La fe en el 'runner'

Venga, ¿no me digan que esta campaña no ha empezado bien? Rajoy se presenta con un video en el que amanece corriendo, Iglesias pactando, Sánchez defendiendo a Susana y Rivera de brigadista internacional por la libertad de los pueblos oprimidos. Que sí. No levante la ceja, que le veo. Rajoy y correr en la misma frase. Ya sé que la imagen es un poco desconcertante, pero les aseguro que esas cosas pasan. Tengo un amigo que jura que un día vio a Belén Esteban comprando un libro. Si era para traficar o para consumo propio… eso ya no lo pudo averiguar.

En esta campaña que se avecina vamos a tener que hacer un esfuerzo extraordinario de credulidad para que el escepticismo no nos amargue la foto de Garzón e Iglesias comiéndose la boca en el túnel del amor electoral. A mí, en realidad, no me parece tan inverosímil esta súbita historia de amor. ¿Cuantas veces pusimos a caer de un burro en el patio del colegio a aquel niño al que su padre compró el balón de reglamento pero solo hasta que nos eligió para jugar en su equipo? Si ya lo decía mi madre cuando estos mozos se dedicaban, telediario sí telediario también, toda suerte de improperios: “los que se pelean se desean”.

Usted y yo sabemos que el voto es, entre otras muchas cosas, un acto de fe. Fe en el sistema, en la honestidad de quienes se postulan a liderarlo y en definitiva fe en la calidad de la información que nos ha sido suministrada por los medios de comunicación y periodistas que sentaron a los candidatos a merendar con nuestros hijos, que se fueron a pasar el fin de semana a sus casas, que les invitaron a freír un huevo en sus cocinas o que les sentaron a tertuliar en sesión continua.

Yo soy de los que cree que las personas cambian. Y no solo de partido, que le veo venir.

Creo que donde antes existió el recelo, como en el caso de Susana y Pedro, ahora puede florecer el amor, la lealtad y el compañerismo más desinteresado. Creo que tras la gira transatlántica de Rivera no hay más que la legítima expresión de la angustia de un hombre que sabe del sufrimiento del pueblo venezolano y que tendrá continuidad con otras visitas inminentes a los campos de refugiados sirios con foto con Alexis Tsipras incluida. Tengan fe.

No hagan caso a tanto agorero que se empeña en hundir nuestro ánimo encuesta tras encuesta, columna tras columna, intentando inocularnos la idea de que el próximo26 de junio nada cambiará en este país. Creo que esta nueva política que ahora nos vino a visitar, alumbra un tiempo nuevo lleno de prodigios. Si Mariano Rajoy puede correr, todo es posible. Miren, si no, el joven que sale en su atlético vídeo. Ese corredor “espontáneo” que vestido de runner levanta la mano para chocarla con ánimo al bueno de Rajoy y le dice aquello de “buen ritmo presidente ”, hace solo unos años levantaba el mismo brazo, pero con otra tensión y vestido de skinhead. Este joven es, mejor que nadie, la prueba de que todos y todo puede cambiar. Y que hasta aquellos que antaño se ataviaron con las prendas más siniestras que nos trajo la historia hoy pueden corretear por nuestras calles ataviados con hermosas prendas que brillan en la oscuridad… aunque solo sea para que no les atropellen.