De los mensajes a Pradas y la chulería en el Congreso a buscar refugio laboral: la nueva finta del jefe de gabinete de Mazón

Carlos Mazón está mostrando un perfil bajo desde que abandonó la presidencia de la Generalitat, 'refugiado' entre el escaño 98 de las Corts, la ciudad de Alicante, el running y Borges -como publicaba Las Provincias hace unos días-. Sin embargo, el exjefe del Consell no ha perdido el tiempo para recolocar a su hombre confianza, José Manuel Cuenca, con quien ha compartido piso en su etapa al frente de la Generalitat Valenciana (entre ambos cobraban un plus de 1.731 euros al mes de dinero público, mientras pagaban 1.240 euros de alquiler a un exasesor del también expresidente valenciano Alberto Fabra).

Este mismo lunes conocíamos que Mazón ha repescado al que fuera su secretario autonómico de Comunicación, además de jefe de gabinete, como asesor en la oficina de expresidente que ha activado en la ciudad de Alicante. Se trata del primer nombramiento que ha oficializado el exjefe del Consell de los tres a los que tiene derecho y cuyos salarios correrán a cargo del erario público -dos asesores y un chófer-. El nombramiento, que ya se ha publicado en la web de la Generalitat Valenciana, conlleva unos emolumentos de 58.000 euros anuales.

Este privilegio, del que también disfrutan otros expresidentes como Francisco Camps o Ximo Puig, da derecho a disponer de una oficina que Mazón ha decidido ubicar en la sexta planta de un edificio con vistas al puerto deportivo de la capital alicantina donde tenía su sede la Junta Arbitral de Alicante. En cuanto al nombramiento de su hombre de confianza, Compromís ha acusado al PP de “comprar” el silencio del exsecretario autonómico con este nuevo cargo.

Precisamente, Cuenca ha saltado a primera línea de la actualidad en las últimas semanas a raíz de sus últimas presencias públicas, primero al declarar como testigo ante la titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Catarroja, Nuria Ruiz Tobarra, por la causa de la dana, después por su comparecencia ante la comisión de investigación sobre la gestión de la tragedia en el Congreso de los Diputados y, finalmente, cuando se hicieron públicos los mensajes que se cruzó con la exconsellera de Emergencias, Salomé Pradas, el 29 de octubre de 2024, cuando las inundaciones asolaron gran parte de la provincia de Valencia provocando la muerte de 230 personas.

A vueltas con los mensajes de WhatsApp

El recientemente nombrado (de nuevo) asesor del expresident de la Generalitat declaraba ante la instructora del juzgado de Catarroja el pasado 26 de noviembre ante una gran expectación. Cuenca explicó ante Ruiz Tobarra que tenía “localizado” a Mazón en el restaurante El Ventorro el día de la tragedia y que Pradas informó a Presidencia de la situación en Utiel, inundada desde primera hora de la tarde y con la Unidad Militar de Emergencias desplegada. Además, confirmó que no disponía de los mensajes de WhatsApp que se intercambió ese día porque había cambiado de móvil en junio, cuando solicitó un cambio de terminal y no hizo una copia de seguridad.

El 5 de diciembre, la exconsellera Pradas aportó un acta notarial a la jueza de la dana en la que se reproducen todos los mensajes enviados y recibidos la jornada de la tragedia tanto con el expresident como con su jefe de gabinete. En estos whatsapps se puede comprobar cómo Cuenca instó a Pradas a que no tomara decisiones que afectaran a la movilidad de la población: “Salo, de confinar nada”, le escribió a las 19.54 horas, y añadía posteriormente: “Quítate eso de la cabeza por favor”. También se puede comprobar que apenas media hora antes de la reunión del Centro de Coordinación Operativa Integrado (Cecopi), a las 16.28 horas, la exresponsable de Emergencias informó al secretario autonómico de que había “un fallecido en Utiel”.

Apenas unos días después de conocer el contenido de estos mensajes de texto, Ruiz Tobarra citaba de nuevo a declarar como testigo a José Manuel Cuenca, que compareció en los juzgados de Catarroja el pasado 12 de diciembre. El exjefe de gabinete desmintió que transmitiera orden alguna a Pradas aquel 29 de octubre y se defendió asegurando que los whatsapps estaban “descontextualizados”. La magistrada, que ha solicitado saber si se puede recuperar el contenido del terminal perdido de Cuenca, ha ordenado un careo entre este y la exconsellera para contrastar versiones.

Actitud desafiante en el Congreso

El pasado 1 de diciembre, el que fuera mano derecha de Mazón en la Generalitat compareció en la comisión de investigación de la gestión de la dana que se está desarrollando en el Congreso de los Diputados. El exsecretario autonómico de Comunicación respondió con una actitud desafiante y en ocasiones chulesca a algunos de los diputados que le interpelaron por su papel y por lo sucedido el 29 de octubre de 2024.

Cuenca reconoció que le pidió a la exconsellera Pradas que le informara a él directamente en lugar de al president, que se encontraba en una comida con la periodista Maribel Vilaplana que él mismo había sugerido para proponerle la dirección de la radiotelevisión pública valenciana À Punt. También explicó que ese día marchó a Benigànim y Xàtiva por “asuntos personales” que tenía programados con anterioridad y que no pudo regresar a València a causa del temporal.