Alimentar sonrisas con menús anticrisis a 2,50 euros
Tras vencer el pulso a la muerte al superar tres infartos de corazón, Vicente Valiente decidió emprender hace casi seis años una nueva vida solidaria con la creación de una organización privada sin ánimo de lucro con la que busca “alimentar sonrisas” con menús anticrisis a 2,50 euros.
“Alimenta Valencia” persigue donar alimentos a los más necesitados y reinsertar a personas en riesgo de exclusión social gracias a su pequeño “hogar” que comercializa menús diarios a precios muy bajos.
“Somos una familia que acoge a todo aquel que quiera echarle una mano a la sociedad”, define Alimenta su fundador y presidente, quien describe a EFE su “producto” como el “'táper' que todo empresario o funcionario come en el trabajo”.
La diferencia reside en que, en lugar de cocinar en casa, sus clientes encargan su menú diario entre las 8 y las 10h de la mañana y lo reciben, gratuitamente, donde indiquen a la organización.
Alejandro Marzal tiene una peluquería y cuenta cómo dos de sus empleadas, que se quedan a comer en el comercio, compran los menús que ofrece la organización sin ánimo de lucro y los califican como “excelentes todos los días”.
El día a día en la ONG comienza con la compra de los platos, envasados herméticamente y sellados, a una empresa de cáterin valenciana que les ofrece, por un precio especial, un gran abanico de degustaciones culinarias que abarcan desde la tradicional paella valenciana hasta espagueti a la boloñesa o estofado de albóndigas.
El componente “social” lo aporta el propio funcionamiento de la ONG, pues de cada veinte menús comercializados, donan uno gratis a Médicos del Mundo Valencia, con lo que la institución puede “dar de comer a todo aquel que acude a precisar asistencia sanitaria”, según relata Valiente.
“Nos sirve de mucha ayuda que nos donen alimentos y estamos muy contentos porque aquí acude mucha gente que necesita cuidados sanitarios pero también que tiene hambre”, relata Luisa Dasi trabajadora social de Médicos del Mundo Valencia.
Los platos, pre-cocinados y con una caducidad máxima de quince días, cuentan con la aprobación de Sanidad, gracias a que la ONG cuenta con una voluntaria que posee el carné de manipulación de alimentos, Leticia Rojer, algo “innecesario” según Valiente, pues “Alimenta no se encarga de elaborar los productos, únicamente de repartirlos”.
Actualmente comercializan entre 150 y 200 menús diarios, lo que hace posible que obtengan un beneficio, por primera vez desde hace seis años, pues no cuentan “ni con ayudas, ni donativos ni subvenciones de la Administración”, confiesa Valiente.
“Cuando empecé con el proyecto, me recorrí todas las instituciones públicas presentando mi proyecto y nadie me escuchó, me ignoraron”, explica el fundador de Alimenta.
A pesar de todos los inconvenientes iniciales, su fundador hizo honor a su apellido, Valiente, y continuó con su proyecto bajo el eslogan “Alimenta sus sonrisas”, pues, según él, “todo el mundo es feliz si tiene la barriga llena”.
A día de hoy, Vicente Valiente cuenta con dos voluntarias, un repartidor que se encarga de la logística del reparto y personas derivadas de los Juzgados que deben cumplir servicios a la comunidad que se encargan de la limpieza.
“Para mí, estar aquí es un placer, porque además de ayudar a la gente me doy cuenta que reinvertir los esfuerzos en la sociedad es muy gratificante”, cuenta una de las voluntarias, Leticia Rojer.
Respecto al precio exacto de 2,50 euros, Valiente señala que es una cantidad “preciosa porque nos permite pagar al cáterin y obtener un mínimo beneficio, que es suficiente, porque Alimenta Valencia no busca lucro sino contribuir a que la sociedad sea más feliz”. Raquel Martínez