Iceta inicia el rescate del PSC tendiendo la mano a Àngel Ros
Los militantes del PSC eligieron este domingo a Miquel Iceta como nuevo primer secretario, en uno de los momentos más graves para el partido. El político barcelonés, que acudió como único candidato al haber sido los demás aspirantes incapaces de reunir los avales, obtuvo el 85% de los apoyos con una participación del 46% de los más de 20.000 militantes. Iceta ha sido un hombre omnipresente en el socialismo catalán durante los últimos 10 años, pero siempre situado fuera de los focos de los primeros puestos. Ahora el veterano 'fontanero' da un paso al frente erigiéndose como última esperanza para obrar el milagro de sacar al Partit dels Socialistes de una crisis que amenaza con llevarse por delante a la que un día fue la formación más votada de Catalunya.
El primer cambio en el partido no se ha hecho esperar. Este lunes el líder recién elegido anunciaba que había ofrecido el puesto de presidente a Àngel Ros, alcalde de Lleida y situado en el entorno de los críticos. “La nueva dirección será integradora pero no una jaula de grillos”, ha asegurado Iceta, descartando constituir una ejecutiva similar a la de su predecesor, Pere Navarro, que necesitó hacer equilibrios de poder para contentar a los diversos sectores que le habían aupado a la silla de primer secretario en 2011. Aunque, en vista del goteo de cargos que fueron engrosando las filas críticas, de poco le sirvió a Navarro tratar de integrar a las diferentes sensibilidades.
Al contrario que Navarro, Iceta se propone formar un equipo directivo más cohesionado, que pueda dar respuestas firmes a los retos que tiene por delante: coser un partido roto entre los diferentes sectores críticos, fijar una posición coherente pero mayoritaria en el debate soberanista y sacar al partido del progresivo hundimiento electoral que parece no encontrar suelo.
En la sede socialista de la calle Nicaragua a nadie se le escapa que el futuro no les es halagüeño y, ante ello, la apuesta por Iceta, un peso pesado que se ha movido con astucia entre las bambalinas del partido durante dos décadas, es conservadora pero también desesperada. Surgió como solución de compromiso, casi por descarte, tras el sonado rechazo de Núria Parlon, alcaldesa de Santa Coloma, a la que las federaciones más poderosas le habían pedido que tomase el timón. Sin candidatos renovadores, el partido apostó entonces por una opción continuista y salida directamente del aparato, una suerte de cirujano de hierro que pusiera rumbo en un PSC desnortado.
Madina gana en Catalunya
Junto a la urna del candidato único a la primera secretaría del PSC, los socialistas catalanes votaron por el sucesor de Alfredo Pérez Rubalcaba al frente del PSOE. A diferencia de en la mayoría de federaciones del estado, en Catalunya ganó Eduardo Madina, con el 40,49% de los apoyos, pese a que Iceta había mostrado más sintonía con Pedro Sánchez. Sin embargo, cerca de 80 líderes locales del PSC lanzaron un manifiesto apoyando a Madina a principios de mes, lo que explica que el diputado del PSOE fuera el más votado en las provincias de Lleida, Girona y Tarragona. El candidato más cercano a la dirección del PSC se impuso en la provincia de Barcelona con el 39,15% de los votos.
Pérez Tapias, el candidato a la secretaría general del PSOE que más sensibilidad mostró con respecto a una consulta en Catalunya y partidario de un federalismo que contemple la realidad plurinacional del estado, obtuvo uno de sus mejores resultados en Catalunya, al contar con el 22,21% de los apoyos. En este sentido, Iceta llamó al socialismo español a “leer” el buen resultado de Tapias como una muestra de “el interés que generan las posiciones genuinamente federalistas en Catalunya”.
