“¿Qué puede hacer un poeta palestino si no es escribir sobre el desastre?”
Los lazos entre Palestina y Toledo se han ido estrechando en los últimos años en torno al Festival Internacional de Poesía Voix Vives. Este certamen, que celebra en la capital castellano-manchega su sexta edición, lleva asimismo dos años consecutivos llevando sus versos también a Ramala. Allí estuvo hace dos semanas el poeta Ghassan Zaqtan, originario de Beit Jala, y ahora ha acudido a la edición toledana para participar como invitado. Desde eldiario.es de Castilla-La Mancha, como 'media partner' del festival, le hemos entrevistado en directo en esta primera jornada.
Zaqtan es poeta y novelista palestino, pero también ha vivido en Jordania, Beirut, Damasco y Túnez. Actualmente vive en Ramallah. Su libro 'Like a Straw Bird it Follows me', traducido por Fady Joudah, obtuvo el Premio de Poesía Griffin en 2013 y también fue ganador del Premio Literario Mahmoud Darwish (junto con el libanés Elias Khoury y la americana Alice Walker). Su nombre aparece en dos ocasiones entre los preseleccionados para el Neustadt International Prize for Literature (Universidad de Oklahoma), en 2014 y 2017. Su poesía ha sido traducida a varias lenguas y sus dos novelas 'Describing the Past' (2016) y 'When the Bird Disappeared' (2018), fueron traducidas al inglés por Samuel Wilder y publicadas por Seagull Books. Ecribe una columna semanal en el periódico palestino Al-Ayyam.
Toledo es una de sus ciudades de acogida. La ha visitado en varias ocasiones invitado por la Escuela de Traductores, pero además conoce muy bien España tras participar en numerosos encuentros y recitales en Madrid y en Barcelona. Para la ciudad de las tres culturas solo tiene elogios, destacando que es la única de los países del Mediterráneo que ha conseguido “construir su historia” en torno a ese intercambio cultural. “Es algo mágico”, afirma.
Las influencias en la obra de Zaqtan son infinitas, puesto que beben de su memoria personal, de sus lecturas, de los lugares en los que ha vivido y de diferentes episodios de su pasado. Sin embargo, ante todo nos habla de la poesía palestina por su “carácter especial” y porque “está construida entre el exilio y la resistencia”.
El mejor resumen de esta generación de escritores, nos cuenta, lo hizo Mahmoud Darwish cuando afirmó que “nosotros, los poetas palestinos, somos la nueva Troya”. “Somos los poetas de la derrota. De hecho, me resulta casi imposible escribir poesía abstrayéndome de las causas más importantes de la política. Es muy difícil y sería un error. ¿Qué puede hacer un poeta palestino si no es escribir sobre el desastre?”.
Afirma Zaqtan que si en algún lugar del mundo tiene sentido la poesía de protesta y social, ese es Palestina, aunque existen “muchas diferencias” entre unos poetas y otros en cómo abordar la situación del país. Se ve en cómo utilizan el lenguaje y en cómo miran el paisaje, “en función de la identidad de quien lo cuenta”. Esas diferencias también son generacionales, pero al mismo tiempo han creado corrientes poéticas muy variadas.
Un “poeta escribe-novelas”
En cuanto a su narrativa, el escritor palestino precisa que no hay gran diferencia entre lo que recita y lo que novela. “El material común es el lenguaje y toda la construcción es la visión del mismo autor. En realidad me considero un poeta escribe-novelas”. Interpreta que la poesía atiende más a un concepto breve y detallista, y que en la novela la libertad de expresión es más amplia, pero “al final los géneros se intercambian, uno da fuerza al otro”. De hecho, sus tres novelas publicadas empezaron siendo poemas.
En la obra de Ghassan Zaqtan cumple también un papel fundamental las ciudades en las que ha vivido. Allí están todas sus vivencias, aunque destaca especialmente Beirut y Damasco, “donde tuve la oportunidad de conocer de frente grandes intercambios culturales y aprender mucho”.
Finalmente, pide que sigan proliferando este tipo de festivales poéticos. Sirven para tender puentes y pone como ejemplo la reciente visita del poeta y cantautor toledano Carlos Ávila al certamen Voix Vives de Ramallah, que ha dejado “una huella y mucho amor en la ciudad y en la gente”. “Lo más importante es llevar la poesía a la sociedad”, concluye.