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La Organización Mundial contra la Tortura critica el régimen de aislamiento en las cárceles catalanas

Centre Penitenciari Brians I

Pau Rodríguez

La Organización Mundial contra la Tortura (OMCT), integrada por más de 200 entidades sociales y ONG, ha cargado contra el régimen de aislamiento penitenciario de las cárceles en Catalunya. Ha mostrado su “preocupación” por los suicidios ocurridos en estas celdas en los últimos años, como el caso de Raquel F. o el más reciente de Gina Gómez, ambas en la prisión de Brians I.

El comunicado, emitido por la OMCT este martes, responde a la presentación de un informe sobre “violencia institucional” por parte de SIRECOVI, una herramienta creada por el Observatorio del Sistema Penal y los Derechos Humanos y la Universitat de Barcelona (UB) para recopilar los malos tratos y abusos a personas bajo custodia. Centrado en Catalunya, entre 2016 y 2018 ha contabilizado 209 casos, con la atención puesta especialmente en el Departamento Especial de Régimen Cerrado (DERT), es decir, el aislamiento en las prisiones.

De todas las denuncias recibidas -que pasan un proceso de validación-, 12 se deben a “abusos de aislamiento”, esto es que se les ha aplicado a los reclusos este régimen sin cumplir con el protocolo, que desde 2017 establece un máximo de 18 horas en la celda, cuando antes eran 21. De todos modos, la ley fija para este régimen un máximo de 15 días, en consonancia con lo que advierten los organismos internacionales, pero se puede alargar por sanciones hasta 42.

Quedan fuera de estos criterios los internos de primer grado, considerados peligrosos. Fue el caso de Raquel F., cuya familia ha llevado a la Generalitat a los tribunales, que se suicidó tras 9 meses en aislamiento. Y Gina Gómez, que pasó 74 días seguidos en ese régimen antes de quitarse la vida. Según cifras facilitadas por Justicia, cuatro personas se han suicidado en el conjunto de los centros penitenciarios catalanes en la primera mitad de 2018.

La Organización Mundial contra la Tortura ha valorado los cambios llevados a cabo por la Generalitat este último año, pero ha denunciado que algunos centros recurren al aislamiento “de forma reiterada”, lo que puede conllevar “consecuencias graves” y “daños irreparables” en la salud mental de los afectados. “El aislamiento de forma reiterada y prolongada sobre la misma persona revictimiza y puede culminar en suicidios, trastornos mentales y drogodependencia”, alertan.

En la misma línea que el Comité contra la Tortura de la ONU, que ya instó al Estado en 2015 a prohibir el aislamiento por más de 15 días, la OMCT ha recordado que esta medida disciplinaria no se puede aplicar a personas con discapacidad.

“El aislamiento carcelario, sobre todo si es prolongado, se puede llegar a considerar un trato inhumano y degradante en si mismo”, aseguran desde el SIRECOVI en su informe. “Como consecuencia”, prosiguen, “de circunstancias como el aislamiento social, los registros integrales, los frecuentes recuentos y las inmovilizaciones, que por separado no supondrían tortura”, concluyen. Según sus datos, 25 de los casos recogidos se han producido estando los denunciantes en aislamiento.

En su radiografía sobre la “violencia institucional”, este organismo ha optado por no incluir 109 casos vinculados al 1-O, con lo que los porcentajes corresponden al resto. Así, un 67% de las denuncias se refieren a abusos en cárceles, un 18% en la vía pública y un 7% en comisarías de la policía. La mitad son por agresiones (50%), y luego están los citados abusos de aislamiento, en contenciones, coacciones o suicidios.

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