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Declaran improcedentes cinco despidos por un presunto caso de acoso laboral en el complejo de Repsol en Puertollano

Planta de Repsol en Puertollano

Francisca Bravo Miranda

11 de mayo de 2025 23:28 h

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El Tribunal de Justicia de Castilla-La Mancha ha ratificado las sentencias que condenan a Repsol a readmitir a cinco trabajadores del complejo industrial en Puertollano –en concreto, de la planta de Asfaltos–, al considerar que fueron despedidos de forma improcedente en un supuesto caso de acoso laboral. La empresa ha señalado que han acatado la decisión judicial y que indemnizarán a cuatro de las cinco personas expedientadas, mientras que se readmitirá a uno de ellos, porque así lo ha elegido. El tribunal ratifica así las sentencias emitidas por el Juzgado de lo Social de Ciudad Real número 1.

Los hechos se remontan a marzo de 2023, cuando se inició el protocolo de acoso laboral en la planta de Repsol Lubricantes y Especialidades ubicada en Puertollano, tras la denuncia de una trabajadora a través de los canales así dispuestos por la empresa. Ante esto, se puso también en marcha una comisión encargada de investigar y esclarecer las denuncias por acoso laboral, conformada por representantes de la empresa y los sindicatos STR, CCOO Y UGT.

Dicha comisión, según han resaltado las personas denunciantes en un comunicado, archivó el caso por “no haber evidencias suficientes” de un caso de acoso laboral. La investigación, de todos modos, se reabrió y además se amplió a otros seis trabajadores en octubre de 2023. La persona que había denunciado el caso de acoso se encontraba entonces de baja laboral. La investigación acabó “sin tomar testimonio al resto de compañeros del centro de trabajo”, algo que las personas afectadas por los despidos han tachado de “decisivo” para los resultados posteriores.

En diciembre de ese año, los trabajadores mencionados –cinco– recibieron un expediente disciplinario, “acusándonos de haber incurrido en dos faltas muy graves”, relatan. El proceso culmina con cartas de despido para todos los acusados de presunto acoso en enero de 2024, por la misma razón.

“Total imprecisión” en la carta de despido

Sin embargo, la sentencia ratificada por el Alto Tribunal castellanomanchego señala, entre otras razones, que la carta de despido “adolece de total imprecisión” y que los hechos imputados “carecen de precisión”. Además, no existe una “descripción concreta de las conductas imputables”, sino solo un relato de hechos “totalmente impreciso”.

Además de esto, en la sentencia se indica que “no queda acreditada una conducta de violencia psíquica”, tras los distintos testimonios proporcionados durante el juicio. “Es más, de las declaraciones testificales no ha quedado justificada ninguna conducta dirigida a distorsionar la colaboración entre trabajadores para la ejecución del trabajo”, se describe.

Y se añade que durante las declaraciones testificales, “lo que se puso de manifiesto no fue un temor a las consecuencias de su declaración, sino un desconocimiento de la mayor parte de los hechos que pueden enjuiciarse”.

La improcedencia de los despidos queda declarada, al concluir la magistrada que no quedan “acreditados” los hechos imputados en la carta de despido, y que, además, se han incumplido en la misma los “requisitos de forma” en su redacción.

Las personas afectadas por los despidos celebran la sentencia, debido a que se inició lo que consideran una “campaña de desprestigio contra la dignidad y el honor de todos los despedidos”, tras la “controvertida instrucción e investigación expuesta”.

“Rechazo social y mediático”

“Hemos sido objeto del rechazo social y mediático que supone acusar a alguien de haber realizado una conducta tan grave como es practicar acoso laboral, sumando la incertidumbre de que fuera una sala judicial quién esclareciera la situación de todo lo sucedido”, relatan en un comunicado.

“Hemos decidido contar con honestidad y objetividad todo lo sucedido durante este amargo proceso, con el fin de que pueda conocerse la realidad de los hechos, para que sirva en la medida de lo posible para reparar la dignidad y el honor de los afectados y, sobre todo, para que nadie más vuelva a enfrentarse a una situación de injusticia cómo la que nos ha tocado vivir a nosotros”, continúan.

Por parte de Repsol, la empresa ha añadido que “seguirá velando por proporcionar un entorno libre de acoso en sus centros de trabajo”. Además, han reiterado que actúan “según la legislación vigente y sus procedimientos internos y, en consecuencia, abrió una rigurosa investigación que concluyó con indicios suficientes para proceder al despido disciplinario de las personas expedientadas”.

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