de animación para los asistentes. El premio fue diseñado por el artesano Juan Rivero, una media rueda de molino rematada con un rollo de película. En el festival también se pudo observar la exposición de fotografía de Laura Carrascosa, que estuvo acompañada del corto-documental de Enrique Leal 'El secreto de las palabras', así como talleres de chapas, alfarería y un cuenta cuentos.
'El canto de la reina' es la obra que Inés Espinosa presentó como Trabajo de Fin de Grado al terminar el Grado en Comunicación Audiovisual en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid. Se trata de un corto-documental sobre la despoblación rural en Guadalajara, en el caso concreto de Villanueva de Argecilla. Se trata, asegura la organización, de una realidad que se vive en todas las pequeñas poblaciones.