Toledo tiene que “ahondar” en dar soluciones al tráfico
Joan Busquets Grau (El Prat de Llobregat, Barcelona, 1946) redactó a mediados de los 90 el vigente Plan Especial del Casco Histórico de Toledo que sería aprobado definitivamente el 27 de febrero de 1997. El prestigioso urbanista, padre de la ‘criatura’, volvía esta semana a la capital castellano-manchega para impartir una conferencia en la Universidad de Castilla-La Mancha, durante el I Congreso Hispánico ISUF-H y hablar de su última investigación, que gira en torno a las ‘ciudades regulares’ como forma urbana.
Reconoce que en los últimos años no ha tenido oportunidad de “tomarle el pulso” a una ciudad histórica cuyo centro agonizaba allá por 1989, fecha en la que las distintas administraciones firmaron un convenio para ponerle solución. Busquets fue el artífice del cambio para “salvar Toledo”, tal y como años atrás había pedido el que fuera presidente de la Real Fundación de Toledo, Gregorio Marañón.
Esta semana Busquets paseaba por calles repletas de vida -sobre todo turística- y confirmar el “cambio de ciclo” que ha experimentado. Cree que “en general, el Casco y la ciudad han hecho un cambio muy positivo. Es algo objetivo”.
De todas formas, para este urbanista, la ciudad es “un elemento siempre activo y cuando resuelves unos temas aparecen otros nuevos. Si a la ciudad le va bien hay más presión y siempre hay que estar buscando nuevas soluciones”.
“Hay que ahondar” en soluciones para el tráfico
Si hay un ‘talón de Aquiles’ en el Casco Histórico tiene que ver con el tráfico. Considera positivo que se hayan construido algunos parkings pero ve necesario “seguir ahondando” en soluciones “para liberar espacio destinado al peatón y al residente”.
“En el Casco de Toledo, por fortuna, se ha controlado el coche exterior pero creo que hay zonas en las que el coche local debería buscar un espacio. Hay que seguir avanzando en soluciones que ya se proponían en el Plan Especial”. En los años 90 su idea era que el Plan Especial contribuyese a la recuperación de esta parte de la ciudad combinando usos turísticos, comerciales, institucionales o residenciales. ¿Se ha cumplido? Él cree que sí, aunque reconoce que en los últimos años ha permanecido un tanto apartado de la evolución de la ciudad.
Toledo se encuentra inmerso en la redacción de un nuevo Plan de Ordenación Municipal. Al prestigioso arquitecto catalán no le han pedido una revisión del Plan Especial del Casco pero este mismo viernes mantenía un encuentro con los responsables municipales del que poco ha trascendido.
Considera “fundamental” que se haya aprobado recientemente un Plan de Rehabilitación de Vivienda para el Casco Histórico que se gestiona a través del Consorcio de Toledo. En este aspecto, comenta que “lo interesante es que haya gente de edades, valores y niveles económicos distintos”. Lo dice un experto en rehabilitación que huye como si de la peste se tratase, de aquellos proyectos que proponen crear ‘guettos’, del tipo que sean..
¿Hay que compactar Toledo? Busquets no lo ve necesario. “Esta es la gran diferencia con respecto al siglo pasado: una ciudad puede estar unida sin tener que construir una casa detrás de otra”. En este sentido, alude a la “dura” topografía toledana. Aboga por aumentar conexiones con el Casco. “Tiene que haber más flujos y más diversos. Nos movemos más que antes aunque tengamos internet”.
Ante el reto de que Toledo vaya a cumplir en 2017 treinta años como Ciudad Patrimonio de la Humanidad, Joan Busquets dice que “si faltan deberes por hacer que se hagan” pero cree que “Toledo puede servir de ejemplo para muchas otras ciudades históricas europeas”.
En cualquier caso, sostiene que “las ciudades no se hacen a golpe de ley. Se trata sobre todo de saber tomarles el pulso. El encanto de Toledo está en que quien no vive en el Casco la encuentra auténtica”.
En el futuro, ciudades “más amables”
Si Busquets vuelve o no a ‘repensar’ el presente y futuro urbanístico de Toledo a petición de las instituciones implicadas, el tiempo lo dirá. El director de la Escuela de Arquitectura de la universidad, Juan Mera, aprovechaba su presencia en la ciudad para pedirle ayuda en la búsqueda de soluciones para Vega Baja y “alguna clase” para los alumnos de la institución académica castellano-manchega.
Para el futuro, el arquitecto catalán lanza algunas sugerencias. Por una parte, su apuesta por ciudades “polifuncionales”. Algo para lo que se requiere “creatividad”. Por otro lado, la necesidad de “tender hacia ciudades más amables. Eso es más fácil en las que tienen un tamaño medio como Toledo. La comodidad es un valor”.
Después, hay que cuidar aspectos relacionados con el ruido, el medio ambiente…“Hay una nueva demanda social”, sostiene, donde hasta el paisaje cabe como nuevo elemento a considerar. También un aviso a responsables del urbanismo, “un buen diseño de ciudad solo se consigue con muchas cabezas pensantes. Y a ser posible, que sus ideas planteen contradicción”.
