Acuerdo entre Mancomunitat y la empresa concesionaria para volver a recoger las basuras de la Vall d'Albaida
A última hora de la tarde de este lunes la Mancomunitat de la Vall d'Albaida y la empresa concesionaria de la recogida de basuras en la comarca, Recisa, llegaron a un acuerdo para sacar los residuos que se acumulaban en las calles tras no prestar el servicio la empresa el domingo por la noche justificándolo en los impagos del ente público.
Recisa advirtió el día 6 que en el plazo de un mes suspenderían el servicio si no se llegaba a un acuerdo satisfactorio para el pago de la deuda que cifra en 1,5 millones, un retraso de pagos que se arrastra desde hace 10 años, cuando la Mancomunitat estaba gestionada por el PP. Además, entre las exigencias, según señala el diario Levante-EMV, estaba el pago inmediato de 500.000 euros, exigencia que hizo que se rompieran las negociaciones y Recisa ejecutara su amenaza.
Recisa además aprovechó el hecho de empezar el paro un domingo, lo cual suponía un impacto doble porque los sábados por la noche tampoco se presta el servicio (por ser víspera de festivo), con lo que la imagen que se daba era más acusada por ser realmente dos días sin recogida de basura. Este hecho sentó mal en la Mancomunitat, dirigida por el PSPV a través del presidente Vicent Gomar (alcalde de la Pobla del Duc) y el número 2 Jaime Peris (concejal de Ontinyent) que inmediatamente advirtió a Recisa que rescataría la concesión del servicio para evitar la acumulación de basuras.
Las reacciones políticas se sucedieron, así el PP puso el grito en el cielo y acusó a los socialistas de convertir la comarca en un “vertedero” por su “mala gestión” y les reclamaba que se fueran “a su casa”. Desde Compromís criticaron también la gestión, especialmente que no se advirtiera a los ayuntamientos de los posibles problemas que se podrían originar. Además en la coalición tampoco sentó bien que se señalara al Ayuntamiento de Albaida (gobernada por Compromís) de ser una de los causantes del desfase de pagos por su deuda de la Mancomunitat, deuda también originada cuando estaba gobernada por el PP y que desde hace tres años está siendo financiada por el acuerdo al que llegaron las dos entidades.
Pero lo que obligó finalmente a una reunión de urgencia para encontrar una solución fue que el alcalde de Ontinyent, Jorge Rodríguez, firmara una orden de urgencia para la recogida de basuras con otra empresa, a la vez que daba su apoyo a la Mancomunitat y acusaba a Recisa de hacer “chantaje”.
Con todos estos elementos las partes se sentaron en una mesa de negociación, contando con el Consorcio de Residuos (COR) de mediador, de la que debía salir una solución. Y salió. Tras una reunión de tres horas la Mancomunitat hizo un tuit en el que comunicaba que había acuerdo y que el servicio se restablecía para la noche de este lunes.
El presidente de la Mancomunitat, Vicent Gomar, afirmaba que “estamos satisfechos por haber resuelto un problema que afectaba todos los vecinas y vecinas de la Vall d'Albaida en el menor tiempo posible”. Explican así que por un lado, se pagarán las facturas en 60 días y 19.789,91 euros en concepto de intereses por las que lo han hecho fuera de plazo en 2018. De la otra, se avanzarán a finales de mayo y de junio 150.000 euros por anticipado de la deuda histórica que se cifra en 892.876,46 y se pagará el resto en mensualidades de 21.600 euros desde mayo de este año a febrero del 2022, fecha en la cual expira el servicio. Finalmente, el acuerdo de intenciones firmado por los asistentes a la reunión determina que Recisa factura directamente al Consorcio de Residuos las toneladas depositadas en la estación de transferencia de Bufali.