La lucha colectiva detrás de Cals Flares, el centro social ocupado de Alcoi que ha superado una amenaza de desalojo por la Sareb
Cals Flares seguirá abierto. El centro social ocupado y autogestionado que brotó en el céntrico barrio del Partidor hace trece años no solo para dar una respuesta cultural alternativa a Alcoi y alrededores, sino también como ejemplo de modelo comunitario frente a la degradación y gentrificación que sufría -y sufre- la zona, se ha salvado de la amenaza de desalojo que pesaba para el mediodía del próximo 1 de diciembre.
El Ayuntamiento de Alcoi, en manos del PSPV-PSOE, ha venido mediando con la Sareb, propietaria del inmueble ocupado en 2007. Antes de esa fecha, la recesión económica había acabado con los planes de una promotora de levantar en este terreno viviendas de lujo. Ahora, el conocido como banco malo ha cedido a la presión social y al descontento del barrio y ha alcanzado un “acuerdo de intenciones” con el consistorio.
A la espera de la respuesta definitiva de la asamblea de Cals Flares, el equipo de gobierno les ha trasladado que podrían continuar realizando sus actividades culturales mediante la fórmula de la cesión del usufructo del espacio al Ayuntamiento para uso cultural durante un máximo de 4 años a cambio de un alquiler mensual bonificado de acuerdo con los valores del mercado. A cambio, deberán facilitar que se establezca temporalmente la Asociación de Vecinos “El Partidor”, cuya actividad principal se desarrolla en la misma zona, hasta que se dote al barrio de infraestructuras de usos sociales o salga un comprador.
“No queremos valorar públicamente las opciones que nos dan porque pueden ser perjudiciales para el proceso de negociación”, avanza un miembro de Cals Flares a este medio. “Pero sí que queremos resaltar, y lo decimos sin acritud, que el desalojo lo hemos parado nosotros con la fuerza de la asamblea y el apoyo público de todos los que se han adherido”, matizan.
Se refiere al centenar de asociaciones y colectivos que se han sumado al manifiesto “en defensa de Cals Flares”, entre los que se encuentran Ecologistes en Acció de La Carrasca, el Casal Popular el Tio Cuc de Alicante, el prestigioso grupo musical El Diluvi o el colectivo 8 de Marzo. Todos ellos han participado a lo largo del tiempo en este espacio, epicentro de innumerables actividades que se han venido programando: debates, conciertos, talleres de todo tipo, presentación de libros, además de habilitar una biblioteca y hasta un “huerto popular”.
Pero la presión también ha venido a título individual. “Para mi Cals Flares representa un lugar de dinamización del barrio para los jóvenes y para los no tan jóvenes. Un espacio inclusivo y abierto a todo el mundo”, asegura Nando, informático, en uno de los testimonios recogidos en una web creada ad hoc para poner en valor este centro cultural. “Un espacio que he visto crecer… ¡Tantas vivencias, personas, actividades que han dado vida a este proyecto! Queremos barrios vivos y combativos”, añade Sandra Soler, artesana.
Ese espíritu crítico y de lucha es el que les ha llevado a mantener la manifestación de este sábado convocada inicialmente para protestar contra el inminente desalojo y que ha reunido a centenares de personas. “El problema de fondo no termina aquí”, explica esta misma fuente. “Porque, aunque se pueda recuperar este espacio para el barrio, luchamos por un problema mayor como es el que representan entidades como la Sareb, una de las cabezas más visibles de la especulación urbanística, que siguen desahuciando a miles de familias en medio de una crisis sanitaria”.
De todas formas, recuerdan tras la demostración de fuerza de la concentración de protesta de este sábado que el desalojo ha sido suspendido “temporalmente”, que todos los escenarios están abiertos y que la “lucha por un Cals Flares vivo y autónomo seguirá”.
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