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El Gobierno valenciano abre la vía para inyectar hasta 400.000 euros a las industrias que se han reorientado a la producción sanitaria

Empresa textil de Ontinyent donde se confeccionan mascarillas

Laura Martínez

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Cualquier empresa valenciana que haya reorientado su producción hacia el ámbito sanitario para atajar la COVID-19 entre el 14 de marzo -declaración del estado de alarma- y el 30 de noviembre podrá optar hasta a 400.000 euros de subvención del Gobierno Valenciano. El Diario Oficial de la Generalitat Valenciana publicó este lunes las bases reguladoras de las subvenciones de emergencia por la situación sanitaria, de cara a posibles rebrotes, un decreto constituido entre las consellerias de Hacienda y Economia. Las subvenciones se realizarán mediante concesión directa en lugar de por concurrencia competitiva, según indica el decreto.

Conocidas empresas valencianas de téxtil y ropa como Marie Claire, el clúster que ha nacido en Ontinyent o Power Electronics, que ha montado una línea de respiradores con Temel, podrán pedir estas ayudas discrecionales.

Entre los requisitos se encuentra tener la sede social en la Comunitat Valenciana, disponer de una plantilla de personal propio de 10 o más personas trabajadoras contratadas por cuen-ta ajena o socios cooperativistas, en su caso; y mantener al menos, o incrementar dicho número durante el período de ejecución del proyecto. Exlcuye a las empresas que desarrollen actividades financieras, inmobiliarias, de producción primaria de productos agrícolas o que operen en los sectores de la pesca y la acuicultura.

Los proyectos de inversión subvencionables son, según el decreto, aquellos dirigidos a la fabricación de un producto nuevo “o que consistan en una mejora adaptativa manifiesta de productos ya en fabricación por la empresa solicitante, en disposición de ser puestos en el mercado y directamente relacionados con la lucha contra la Covid-19”. Ello implicaría, por poner un ejemplo, la producción de mascarillas, equipos de protección individual (EPI), material sanitario, medicamentos, mamparas protectoras o máquinas de respiración, por citar algunos ejemplos desarrollados durante el confinamiento. Todos los productos pasarán por una comisión técnica evaluadora, que exigirá que sean producidos en el ámbito de la sostenibilidad medioambiental.

Las ayudas permiten subvencionar, con un importe mínimo de 100.000 euros, costes de asesoría y gestión para la fabricación de nuevos productos, registros de patentes o su adquisición, personal técnico, investigador y auxiliar -hasta un 30% en todos los casos-, materiales para la producción y ensayos.

El Gobierno valenciano anunció en abril, en plena efervescencia de la pandemia, su intención de constituir un cluster sanitario de proximidad y evitar la dependencia de otros países para el abastecimiento de material sanitario y de prevención: “La relocalización de la industria valenciana y la reorientación de nuestros sectores productivos nos permitirá garantizar y normalizar la producción de material para no depender de otros mercados exteriores”, indicó el conseller de Economia y Sectores Productivos, Rafa Climent, en la presentación de unas ayudas similares, esta vez a cuenta del IVACE (Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial), que destinó 5 millones de euros en un plan de emergencia. En esta línea se subvencionaron proyectos como los de una empresa de Ontinyent dedidaca al textil que pasó a confeccionar mascarillas y batas, con dos millones de unidades producidas en poco más de un mes.

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